Estimado lector, el día de hoy hablaremos de la situación actual por la que está atravesando económicamente el país. Por un lado, tenemos las campañas presidenciales a mitad de camino, y si bien podríamos decir que están en su máximo apogeo, la realidad es que los candidatos no despegan, Meade, zozobrando en los restos del naufragio del PRI, que sin el apoyo de Osorio Chong y camarilla parecen condenados a perderlo todo; Anaya, con una campaña que parece que no sabe por dónde seguir haciendo mella al puntero, reciclando propuestas y sin dar a conocer nada nuevo; y AMLO, cuidándose las espaldas y haciendo lo que mejor sabe hacer, prometer aunque después no pueda cumplir. De hecho, prometer no empobrece, o al menos, eso cree él.
En medio de ese escenario político, tenemos que voltear a ver a nuestra economía nacional. La economía se muestra débil, frágil, debido a errores calculados por actores Económicos y políticos de hace un año.
El primer error, paso en falso o como le quieran llamar que se cometió en nuestra economía, fue el incremento tan desproporcionado de las tasas de interés por parte de Agustín Carstens. Todo el mundo económico sabía que ya se terminaba el ciclo del dinero barato, que la FED subiría sus tasas de interés y que por tanto, Banxico lo tendría que hacer también. Lo que nunca previmos es que se subieran las tasas de interés porque la inflación subiría en México. Una inflación que el mismo gobierno causó, a través de la liberalización del precio de las gasolinas. La inflación ya se ha estabilizado desde hace unos meses, pero el daño está hecho. La economía se desaceleró porque las empresas piden menos crédito y las personas no firman tanto con sus tarjetas.
Y esto lleva a una desaceleración de la economía, con menos hasta en diversos bienes de los cuales la economía necesita y se acelera. Un ejemplo claro es la venta de autos nuevos. El año pasado, gracias a las tasas de interés bajas rompió récord en ese sector. El primer cuatrimestre de este año, por otro lado, ha sido desastroso. Se han vendido 40 mil unidades menos, un 10% menos de lo que el año pasado, y eso lleva menos producción en general. Sin más, esta Semana Santa se “obligó” a tomar vacaciones a empleados de las plantas de Nissan en Aguascalientes para no hacer pagos técnicos. En otras plantas de nuestro país, la situación es más grave, ya que se han tenido que despedir personas al quitar turnos completos de producción y en otros casos, producir sólo tres o cuatro días a la semana. Además los incrementos en los precios de la gasolina que no dejan de afectar el bolsillo de los mexicanos y las “obras” de construcción que hacen un congestionamiento vial mayor.
Además, el presidente Peña y su equipo ( o el vicepresidente Videgaray, mejor dicho) pensaron que con las reformas estructurales tendría el país para crecer de manera importante. Una mentira total. El sistema neoliberal que actualmente se ha hecho y sus políticas no funcionaron para nuestra economía. El sistema de maquila a gran escala, ya sea desde lo textil hasta lo automotriz no es la panacea. La renegociación del TLC tiene en vilo las inversiones en el país principalmente por el tema automotriz. China adoptó el tema de maquila, pero a la par, le apostó a la tecnología, primero imitando y después proponiendo. La tercera potencia mundial tecnológica es China, después de Estados Unidos y Alemania. China adoptó el modelo de maquila para aprender tecnología y así elevar el sistema en su totalidad y que sus habitantes tengan un mejor nivel de vida. ¿Lo está logrando? Sí, falta mucho son 14 veces más habitantes que en México, pero el impacto que pudiéramos haber visto en nuestro país sería impresionante si se siguiera ese camino. La tecnología queda a medias en nuestro país, los avances se pierden en la burocracia y lo que es peor lo recursos que se deberían de destinar a eso, se desvían en la mayoría de las ocasiones por corrupción, no solo pública sino también privada.
Ahora, los empresarios están asustados por las elecciones y creen que esto está llevando al país a tener menos recursos y ventas. Si afecta, pero lo que más ha afectado es estas políticas tomadas en el pasado que apenas están dando sus malos resultados.