En México, como cada seis años, atravesamos por una elección distinta a la anterior, con algunos elementos distintos, pero también algunos repetitivos, otros que realmente son una alerta y tragedia, 112 políticos asesinados, caso en el cual la nota no ocupa un gran espacio, sin embargo, en el asesinato de los candidatos o precandidatos, el caso es dramático, ha pasado casi desapercibido opacado por el quien gana la presidencia o simplemente esperando la siguiente ocurrencia para ser aplaudida.
También el país está polarizado, harto de un sinfín de cosas y circunstancias, porque en realidad son varias, entre ellas la carencia de liderazgos positivos, Sr. Candidato es importante que sepa que ya no se puede, ni debe polarizar a la sociedad mexicana, cierto que estamos en una campaña política, y es una guerra electoral, pero cada vez va rompiendo el esquema para el cual fue creado, me remito a Manuel Azaña, quien manifiesta que la democracia no es perfecta, pero es la menos sangrienta de las disputas por el poder.
¿México no será Venezuela! De esa manera es como se ha comparado si gana determinado candidato la presidencia, como ese resultado fatal, padecer la situación por la que atraviesa Venezuela, que culpa al fantasma del capitalismo y no a la irresponsabilidad de un gobierno. ¡México no será Venezuela!, México está en el umbral de convertirse en algo distinto a Venezuela, no sé si peor o de la misma magnitud, pero con otras facetas. Hace algunas décadas se decía colombianizarse, al referirse a la guerra contra las drogas pero ahora “mexicanizarse” puede implicar otra faceta de violencia en la lucha entre cárteles y la respuesta por parte del Estado de Derecho y sus fuerzas como policía o ejército.
¡Mexicanizarse! Puede ser el siguiente adjetivo, y no desde una perspectiva positiva que también la pudiera ser, AMLO se encargó de polarizar desde la mente de un electorado, al mentir con un afán irresponsable, engañoso y maniqueo, “pueblo bueno” y “pueblo es sabio”, una vaguedad, un huevo de la serpiente, que es la más eficaz para que la gente evada su responsabilidad y vea malos o responsables en otro lares, en la banqueta de enfrente y no asuma su responsabilidad, puede parecer un simple disparate, pero al igual que la nota roja, que hace ver que hay más malos que uno y a quienes hay que linchar, la técnica de nota roja fue efectiva en AMLO generando una inestabilidad y la ausencia de propuestas serias, no debe sorprender que eso lo haga él, no le importa la consecuencia sobre la perspectiva que expongo, si le importa la consecuencia que él mira y que es el triunfo electoral, a él le importa ganar la elección, cueste lo que cueste, ilusionando a un electorado.
En este tenor, Sr. Candidato Anaya, ¿qué hará usted?, para convencer a un electorado indeciso, así como capitalizar el voto útil. Lo digo porque la lucha está entre él y usted, no en la imprecisión de las encuestas, que no debe sorprendernos, las encuestas nos permiten ver tendencias, intenciones, no el resultado, y de eso ya ha pasado mucho en México, parece que no hemos aprendido, recuerden que en el ámbito mundial si las encuestas fueran certeras, Hillary sería presidente, o Inglaterra seguiría en la Unión Europea, y otros casos más en la política mexicana.
El estilo de AMLO ha tenido suerte de permear, un sector del electorado que respalda esa propuesta, simplemente olvido el estilo echeverrista, un hombre trabajador, 24 horas al día, incansable, sin embargo, sus propuestas fueron un caos, terminaron por endeudar al país, parte de esa carga se ha tenido que absorber, apoyos, subsidios, fideicomisos, dispendios, un estilo unilateral de gobernar.
No podemos “mexicanizarnos” con ese sentido negativo, el país es una economía pujante, pero lo mismo con riesgos enormes, y su caída será de gran magnitud, aunada a la creciente desigualdad que no han logrado abatir administraciones anteriores, y que significa un gran problema.
La ausencia de gobernabilidad y transformación hacia un crecimiento del país, puede quedar detenida por que AMLO tendrá que pagar favores a un gran costo a esos líderes que se fueron para allá y que se saben vivir del presupuesto, esos líderes sindicales, de partido, jamás han sido productivos y son altos consumidores, por no decir depredadores, al pagar caros esos favores, las propuestas llamativas por las que la gente votó no serán cumplidas, y si lo son serán a costa de deuda y no inversión para el desarrollo.
Sr. Anaya, ¡México no será Venezuela!, pero sí puede ser una versión trágica del propio México, “mexicanizarse” retroceso, vaguedad, fascinación e irresponsabilidad, polarización y maniqueísmo un teatro que duraría poco. ¿Cómo candidato que propone usted a diferencia de su contrincante? AMLO promete con base en promesas, usted ¿Qué realidades nos ofrece?
Ahora dilo sin llorar.