- Doce mujeres campesinas, alimentan y apoyan a cientos de migrantes centroamericanos
- Cerrar fronteras no va a limitar que los migrantes salgan de sus países
- En México, delincuentes descarrilan a La Bestia para robar mercancía, pero con el tren se caen los migrantes
Este martes 18 de junio de 2018, Norma Romero Vázquez, recibirá en representación del grupo de auxilio y apoyo a migrantes Las Patronas, un Doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), pero ayer, en un acto previo, el rector Francisco Javier Avelar González y la presidente de la Federación de Alumnos (Feuua), Ivonne Azucena Zavala Soto, entregaron simbólicamente víveres recolectados en las últimas semanas a esta agrupación.
En conferencia de prensa Romero Vázquez agradeció a la UAA por tomarlas en cuenta, “Para nosotros este es el mejor pago, mucha gente luego nos cuestiona y nos dice para qué ayudar si no recibimos paga, yo creo que el mejor pago es este, el reconocimiento de cada uno de toda la gente que ha confiado y creído que las cosas sí se pueden hacer, que las cosas no necesitan tener un valor monetario sino más bien de sentimiento, de corazón, porque a nosotros no nos mueve más que ver a los muchachos que estén bien, que sepan que ahí tienen una familia”.
El rector recordó que esta es la primera ocasión en la que la universidad otorga un Doctorado Honoris Causa a un grupo de personas por motivos de ayuda humanitaria, mientras que la presidente de Feuaa indicó que así como México espera apoyo por parte de la sociedad de los Estados Unidos de América, debe ser solidario con los pueblos centroamericanos que poseen niveles de vida más precarios que los de aquí y de ello Las Patronas han sido un ejemplo.
Las Patronas
Las Patronas son un grupo de doce mujeres campesinas voluntarias de la comunidad La Patrona, en la localidad de Guadalupe, La Patrona, del municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz, que desde 1995 dan alimentos y asistencia a migrantes en su paso por Veracruz, de manera particular en las vías del tren conocido como La Bestia, donde lanzan víveres a los migrantes.
Desde ese año, narró su lideresa, cada una de las doce patronas tiene un día designado para hacer la comida. La jornada comienza a las 8:00 horas yendo a recoger el pan, mientras que las mujeres encargadas de la cocina llegan a las 9:00 horas para decidir qué preparará, mientras que otras investigan por contactos para saber aproximadamente cuántos migrantes llegarán en La Bestia para organizar los paquetes de comida que cuentan con arroz, frijoles, atún, diez tortillas o seis bolillos en su defecto.
Cuando la comida es empacada, se manda la comida a las vías, la cual es aventada a quienes viajan sobre el ferrocarril o incluso, si así lo decide el maquinista y baja la velocidad, pueden bajar por ella para obtenerla con mayor facilidad, “También se le da comida al maquinista con la finalidad de hacerle conciencia y sobre todo porque es una forma de decirle que lleva gente ahí, que nos permita darles la comida y hay quienes sí bajan la velocidad, pero hay algunos que están muy salvajes todavía”.
Los migrantes
Según Romero Vázquez, el número de migrantes centroamericanos que pasan por México con destino a Estados Unidos no ha retrocedido en los últimos años pese a los esfuerzos de los dos países norteamericanos y al incremento de deportaciones, toda vez que la situación en muchos de sus países de origen, como el caso de Honduras, es complicada por distintos factores como la violencia de los grupos criminales como las maras o la ausencia de oportunidades laborales, o como sucede con Guatemala con los desastres naturales e incluso por inestabilidad política, como con Nicaragua.
La activista continuó, “La situación que está ocurriendo con los Estados Unidos en este momento debido a los muros o la militarización, no está haciendo que los migrantes lo piensen, sino al contrario, no les importa que pongan muros, no les interesan que tengan más policías porque realmente la situación en sus países es mucho más complicada”.
En 2017, detalló Norma Romero, 680 migrantes pernoctaron en el albergue con el que cuentan Las Patronas además de todas las personas que viajaban sobre el tren que fueron apoyadas con alimentos; pero debido a los descarrilamientos de La Bestia y otros percances, hubo ocasiones en las que se atendieron a cientos de personas en un solo día. Sobre La Bestia, añadió, siempre viajan entre 100 y 150 indocumentados, más las personas que llegan al albergue.
Desde 2010, agregó la patrona, se comenzó a ver un aumento de menores de edad que viajan en La Bestia por lo que las declaraciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sobre la poca importancia que le significa el separar a familias es una medida racista, “Dividir no va a dejar que la gente siga luchando, la gente va a seguir buscando la manera de llegar y reunirse con sus familias”.
Romero Vázquez también se refirió al proceso electoral y a la falta de relevancia que ha tenido el tema de la inmigración por parte de los candidatos a la Presidencia de la República y el Congreso Federal, lo cual es un recordatorio de que agrupaciones como la que encabeza deben cumplir el trabajo que no hace el Gobierno, “Nunca lo han puesto en la mesa y debería de estar en la mesa porque es muy importante, no nada más tiene que ver con Centroamérica, tiene que ver con México”.
La Bestia
A decir de la activista, en años recientes el trabajo de Las Patronas ha aumentado considerablemente, sobre todo debido a los descarrilamientos de La Bestia, los cuales pueden parecen más frecuentes tanto por el deterioro de las vías como por actividades delictivas.
La Bestia, explicó Norma Romero, comienza en Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala, que es el punto donde los migrantes se suben; posteriormente pasa por Oaxaca y de ahí se encamina a Veracruz por dos vías, una más larga que pasa por la ciudad de Veracruz y una más peligrosa pero que llega directamente a Orizaba, desde donde los pasajeros tienen que viajar a la Ciudad de México.
En su paso por Veracruz, los migrantes no sólo pueden encontrar a Las Patronas, explicó su lideresa, sino también a grupos delictivos como los que se encuentran en una comunidad cercana a La Patrona llamada Vaquerías, de quienes se sospecha han cortado los vagones para robar tanto las mercancías que transporte el tren como a los propios migrantes, “Lamentablemente ahorita ya llevamos el tercer descarrilamiento que se ha dado en la zona”.