- Existe gran polarización de la ciudadanía respecto a la presencia del Ejército en las calles, pero exigen seguridad
- Senadora Diva Gastélum espera resolución de la corte al respecto, dijo estar dispuesta a enmendar la ley
Pese a la controversia que levantó entre la sociedad civil la Ley de Seguridad Interior, la senadora por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Diva Gastélum Bajo, aseguró que la gente exige que se garantice la seguridad, aunque reconoció que la última palabra la tiene en este momento la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“No hay mucho qué repensar, porque cuando usted le pregunta a la gente que qué quiere, responde dos cosas: trabajo y seguridad. En cuanto a trabajo somo el gobierno que más lo ha generado, la seguridad sigue siendo un problema, ¿cómo le vamos a hacer?”, expuso la integrante de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado de la República.
Al ser cuestionada sobre la gran oposición que presentó la ciudadanía, organizaciones de la sociedad civil e inclusive muchos diputados y senadores del Congreso de la Unión a través de los pocos menos de ocho mil amparos, así como diez controversias constitucionales cuya base argumentativa coincide en la factibilidad de que con la Ley de Seguridad Interior se vean violentados los derechos humanos de la ciudadanía, la senadora manifestó: “Yo no me voy hasta allá, ¿cómo le garantizas la seguridad a la gente?, hay una versión de que el ejército va a llegar y… no, como estamos ahorita el Ejército sale a la calle, ya no es así, tiene que haber un plan, yo necesito que venga a Guerrero, porque han asesinado en los últimos quince días 300 gentes; tiene que justificar con tiempo, circunstancia y momento. Como estamos ahorita, el ejército ahí anda, no puede andar el ejército así”, expuso la priista.
Luego aseveró que, si hay algo que enmendar a la iniciativa ya aprobada en el Senado de la Ley de Seguridad Interior lo habrán de hacer, al considerar no ser una persona obcecada, pero sí en que las personas deben de vivir en paz, y eso no lo garantiza la policía.
La senadora dijo estar abierta a las propuestas encaminadas a brindar seguridad a la ciudadanía, al destacar que a fin de conformar la mencionada Ley de Seguridad Interior se llevaron a cabo varios foros de consulta, de donde también se desprendió la Ley de Desaparición Forzada de la que se dijo autora.
“Todo tiene que ver con derechos humanos -reconoció son tantos problemas los que tenemos, que lo que tenemos que buscar es que la gente no tenga miedo de salir a la calle, estamos muy fregados. Tenemos que revisar a dónde tenemos que ir; está dividida la versión pues unos no quieren al ejército, otros sí, tenemos que tomar una decisión. Está en manos del máximo órgano constitucional (Suprema Corte de Justicia de la Nación) y esperamos lo que dictamine, los parlamentarios no lo sabemos todo”, manifestó Diva Gastélum.
la ley de seguridad interior sigue detenida por los narcotraficantes organizados, o sea por los defensores de derechos humanos
gracias a la ley de seguridad interior la delincuencia organizada ya tiene rostro y razon social, se hacen llamar seguridad sin guerra.
No hay prisa, los de la SCJN están muy cómodos y seguros en sus oficinas y hogares, mientras la sociedad exige seguridad y los soldados y marinos siguen muriendo en enfrentamientos.
Todas esta impugnaciones que están haciendo en contra de la ley de seguridad son absurdas, ya que muchos dicen que se violaran los derechos humanos una gran controversia ya que los derechos humanos han dicho que han bajado las acusaciones ante las fuerzas armadas y que la mayoría de la población estamos de acuerdo, ya que estamos cansados de la delincuencia y que los municipios no tengan una policía capaz de enfrentar a la delincuencia y que al contrario los policías están coludidos con los delincuentes
no creo que haya mucho que pensar ya que se necesita un marco legal para que nuestras fuerzas armadas, puedan defendernos mejor, que los delincuentes no se salgan con la suya y que ellos no paguen los platos rotos por culpa de unas leyes que pueden ser manipulables a conveniencia de los malandros y de las organizaciones que los defienden.