- La Ley Cultural de Aguascalientes tiene huecos y zonas grises; ciudadanos desconocen sus derechos culturales
- Instituciones se preocupan más por los números de beneficiarios que de la calidad de los programas
Según miembros del colectivo Autodefensa Artística Aguascatlán, los institutos culturales han sido ineficientes en garantizar el acceso a los derechos culturales de los ciudadanos de Aguascalientes quienes además, eligen no defender estos derechos.
Autodefensa Artística de Aguascacatlán es un colectivo compuesto hasta el momento por 18 personas como gestores culturales, artistas y en general ciudadanos interesados en el arte como Francisco Rangel Flores, a pesar de haberse graduado como asesor sicopedagógico, participa como vocero del proyecto que busca difundir al público en general la importancia de los derechos culturales.
El artículo cuarto constitucional, explicó Aldo García Perezchica, quien también fungió como vocero en la entrevista, prevé que todo mexicano tiene derecho a las artes y la cultura, por lo que es importante que todos tengan acceso a estos puntos tanto para su apreciación como de manera educativa, es decir, que todo mexicano reciba alguna formación en este sentido.
El artículo cuarto constitucional señala: “Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa. La ley establecerá los mecanismos para el acceso y participación a cualquier manifestación cultural”.
Por ello, se han derogado en los aparatos legales de cada estado leyes que buscan garantizar el cumplimiento de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos como en el caso de Aguascalientes con la Ley de Cultura publicada en 2010, que define las responsabilidades por ejemplo, del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA).
Esta ley, sin embargo, comentó Rangel Flores, está llena de zonas grises y se acerca más a garantizar el entretenimiento cultural que el realmente a instruir hacia las artes y brindar acceso a las mismas, “No en el sentido snobista de las artes, sino el acercamiento a la creación o producción artística con la gente”.
Según García Perezchica, independientemente de las imperfecciones o huecos de la Ley de Cultura del Estado, así como de su cumplimiento en un primer lugar es necesario que la sociedad conozca sobre las leyes que amparan sus derechos culturales.
Francisco Rangel apuntó que aunque resulta difícil saberlo sin un estudio bien armado, las personas de comunidades históricamente marginadas intuyen que tienen derechos culturales a pesar de no conocer la ley, sin embargo es necesario difundirla para que exista un interés en conocerla, “Creo que hay un desinterés generalizado independientemente del lugar, si vas a Bosques tampoco vas a saber”.
Las instituciones culturales, comentó Aldo García, los institutos culturales han cumplido hasta cierto punto en la difusión de los derechos culturales, pues a final de cuentas hay un interés que tiene que ver con cumplir números; es decir, que los eventos que organicen estén concurridos y que la gente hable de ellos, más que profundizar sobre la temática de los mismos, “Quizá no se profundiza demasiado en los eventos”.
García Perezchica recordó por ejemplo la desaparición del programa Proarte, un programa bien armado para la enseñanza del arte en las escuelas primarias con clases impartidas por artistas, “Esa formación de la arrebataron a la educación básica y en ese sentido adolece o incumple con calidad”.
¿¿Cuál es la propuesta?