Acabamos de presenciar un hito en la campaña. Televisa re-editó el diseño de su programa Tercer Grado, estrenando nueva temporada 2018, cuya primera edición se produjo este jueves 03 de mayo, y tuvo como invitado principal a Andrés Manuel López Obrador, AMLO, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PES y PT). Su conductor Leopoldo Gómez (Vicepresidente de Noticieros Televisa), es acompañado de conocidos dialogantes, periodistas y comentaristas: Denise Maerker, Raymundo Riva Palacio, Leo Zuckerman, Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola y René Delgado. Evento comunicativo que está provocando muy variadas ondas de choque, debido a la divertidísima gama de opiniones y percepciones mediáticas que ensayan de interpretar el impacto que tendrá efecto en la Jornada Electoral del 1 de julio, y cuyo epicentro es el candidato puntero, hasta hoy incuestionable, de la elección presidencial.
La Jornada Aguascalientes dedica dos párrafos iniciales de su editorial Penita ajena en La Purísima… Grilla (viernes 4 de mayo de 2018) para resumir lo sucedido. Indica que lo malo no es el programa, sino la campaña, y que no aportó nada, en absoluto, a la discusión pública. Lo califica como una entrevista a modo, otorgándole a AMLO un trato como de ganador presidencial, y… vencedor de la prensa vendida. Así, en substancia. Al tiempo que mensajes en las redes sociales expresan aburrimiento y efecto soporífero, particularmente el tuit de Felipe Calderón Hinojosa: “Qué pena de programa”.
En contraste, la mañana de ayer viernes 4 de mayo, Carlos Loret de Mola presentó en su noticiero Despierta, una singular ‘mesa política’ protagonizada por millennials representantes de cada uno de los candidatos presidenciales contendientes. Antonio Attolini, representante de Morena, la representante de la candidata independiente, Margarita Zavala, ante el INE, Fernanda Caso, Paul Ospital, del equipo de José Antonio Meade, Javier Náñez Pro, representante de Jaime Rodríguez Calderón y Juan Pablo Adame, del equipo de Ricardo Anaya. Quienes debatieron animadamente -y yo añadiría, con chispeante gallardía- tanto sobre la suerte y efecto de este evento mediático, como acerca de la pretendida significación social que tiene cada personalidad líder, sea partidista o de coalición o independiente, en la campaña.
En mi opinión fue una bocanada de oxígeno, en medio de la sofocante nube mediática de acusaciones, difamaciones, calumnias y sombrerazos. Del contenido político de dicha mesa, Oraculus mx, en YouTube, hace una síntesis significativa. Y digo, bocanada de oxígeno, porque era ya urgente y preocupante saber qué está pensando con esta nueva generación de votantes que tiene en buena medida el peso de la resolución electoral de la contienda política. Reafirmo lo que ya he expresado respecto de que el grueso de los ciudadanos no podemos darnos el lujo de acudir a las urnas con un voto dividido entre –nosotros, yo me incluyo-, de la generación “baby Boomers” (de la posguerra, 1945-1964), ésta la de los millennials (nacidos entre 1982-1994), a la que precede la llamada generación X (nacidos entre 1965-1981); y la que les sucede Generación Z o Centennials (nacidos a partir de 1995 y al presente).
So pena de que al fragmentar el voto generacional, tendremos como resultado muy probablemente el desencanto de instalar un proyecto de nación, francamente fallido, como ocurrió en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de Norteamérica con Trump, o el referéndum del Reino Unido con el Brexit, produciendo la salida consecuente de la Unión Europea. De procesos similares electorales, a nivel internacional España salió muy tundida con el fenómeno separatista catalán de Barcelona; solamente Francia con Macron, Rusia con Putin y Alemania con Angela Merkel han resultado aparentemente reunificados, aunque por razones de fondo muy diversas.
Lo dicho tiene notas apocalípticas, pero no está lejos de la verdad. Hiere sensiblemente nuestros anhelos de futuro, de bienestar y de viabilidad como nación. Por ello me permito opinar acerca de este ensayo mediático que presenciamos apenas hace dos días. Mi apreciación es la siguiente.
El Dr. Leopoldo Gómez, sin duda avezado e informado conductor de debates, optó por evadirse de la escena; literalmente se salió de pantalla. Sólo intervino para ceder el turno de la palabra a los participantes, y apegarse a un role de preciso cronometrista. Literalmente dejó hacer, dejó pasar. Al parecer, su guión fue permitir el libre flujo de las ideas e intercambio de los interlocutores; a sabiendas de que cada uno de ellos son articuladores de la palabra de peso completo. Abrió la conversación con un respetuoso saludo al candidato y demás participantes, dirigiéndose a él con toda la etiqueta urbana de “Usted”, e imponiendo así un tono solemne al encuentro. Concluyó de igual manera, aunque con un deferente pero impasable, ‘lamentablemente se nos fue el tiempo’, para cerrar la cadena verbal interminable de López Obrador.
Denise Maerker abrió el diálogo, de manera más familiar mediante el tuteo a Andrés Manuel, motivándolo a comentar sobre su acto de presencia y salida, sin saludo ante los circunstantes del primer debate presenciado el pasado domingo 22 de abril, del que ella misma fue una de las conductoras. Sus intervenciones continuaron en ese tono de interpelación personal acerca de las notorias actitudes personales del candidato, frente a los que considera sus adversarios o portadores de ideologías contrarias y discrepancia de proyectos. A lo que obtuvo como respuesta la no confrontación, el “yo no me engancho”, conmigo “paz y amor”. “No es mi fuerte la venganza”. Lo principal es la voluntad política del presidente.
Raymundo Riva Palacio, afirma: Hay un choque de dos proyectos de nación… ¿Cómo poder unificar después de la elección? R.- Hay que desterrar por completo la corrupción. – A Slim lo embarcaron con el aeropuerto. – Es ésta una elección de cambio de régimen, ¿crees que es una elección de ira? R.- No, es una elección de cambio, el pueblo está feliz, así están en Ciudad Madero, en Mante, Tamaulipas… porque están viendo una salida, una esperanza. El interlocutor puntualizó las pasadas fases alternativas de cambios prometidos que, al final, nunca han ocurrido como tales. – Si no logras persuadir al electorado para obtener las mayorías, planteas expectativas muy altas. ¿Y cómo lograrlo si no obtienes las mayorías?
Leo Zuckermann, lo interpeló acerca de gente próxima a él que no ha seguido su ejemplo irreprensible de honestidad, implacable anticorrupción y decisiva no-impunidad. R.- Aseverando: nada habrá fuera de la Ley, nadie por encima de la Ley. // “¿Se vale disentir? –R. ¡Claro que sí! Refiere que el grupo en el poder, la mafia en el poder… No quiere dejar el privilegio de mandar, ni deja de robar. Salinas es el padre de la desigualdad moderna. //– Pero, no los va a perseguir, candidato! –Y, respecto de la 4ª Transformación, cada una de ellas implicó una nueva Constitución. R.- No se trata de hacer una nueva Constitución, como en el pasado. A mediados del sexenio mandaré iniciativas para reformar lo que sea necesario. No será de inmediato, eso toma tiempo. –Por el abandono al campo se desató la violencia.
Joaquín López Dóriga. Refiere la confrontación con el Consejo Mexicano de Negocios, en su desplegado: Condenan… (lo que es un término muy fuerte, comenta). Es preciso reconocer… // Que es preocupante que denoste a quien no comparte sus ideas. R.- “No, safo”… no me engancho. ¿Cómo combatir las causas de la inseguridad? –R.- Los candidatos tienen una fascinación por el uso de la fuerza… Argumentan que es asunto de mediano y largo plazo, lleva tiempo. //No tarda, tomará dos o tres años. Dicen que la solución es coordinar a las fuerzas armadas y policías, pero no lo hacen, yo sí lo voy a hacer. Todos los días, a las 6 de mañana, yo me voy a reunir con los mandos… va a haber coordinaciones territoriales; va a haber resultados. –No como dice éste mentiroso… Anaya. – Voy a hacer 12 en 6 años, en jornadas de 12 horas diarias. – La consulta si me quedo o no como presidente será cada 2 o 3 años, quizá va a ser en las elecciones intermedias.
Carlos Loret de Mola interroga: ¿Elba Esther Gordillo es una mujer corrupta? –R.- Es un chivo expiatorio de la mafia en el poder; ellos se ensañan con la gente; una vez que les sirve, los desechan…. – ¿Qué de Alfonso Romo, nombrado como jefe de Gabinete? R.- Es un empresario ejemplar, muy distinto a otros… Bisnieto de Gustavo I. Madero; – otrora usted lo tachó de corrupto…R.- Todos tenemos altas y bajas, ahora no lo es. ¿Expropiaciones? No. //¿Empresas del Estado? Tampoco. //De los precios de garantía? //¿Avalará el TLC? – Vamos a producir en México, y dejar de comprar en el extranjero. Tal es el caso del maíz. –Vamos a buscar ser autosuficientes. //Tipo de cambio variable. –Independencia del Banco de México. –Los mercados son inteligentes. No como se equivocó el Gobernador del Banco de México al predecir la elección presidencial norteamericana como un ciclón de grado 5 sobre el país. No pasó nada.
René Delgado apunta: -Hoy un señalamiento tuyo sobre una persona es muy pesado. R.- La polarización es a veces necesaria para desenmascarar la simulación, por ejemplo del PRI-AN. – Yo tengo que informar, concientizar. – De llegar a la Presidencia de la República; especificando el “antes” y el “después” que habrá de instaurar una vez investido como candidato triunfante, no tanto al 1º de diciembre de este años, sino al 1º de Julio en que él se vea como triunfador de la elección. Pregunta: ¿Le tienes miedo a Andrés Manuel López Obrador? –R. Hay que superar la crisis… estoy buscando alternativas… Voy a llamar a la unidad; algunos no son empresarios, estos son traficantes de influencias. – ¿Te ves como un héroe, tú? // No soy héroe. – Aspiro a ser un buen presidente. Aspiro a realizar la 4ª Transformación de México, del tipo de la Independencia, la Reforma, la Revolución… Son expectativas muy altas. ¿No temes el fracaso? –Yo invito a los mexicanos, vamos a Hacer Historia. – Es mucho pueblo, y muy poco gobierno.
Creo que una gran mayoría de la población concurrimos en que esta elección 2018 significa el relanzamiento de una idea distinta de país, que implica la redefinición misma de nuestras prácticas y tendencias políticas, económicas, sociales y aun culturales.