Margarita Zavala Gómez del Campo detuvo en seco el zumbido de muertito con que giraba inexorablemente el trompo de la campaña electoral presidencial, al anunciar su retiro de la contienda. Al hacerlo, sorpresivamente, ‘dejó fríos’ a sus interlocutores que se prestaban a intercambiar sus puntos de vista con la primera candidata independiente en la historia de México, quien así dejaba consignada su participación terminal para estos comicios.
Curiosamente, al mismo tiempo, denunciaba la inequidad de la contienda, al remover con el tizón de su intervención, la hoguera de las vanidades que aún flamea con furia en el ámbito político de México, a la que simbólicamente se había referido, el recientemente finado periodista norteamericano Tom Wolfe, pionero estadounidense del movimiento informativo denominado el “Nuevo Periodismo” en los años 60 y autor de novelas como La hoguera de las vanidades (1987). (Proceso.com.mx. Por Roberto Ponce, 15 MAYO, 2018).
No sólo se echó ese trompo a l’uña, sino que introduce un elemento político inesperado de potencialidades insospechadas, para ser vistas, ya sea de manera inmediata en el próximo segundo debate por la Presidencia apenas a cuatro días de distancia y del cual ya estará ausente; así como después del 1 de julio próximo, o antes si decide hacer pública una adhesión a alguno de los candidatos contendientes restantes. Lo que podemos ahora es realizar un somero apunte de los motivos que la movieron a esta crucial decisión. Situemos el contexto que la envuelve.
Margarita Zavala, la primera mujer candidata independiente a la Presidencia de la República, anunció el retiro de su candidatura durante la grabación de la entrevista en el programa Tercer Grado. “Usted ha sido la única aspirante participante que al inicio de este proceso electoral estuvo por encima de Andrés Manuel López Obrador en las encuestas, pero eso ya fue hace tiempo, más de un año, la situación ha cambiado radicalmente, hoy está en el último o en el penúltimo lugar en las encuestas, ¿qué pasó, puede cambiar eso?”, preguntó el doctor Leopoldo Gómez.
“Hice una difícil reflexión, muy difícil, pero en conciencia, viendo el sentido de mi candidatura, las consecuencias de las mismas y esa reflexión me obliga a reconocer que no hay posibilidad obviamente de ganar en una contienda que se está polarizando mucho, la verdad es que por eso he decidido y aprovecho aquí, decirle a los ciudadanos que retiro la candidatura de la contienda por un principio de congruencia, por un principio de honestidad política, pero también para dejar en libertad a los que generosamente me han apoyado y tomen su decisión como se debe tomar en esta difícil contienda para México, desde luego, renuncio a la candidatura a la Presidencia de la República”, dijo Margarita Zavala. (Fuente: #Decisión2018. Margarita Zavala renuncia a la contienda presidencial, hace anuncio en ‘Tercer Grado’. CDMX, México | 17 de Mayo de 2018 7:31 Am Cst. https://goo.gl/iZ33A4).
Este valiente acto decisorio merece ser puesto en perspectiva. Memoria electoral en un flash. Las predicciones de las encuestas más prestigiosas en el ámbito nacional, que fracasaron estrepitosamente frente a la lectura de las elecciones federales del domingo 2 de julio de 2006; que fue la más competida en la historia de la República Mexicana. En dichas elecciones, el candidato del PRD, del PT y Convergencia, Andrés Manuel López Obrador, perdió las elecciones ante el panista, Felipe Calderón Hinojosa por apenas 0.56% de votos. López Obrador rechazó los resultados y dijo ser víctima de un fraude y una campaña de desprestigio en su contra, en la que fue señalado como Un peligro para México. (Fuente: CNN. https://goo.gl/QDbi4h). Las subsiguientes de 2012, finalizan con una diferencia porcentual mayor a la esperada, Sobre todo después de la silbatina en la Ibero que dio luz al #YoSoy132. Al fin, el 30 de agosto de 2012 se declara triunfador al candidato presidencial Enrique Peña Nieto para el período 2012-2018, con el 38.21% de los votos, contra el 31.59% obtenido por Andrés Manuel López Obrador, y un más lejano 25.41% de Josefina Vázquez Mota, contendiente por el PAN. Una diferencia porcentual de 6.62 puntos, muy lejano de aquel medio punto porcentual anterior, en que fue inevitable la judicialización del proceso. Aquello de voto por voto, perdió momentum en esta ocasión. (Nota mía: LJA. Supuesto electoral alternativo. Sábado 06 de Febrero, 2016).
De estos resultados, anticipativos y reales o definitivos, señalé una primera inferencia: – En fin, lo que importa en abono de una mejor interpretación y lectura electoral es arriesgar un enfoque, así sea divergente, pero que al final contribuya a un mejor entendimiento de algo que depende esencialmente de un factor humano imponderable: su libertad de elegir, con base en sentimientos, percepciones, emociones o pasiones presentes o concomitantes en el instante mismo de su toma de decisión. Factor al que se pueden añadir los colores y afectos con que ve matizada su realidad, díganse valores éticos o axiológicos, que tienen raigambre en sus creencias, actitudes, lealtades primordiales, visión del mundo y de manera enfática, su propia ética militante, inscrita en su entorno inmediato; dicho en suma, la adhesión a la cultura popular de pertenencia. Elementos que, con toda certeza, no están ponderados en el esquema al uso de criterios de los encuestadores electorales, y que se engloban bajo el concepto de “percepción” personal o “preferencia por un candidato o partido”. El sesgo estadístico respectivo, desde mi punto de vista, obedece a esta carga ética y cultural del elector que, en el instante definitorio de emitir su voto, se ve plasmada. Razón por la cual hay que decirlo enfáticamente, hoy por hoy aparece como una caja negra insondeada e inescrutada, de facto.
Retomamos el hilo de la conversación inicial. El resultado nada halagüeño para Margarita por las últimas mediciones demológicas, le asignaba un levísimo 3% en promedio, un aproximado a 2 millones de votos; que suscita la lectura de Roy Campos de Consulta Mitofsky para quien no abona nada significativo sobre el peso electoral esperado, pero sí incide sobre el spinn de la campaña, es decir la velocidad del giro sobre el eje dominante hasta el momento. Introduciendo con ello una nueva fase en la dinámica de los contendientes. Plausiblemente, su decisión de hoy, hoy en este momento, haga que quede como “héroe” para algunos y tenga reserva de vida política para adelante. Los motivos de su renuncia, desde mi punto de vista, tienen validez y vigencia.
Lo que nos remite a la magnitud real y complejidad de las próximas elecciones. ¿Por quién votamos en estas próximas elecciones? – El Proceso Electoral Federal 2017-2018 implica votar por: – la Presidencia de la República, la reconformación del Congreso de la Unión en sus dos cámaras, Senado – al 1 de septiembre de 2018- y Diputados, a instalar el 1 de agosto del 2018, como la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión de México. Adicionalmente, casi 35 millones de mexicanos, más del 40% de los votantes del país, eligen este 2018, 12 gobernadores, 547 alcaldías, 422 escaños locales y a los representantes de la nueva Asamblea Constituyente de Ciudad de México; ámbito en que destaca la Jefatura de Gobierno de la CDMX. (Ver: https://goo.gl/SRS3mY). En total, 629 cargos en 13 elecciones federales y 2 mil 697 en 30 elecciones locales; es decir 3 mil 326 cargos de elección popular (Excélsior, INE, listo para organizar elecciones de 2018: consejeros. Roberto José Pacheco. 24/06/2017).
Y, desarrollando esta conversación de separación del proceso electoral como co-protagonista, reconozco coincidencias específicas respecto del sentido de la declaración de Margarita Zavala, al definir los motivos de su retiro de la candidatura. Dice hacerlo en aras de la defensa del principio ético y jurídico de la libertad de elegir de cada persona. Con ello rescata con firme retórica el principio más anhelado de la Democracia, elegir a aquellos que nos han de gobernar. Desde luego al hacer este pronunciamiento sabe, y yo concuerdo con ella, que dicha libertad es un acto inalienable de cada persona, que de hecho está coloreado y matizado por la emoción y pasión que emana de profundas creencias, actitudes y valores de fondo. Lo que nos recuerda de la importancia de aquellos llamados “sentimientos de la Nación”.
También, ella invoca la urgencia de generar más sociedad civil, más fuerte, empoderada y participativa y menos partidocracia; esa cuyas cúpulas han secuestrado las instituciones electorales y son hoy por hoy las regentes únicas de los dinamismos de la comunicación electoral masiva, al difundir miles de millones de spots propagandistas, no sólo los que ahora están siendo producidos, sino aquellos anteriores con los que promovieron sus respectivas imágenes, para imponerse como líderes incuestionables de la contienda –en obvia alusión al fenómeno Anaya del PAN-.
La inequidad de la campaña es patente, además, por los dineros públicos invertidos a raudales, con efecto corrosivo para los partidos. La magnitud y el monto desmesurado de los mismos han convertido en una plutocracia electoral corrupta a las cúpulas partidistas mismas, quienes están de plácemes ante una población electora depauperada, desafortunadamente pasiva y al mismo tiempo indignada, que no están optando sino con visceral odio hacia los colores y marcas partidistas que consideran culpables; independientemente que les propongan a un santo inmaculado como candidato. A lo que margarita reacciona diciendo algo así como “qué fácil se la están poniendo”, a esos demagogos, yo añado. Aprovecha el vuelo de su decisión para anticipar un proyecto, hay que fortalecer las organizaciones básicas de la sociedad, por ahora las únicas que serán capaces de reivindicar los logros históricos de la democracia mexicana y el porvenir del futuro democrático de México. En estos puntos coincido plenamente con la excandidata independiente, Margarita Zavala. Y merecen futuro desglose.