Estimado lector, después de la pelea a dos de tres caídas que se presenció el domingo, donde de debate no se vio nada, y de pelea nos quedaron a deber, porque más que parecer lucha mexicana parecía el circo de pelea que es la WWE, he tenido en los últimos días debates con conocidos sobre por qué el regreso de las políticas económicas ya sea propuestas por AMLO o por Meade son mejor que otras. Al calor del debate, me gustaría puntualizar las mentiras, medias verdades y falacias totales que circulan en la red.
- El modelo proteccionista, que es primero ser autosuficiente y cerrar la economía al mundo como pasó en el “milagro mexicano”, es lo mejor que puede hacer México. Para aquellos que no lo recuerdan, el milagro mexicano ocurrió en las décadas de 1950 a 1970. ¿Por qué ocurrió? Por lo que siempre ocurre en nuestro país, factores externos. Por un lado, tenemos que Europa estaba sumida en una crisis fenomenal después de la segunda guerra mundial, que Estados Unidos tenía la propiedad de toda la tecnología mundial porque se había apropiado de ella, pero que no tenía la capacidad de ayudar adecuadamente tanto a Europa como a Asia y seguir siendo factor preponderante. México encajó perfectamente para poder ser aliado americano en ese sentido. Las relaciones entre los presidentes de ambas naciones fueron cordiales, aunque tuvieron sus problemas, graves problemas, sobre todo por la política de asilo político a comunistas que tuvo el país. Pero sí, el país creció, hasta que Europa se recuperó. No estamos en esas características ahorita. La globalización, el cambio climático, hace que se antoje imposible ser autosuficiente. Japón no lo es, y es una potencia económica, mal pensar en regresar a esto.
- El tipo de cambio era más estable con Echeverría y López Portillo, a partir de Miguel de la Madrid el tipo de cambio se empezó a desestabilizar. Bueno, era estable de manera artificial, hay que recordar que después de la segunda guerra mundial el mundo occidental aceptó el patrón de cambios dólar–oro, en donde dependiendo de las reservas que tenía un país de oro, era el tipo de cambio con el dólar. Por eso permaneció en 12.50 pesos por dólar durante mucho tiempo y en 1971 cuando Nixon amplió la paridad dólar–oro, paso nuestra moneda hasta los 28 pesos por dólar (100 por ciento de devaluación). Hasta que fue insostenible ese patrón y el mismo Nixon lo “deroga” y se hace entonces un cálculo a través de la fortaleza de la economía, riesgo país, inflación y otros factores para saber si la moneda se puede apreciar o depreciar. Pensar que por llegar AMLO no va a subir, es saber de antemano que pasará lo mismo que con Salinas, que no movió el tipo de cambio por no convenirle y al entregar el poder el golpe fue fatal (recuerden el año 1995, el quebranto del país fue tremendo). Ironía que piense hacer lo mismo que su archienemigo Salinas.
- Mucho se ha hablado del petróleo. El petróleo se expropió de los europeos por Cárdenas porque así le interesaba a los americanos. La tecnología y saberes en el petróleo europeos fueron negados a Pemex por los americanos. El petróleo sigue siendo negocio, pero no lo que pudo ser. López Portillo, maestro de AMLO, en esto de la política, tuvo superávits petroleros nunca vistos en este país, que se fueron a engrosar la nómina burocrática, y a comprar empresas privadas quebradas con tal de que personas no perdieran el empleo, aunque esto llevó a que tuviéramos una crisis mayor después.
- El presidente que más se ha enemistado con los empresarios fue Luis Echeverría. Tanto que cuando es asesinado el empresario Eugenio Garza Sada por la liga 23 de septiembre, con nexos con el gobierno en el poder (y alentada por las ideas comunistas y socialistas del presidente ya mencionado) en el velorio se le impidió la entrada a este señor y fue abucheado en la ciudad de Monterrey. No es bueno que se enemiste con los empresarios, que para bien o para mal, son los que dan sustento para vivir y crean riqueza en este país (no como los políticos que comen y ganan dinero sin hacer absolutamente nada).
- Gobernar por decreto fue lo que hizo Salinas, ningún presidente ha hecho más decretos que él, y así nos fue. Su contrario quiere hacer lo mismo, no creo que sea lo prudente.
En fin, el pasado no es el futuro. Aprendamos del pasado y vislumbremos un mejor futuro. Basta de llamadas a lo que pudo ser, pero no sabemos si hubiera sido.