- El activismo tendría que ser respetado como algo fundamental en la construcción de una sociedad diferente, tendría que tomarse como un trabajo de cuidado que busca observar, analizar, resignificar, incidir
La Jornada Aguascalientes presenta una serie de entrevistas a mujeres que hacen feminismo diario, donde hablan de sus posturas teóricas y prácticas, su quehacer, así como sus expectativas. Esta última entrega contó con la participación de las integrantes del OVSGA: Aura Silva Aragón, Sofía González, Luisa Fernanda Alcaraz Damián, Mariana Ávila Montejano, Claudia González Pineda, Violeta Sabás Díaz de León, Brenda Selene González Ramos
El objetivo en particular del Observatorio de Violencia Social y de Género, más que ofrecer acompañamiento, es presionar a las autoridades sobre sus obligaciones, no es decirles qué directrices deben seguir, sino que tienen obligaciones para cumplir con los protocolos, los manuales, pero no lo hacen. No creemos que sea falta de capacitación, anualmente reciben millones de pesos que se destinan a capacitación y no se ven reflejados porque no hay indicadores que garanticen que son eficientes, porque luego consisten en capacitar en perspectiva de género o cómo integrar carpetas y al momento en que se llevan a la práctica con el personal del primer contacto, con los ministerios, las policías, no se cumplen, entonces parece que es más falta de voluntad, y como no hay sanciones ni registro de que se hagan mal las cosas, pues realmente no les interesa. Entonces nuestro trabajo es estar con las familias en la exigencia para que las autoridades cumplan con su labor, porque luego la áreas no están en contacto con ellas, por ejemplo con las de personas desaparecidas, y en estos casos cualquier línea de investigación, de información por mínima que parezca es trascendental para encontrar a la persona, pero no, pueden pasar 4, 5, 6 meses, un año, sin que las autoridades tengan contacto con las familias y esto es una violación a sus derechos.
Nos damos cuenta de todas las deficiencias que hay y nos preguntamos cómo cambiar la perspectiva de las personas que trabajan dentro del sistema jurídico, litigando también se puede generar un cambio en quienes nos deben garantizar el acceso a la justicia y sobre todo transversalizar la perspectiva de género en todos los espacios para que sean lo menos violentos, porque no existe luego el interés superior del menor, o que dentro del Poder Judicial la revictimización está muy normalizada, no asumen que lo están haciendo. Antes que las capacitaciones para sensibilizar se necesitaría un proceso de formación, vemos que en las universidades, en las carreras de Derecho, hay un enorme desinterés por los derechos humanos, no hay clases de género, hay sólo una clase básica en derechos humanos pero no hay algo en la universidad que sensibilice, las y los profesores a veces no tienen ni idea. Es obvio que las aulas de clase no lo son todo, pero por ahí empieza la sociabilización en estos temas e incluso no son comunes materias en medio ambiente o derecho agrario, ahora todo está encaminado al derecho mercantil o financiero, fiscal.
Uno de los objetivos de los Observatorios en lo nacional es sistematizar información. Todos los días estamos bombardeadas con información y no nos funcionó ser un ente que sólo sistematice y dé recomendaciones, que es por lo que nacen los Observatorios en lo nacional. Nos llegan muchos procesos de pensión alimenticia, divorcio y violencia física, de género, violencia familiar, que es como lo cataloga el centro de justicia, el ente de procuración de justicia en Aguascalientes, y de esos nos llegan 3 o 4 casos diarios y no los podemos acompañar a todos, porque nosotras tenemos la certeza de que no somos un despacho, ni siquiera tenemos tantas abogadas para llevar todos los casos, no podríamos hacer todo este trabajo. Acompañamos a mujeres que han pasado por muchas estructuras y no han tenido resultados, nadie les cree. A pesar de que vemos que hay procesos que nos puede afectar en lo personal lo hacemos, sería incongruente dejarlas solas.
Mujeres organizadas
En un inicio se fomenta la creación de estos observatorios para únicamente analizar la violencia contra niñas y mujeres, hubo una discusión fuerte en el ámbito nacional desde el feminismo comunitario sobre qué pasa con lo que viven niños y adolescentes. Más que una discusión fue sentarse a analizar si se iba a apoyar y acompañar a los que fueron llegando, pero de inicio el Observatorio no se cuestionó si le iba a entrar o no, tuvimos algunas críticas, sí, la mayoría de los casos son con niñas, mujeres, mujeres trans, sin embargo, vemos cómo se teje el que la violación a los derechos humanos impacte de manera diferente a las familias, a las mamás, a los papás, a las hermanas y hermanos. Definitivamente las discusiones sobre si entramos o no a ciertos casos tienen más que ver con la delincuencia organizada.
El acompañamiento con las familias inicia desde las denuncias por desaparición, por muerte violenta y violencia sexual, principalmente, así empezamos a catalogar las similitudes que hay, las omisiones de las autoridades, las violaciones a los derechos humanos y a partir de eso es que nos sentamos con ellas y les decimos: las personas que tú representas, tú, la voz de los ministerios públicos, de los peritos, no están cumpliendo. Sí hemos logrado tener diálogo con algunas autoridades pero eso no necesariamente ha aterrizado en alguna respuesta favorable para las familias o para los procesos, entonces tenemos que buscar otros caminos, como con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la Comisión Nacional, incluso trabajar en red con otras organizaciones, con grupos de especialistas, la Suprema Corte, que ha jugado un papel importante en el trabajo que hace el Observatorio.
Entonces el acompañamiento inicia desde que recibimos una llamada o cuando nos acercamos y marcamos números para contactar a los familiares de personas desaparecidas o en casos de feminicidios, hasta la finalización del proceso. Nosotros acompañamos para que la autoridad vea que no están solas y para que las personas sepan que no están solas. También creemos que todo proceso tiene un resultado, nada se queda como que no funcionó, luego pensamos “para qué denunciamos esto si no se investiga”, pero nosotras hemos comprobado la importancia de los antecedentes para denuncias posteriores, el que una persona decida denunciar y perder todo el día en estos procesos tortuosos y burocráticos que existen en México, probablemente en ella no va a impactar para obtener justicia, pero sí en otra mujer en algún momento, entonces siempre creemos que impacta, no en términos institucionales de metas o indicadores, que no los tienen, sino en la manera cotidiana y así marcar agenda en las políticas públicas. Cuando tenemos acercamiento con grupos que han sufrido violencia, lo primero que buscamos es que identifiquen que sus derechos han sido violentados, porque sucedió algo que destapó violencias, reconocerse como una persona que fue víctima es un proceso que puede tardar muchísimos años, entonces ahí debemos avanzar, buscar que se organicen esas personas, es poner el tema sobre la mesa pero ver qué vamos a hacer, qué alcances tenemos como grupo, como sociedad, a nosotras nos ha funcionado incomodar para mover a las personas que debieron hacer algo y no fue así. Nosotras no tenemos respuestas para las que han sido violentadas, ellas mismas deben buscar empoderarse para que puedan denunciar, es muy importante asumir que hay una diferencia abismal entre una igualdad formal y una igualdad real, abismal, porque las leyes son hermosas, todos somos iguales, pero en la procuración de justicia no.
Activismo
No es que tengamos el objetivo de ser progresistas, es incidir, hay responsabilidades que tenemos que cumplir, como en el tema del matrimonio igualitario que al menos a través de un amparo hay parejas que ya pueden realizarlo, o los señalamiento de la Suprema Corte de Justicia directamente a la Fiscalía del estado: “esto estás haciendo mal, esto no lo hiciste, esto es obligatorio que lo hagas”, en el caso de rectificación Yovanna con una línea de feminicidio, por eso es un amparo único, como pocos en el país, sabemos que va a impactar al menos en los procesos de feminicidios, aunque nos viene la frustración porque nosotras esperábamos que esto hiciera tambalear los procesos al menos hace 20 años en feminicidios en Aguascalientes, en nuestra lógica se debería de estar cuestionando todos estos procesos, sin embargo, el alcance mediático y el abordaje de las instituciones fue el particularizar el caso, cuando este proceso destapa todo lo que ha estado sucediendo en la estructura y así moverla, pero no pasa así. Se van a perder muchos indicios en este caso en particular pero por lo menos hay que aprender de ello.
En cuanto a recibir recursos no hay nada, cada una de nosotras tiene su trabajo, lo poco que gestionamos no tiene que ver con el estado, viene de fondos federales e internacionales y se van en la operatividad. Sabemos que hay un fondo municipal, estatal y del Congreso pero fue algo que discutimos y tomamos la decisión de trabajar con recurso federal e internacional, aunque es un discurso peligroso, porque bajo ese supuesto las organizaciones que reciben dinero estatal o municipal de manera cotidiana estarían justificando que el estado no hiciera su trabajo porque no son libres, porque en qué momento recibir recursos para trabajar en lo que debería trabajar el estado te ata de manos o te tapa la boca, esto no puede ser una justificación, nosotras decidimos no entrarle porque nuestros objetivos no son metas medibles, y en la dinámica de los recursos estatales tienes que estar entregando resultados y volver los procesos de las personas números como si fueras una empresa. A veces no tenemos tiempo, pasamos 8, 9 horas en denuncias, revisando documentos, algunas en audiencias, en acompañamientos, una de nosotras tendría que dedicarse solo a dar respuesta a estas dinámicas institucionales, que justo lo que buscan es que las personas más allá de estar acompañando estén especializadas en bajar recursos del estado, que no está mal, está chido por las que lo pueden hacer, pero nosotras no podemos entrar a esta dinámica. Hemos apostado como mujeres organizadas a tener nuestros trabajos, que si lo vemos desde otro lado sería explotación, el activismo tendría que ser respetado como algo fundamental en la construcción de una sociedad diferente, tendría que tomarse como un trabajo de cuidado que busca observar, analizar, resignificar, incidir y posicionarse en el ámbito nacional, lo mismo pasa con otras compañeras en el país, súper comprometidas en el tema de migración, trabajo sexual, un montón que no tienen ningún tipo de apoyo, y nosotras no estamos forzando a que cambien las cosas, se tienen que replantear y buscar la manera de salir adelante.
De la Colectiva Feminista al Observatorio
Empezamos a cuestionar desde muy jóvenes, al menos algunas de nosotras, desde la universidad empezamos a generar espacios de discusión e iniciamos la Colectiva Feminista, hace 10 años que se formó, podemos decir que la Colectiva es la madre del Observatorio, que inició en el 2014. Nada fue planeado, no hemos seguido recetas, miramos el trabajo que hacen otras mujeres en otros estados, sin duda Las Libres fueron muy importantes para plantearnos las clínicas, que nos las exigíamos desde el 2011, no nos imaginamos que nosotras generaríamos las clínicas, pedíamos que alguien, otras, las grandes las crearan, nunca creímos que seríamos nosotras las que llevaríamos a cabo.
Para otras está la influencia en la universidad a partir de otras compañeras, cuando nombraba palabras como sororidad, patriarcado, feminismo, llamaban la atención, incluso hasta asumir la lesbiandad, saberse violentadas por ser mujer pero también por ser mujer lesbiana, empezar a trabajar la deconstrucción, desde el lenguaje violento en mí u otras personas, poco a poco vimos cambios, nuestras madres acompañándonos en las marchas, hablando de feminismos aunque no se nombren feministas, aunque todo lo que han hecho en su vida haya sido feminismo, que nos pidan condones para repartir, información para difundir sobre cómo abortar, es impresionante. El feminismo hace que te acerques a todas las mujeres importantes en tu vida.
Sororidad
Los mujeres son las que nos han acercado al feminismo, nosotras nos cuestionamos muchas cosas pero no las nombramos hasta que alguien llega y te dice “mira, existe esto”, te da una lectura, y te dice hay otras mujeres que se están organizando y se llama feminismo y, boom, es el mejor regalo de vida para una mujer, y ya de ahí vas caminando y decides cuál feminismo vas a seguir o en qué momento te representa cada uno, en qué momento decidimos ser separatistas, comunitarias, en que momento también somos muy radicales como Observatorio, porque hasta que entramos en eso vemos la necesidad del separatismo, de la postura abolicionista o del trabajo sexual.
Es algo que se ha ido construyendo, es dejar de vernos entre mujeres como competencia, esa es una base del patriarcado, el disputarse al macho, es tan biologista y violento, el feminismo ha logrado eso, es decir, está chica está pasando por eso, voy a hablar con ella, qué necesita, incluso sin considerarse feministas, estas alianzas que se van tejiendo para ayudar a otras. Aunque no siempre logramos empatizar con otras mujeres, tenemos diferencias fuertes con algunas que se nombran feministas, pero también la sororidad la podemos ver desde otro ángulo, gracias a la sororidad es que estamos aquí, pudimos estudiar, lo que hicieron otras que no nos conocieron y que jamás vamos a conocer, jamás vamos a conocer sus nombres, seguramente lo que podamos hacer hoy va a impactar a las niñas que van a nacer en 15 años, hemos ido trabajando por la lucha de nuestros derechos y eso va a impactar a otras, no solo a mis amigas, sino más allá de tus grupos de paz donde dices aquí me entienden, si hay una mujer en el trabajo que necesite ayuda, o en una fiesta donde esté tomada y la están agrediendo. El feminismo es eticidad, cómo piso la tierra, cómo construyo mis relaciones con las mujeres y con los hombres, porque finalmente son vínculos que nos conectan a todas y a todos. Lo hemos comentado, habrá muchas mujeres que no estén de acuerdo con la labor que hacemos e incluso hasta nos golpeteen de cierta forma, pero si sabemos que las están agrediendo, nosotras las vamos a respaldar aunque no compartamos lo que hagan. Debemos también observar y no olvidar a todas aquellas que se atrevieron a alzar la voz
Hombres en el feminismo
Es obligación del Estado reeducar a los hombres, el Estado es quien les está diciendo tú puedes violarla, tú puedes matarla, es tu propiedad, el estado tiene que proporcionar las herramientas para deconstruir, en ningún momento es obligación de las mujeres, dejemos de pensar eso de qué podemos hacer las mujeres para que no nos violen, el Estado debe empezar a trabajar con los hombres. Luego sí medio se asumen feministas, qué bueno, pero que lo compartan entre ellos. Nosotras ya estamos haciendo montón, poner las cosas sobre la mesa y hacer que se cuestionen sus omisiones desde la autoridad y relaciones de poder, porque cuando nosotras apenas nos nombramos ellos ya están en esos lugares, el Estado sostienen las estructuras y las relaciones de poder, no nos toca a nosotras, nosotras también fuimos formadas en esa burbuja de violencia y poco a poco vamos saliendo de ella con un chingo de trabajo como para todavía tener que educarlos a ellos, tienen un montón de chamba, tenemos que luchar todavía con sus resistencias, ellos son los primeros que cuestionan el porqué no hay día del hombre, por qué no hay hombricidios, todas esas tonterías que hacen sin cuestionarse. Los hombres no son feministas, tal vez aliados, se nota cuando un hombre entendió la teoría de género pero se nota más cuando es congruente, porque se la pueden aprender muy bien pero si no reflexionan, no la llevan a sus espacios y solo se la pasan queriéndonos convencer o protagonizar. Aunque también debemos cuestionarnos si son aliados, es asumir que nos están apoyando, que nos respaldan, es como el que lava los trastes que cree que ayuda, pero esa es su chamba también, no se avientan contra esas resistencias, se felicitan entre ellos por ser los mejores aliados.
Feminismos en Aguascalientes
Pensar que el feminismo tiene una meta es no entender el feminismo, porque es una forma de vivir, de analizar, es ética, es filosofía, como te relacionas, como te cuestionas, cada una lo camina de manera diferente, porque aunque se alcanzara la igualdad, aunque todos cambiemos nuestras maneras de relacionarnos, de trabajar, de preguntarle al sistema, de incidir, entonces no tendríamos que hacer ideologías, que todos abramos la boca y exijamos, la construcción individual bajo una eticidad para construir sociedad, incluso tendríamos que cuestionarnos cómo convivimos con el medio ambiente, con las otras especies, con todo.
En el feminismo de Aguascalientes hay muchas luchas que no son visibles tal vez, mujeres que luchan por su comunidad, que hacen trabajo de maquilas, la maestra Chuyita que siempre está al pie del cañón, las maestras que se unen y se posicionan aunque no sean feministas, no tienen que ser las pop star feministas, las señoras de las tienditas, de las farmacias, y organizadas ahí está el Colectivo Raíz, se está gestando algo bien padre en la Autónoma que tiene que impactar en mujeres que egresen y se cuestionen todo, que avanza mucho la construcción de espacios y que no pertenecen a ningún gremio, ni en los medios ni muy visibles, del otro lado están los grupos que viven de la perspectiva de género, pero que no hacen feminismo, aunque ese es otro rollo. Justo esto de las clínicas impactó en el trabajo de otras mujeres y se ve en el trabajo que hacen en sus escuelas, en sus empresas, lo que organizan impactan en avances importantes.