Estimado lector, continuando con el editorial de la semana pasada, en donde di mis puntos de vista sobre el porqué la globalización como la conocemos ha muerto, sobre todo después de la firma final de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, mismo que fue ratificado por la Corona Británica, ahora me gustaría comentar que es lo que se está viendo como la nueva globalización, o para utilizar la jerga informática, la Globalización 4.0.
La primera globalización se dio al hacer Marco Polo por primera vez la ruta de la seda, el descubrir India, China y todas las civilizaciones asiáticas, que hasta antes de esto se pensaba que eran bárbaros como los Hunos de Atila, y traer productos tanto naturales como la canela, como artificiales como la pólvora.
La segunda globalización fue resultado del descubrimiento de las Américas, que dio paso al término de la edad Media, y un renacimiento de ideas, descubrimientos y muchas otras cosas que transformaron radicalmente el mundo.
La tercera globalización fue gracias a la revolución industrial, que la misma hizo que los productos se hicieran de manera más rápida y eficiente. Este tipo de producción permitió tener excedentes de productos, que por ende, tenían que venderse en algún otro lado y eso llevó a la globalización actual que está por terminar.
La cuarta globalización, que apenas se está gestando, es algo totalmente radical, como las anteriores lo fueron. Cada globalización nace del cansancio y hastío de la anterior. La tercera globalización hizo que el mundo fuera “plano” otra vez, donde las distancias se acortaron de forma importante y donde además, los ciudadanos pensamos que nos convertimos en ciudadanos del mundo más que de un país. Este mundo utópico empezó a mostrar sus grandes fallas después del 2001 y 2008, las dos últimas grandes catástrofes financieras, ya que el efecto de las mismas fue para los que menos tienen, y por el contrario, los que más tenían dinero en lugar de hacerse más “pobres” se hicieron más ricos. La desigualdad económica es lo que ha hecho que esto no funcione de forma adecuada.
¿Hacia dónde va la globalización?
Punto uno. Va hacia un mundo donde el famoso “cuarto poder” como se le conoció durante mucho tiempo a las televisoras, pierdan su preponderancia y no sólo eso, estén tratándose de reinventar. El poder que ejercían sobre la población, influyendo con sus programas tendencias políticas, aprobando o desaprobando gestiones de gobierno, ha terminado. Vamos hacia un mundo donde todos somos periodistas, donde las noticias llegan más rápido por nuestros contactos de la red social que por los medios tradicionales, donde la colaboración de todos nos hace tener un mejor panorama de lo que está sucediendo. Cierto, las noticias falsas, las “fake news” están allí, pero… también estuvieron en el pasado con la censura y con la parcialidad de las noticias que se daban en los medios.
Punto dos. La revolución fintech y blockchain. El sistema económico financiero trabaja a marchas forzadas sobre una base fundada y dejada intacta desde el siglo XIX. Los nuevos tiempos han hecho que se vayan adaptando lo mejor que pueden, pero podemos ver esfuerzos de empresas que sin tener nada, con comisiones menores, hacen que el flujo de dinero sea más rápido y anónimo. Esto también lleva a pensar que será muy utilizado por los delincuentes, pero… también lo hacen ahora, baste recordar el caso HSBC, donde solo los multaron después de demostrársele que hicieron lo que quisieron con el dinero de la mafia colombiana-mexicana-siciliana.
Punto tres. El trabajo más que de manos es de mente, y ahora no es necesario desplazarnos a otros lugares para poder. El trabajo colaborativo y por medio de internet permite que se acceda de manera más importante a conocimiento que antes era para solo unos cuantos.
Punto cuatro. La educación tiende a dejar el formato de la Academia Prusiana de mediados del siglo XIX, de la letra con sangre entra, a una educación más formativa, donde el conocimiento es un medio, donde la resolución de las situaciones de la vida cotidiana y profesional, la resiliencia, la psicología positiva y la educación que vaya más hacia disfrutar el viaje, haciendo lo que se tiene que hacer, en lugar de hacer lo que me dicen que tengo que hacer aunque sufra y me deprima y termine suicidándome. Una educación más de valores y de formación de seres humanos.
Eso es lo que veo de esta globalización, ¿y saben qué? Ningún presidente o tipo de gobierno la va a detener, eso es lo mejor de todo.
Excelente columna Profesor, como todo ser y sistema se tiene su curva de vida ahora ya estaen declive el sistema actual.