- Generar ganancias no es la única finalidad de la innovación social, sino además participar en la lucha contra la pobreza y la protección del medio ambiente: Víctor Hugo Guadarrama
- El uno por ciento de los hogares más ricos del mundo poseen la mitad de la riqueza del planeta
¿Quién no desearía poder comprar un teléfono con la mejor tecnología posible, una computadora con gran capacidad, un automóvil autónomo o una vivienda inteligente con las mejores innovaciones tecnológicas?, a la gran mayoría de las personas les gustaría tener todas estas cosas, pero la pregunta es: ¿quién tiene realmente acceso a estos desarrollos?
“A nivel internacional se ha identificado que la innovación tecnológica es la generadora de un importante desarrollo económico, pero también es la causa de que cada vez crezca más la desigualdad entre la población”, expuso del doctor Víctor Hugo Guadarrama, integrante de proyectos estratégicos del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
En el taller: Etapas y acciones para la innovación social, impartido en Talent Land, realizado en Guadalajara, Jalisco, Guadarrama Atrizco, evidenció que el actual modelo económico de innovación tecnológica ha descuidado en la base de la pirámide al sector de la población con menos recursos, los más pobres, desprotegidos y la clase media, lo cual no tendría que ser así pues también representan una parte importante del mercado.
En torno a la desigualdad hay datos datos que resultan alarmantes, como que el 1 por ciento de los hogares más ricos del mundo poseen la mitad de la riqueza del planeta, según el Informe Global de la Riqueza del Credit Suisse Research Institute (CSRI).
Aunado a lo anterior, el 1 por ciento más rico de la población mundial acaparó el 82 por ciento de la riqueza generada el año pasado, mientras que la mitad más pobre no se benefició en absoluto. Ese 1 por ciento más rico recibió 762 mil millones de dólares, siete veces lo que se necesitaría para terminar con la pobreza del mundo, de acuerdo con el informe de OXFAM 2018.
“Lo que evidencian los datos anteriores, es que hay una terrible distribución de la riqueza en el mundo, las grandes empresas trasnacionales acaparan esta riqueza en forma desmedida y los que llegan a pensar en hacer desarrollos tecnológicos también lo hacen pensando para esas personas ricas, lo cual tiene que cambiar.
“La mejor respuesta para combatir la desigualdad se encuentra en la innovación social, la cual crea valor con y para las personas. Hacer desarrollos tecnológicos no es suficiente, se debe innovar aprovechando los conocimientos que están presentes en las comunidades, en las universidades y en la sociedad, es decir, hacer un diálogo entre saberes para aprovechar el conocimiento”, explicó Guadarrama.
En nuestro país, la definición que mejor describe a la innovación social y que fue elaborada por la Red de Innovación Social en México (REDIS), es aquella que consiste en la generación de nuevos productos, procesos, servicios o modelos, con impactos cuantificables y enfocados a solucionar problemáticas de interés público y donde el valor generado se distribuye en la sociedad y la empodera.
Los valores de la innovación social radican sobre todo en crear justicia, porque generar ganancias no es su única finalidad, la innovación social debe velar por los intereses del sector de la población más desfavorecido, y respetar el ambiente, entre otros temas, dijo el especialista.
Durante el taller, el doctor Guadarrama Atrizco puso en práctica un ejercicio en el que invitó a los asistentes a identificar los problemas sociales que experimentan en sus colonias, comunidades, y ciudades, a partir de los cuales pudieran surgir innovaciones.
Con información del Foro Consultivo