- En Jesús María les cobran cuota por dejarlos pasar, han sido asaltados y agredidos con arma blanca
- En la capital, la zona oriente y delegación Insurgentes siguen siendo un foco rojo, por lo que choferes no quieren cubrir esas rutas
Por el problema de inseguridad que aqueja en el municipio de Jesús María, choferes de transporte colectivo se resisten a cubrir las rutas que comprenden este destino; el líder sindical de los trabajadores de Autotransporte Urbano, Roberto Mora Márquez, apuntó que esta problemática se ha incrementado en los últimos años, por lo que urgen a que se privilegie la vigilancia por parte de las autoridades municipales.
Detalló que en el municipio capital, prevalece el problema en la zona del oriente, así como en colonias plenamente detectadas como López Portillo, Insurgente y San Pedro, sin embargo, no pueden dejar de brindar el servicio, y lejos de disminuir esta grave situación, aseguró que se ha extendido a otros puntos de la ciudad, por lo que en la noche circulan con mucho cuidado y a la expectativa de quién se sube a la unidad; “los taxistas a veces hasta escogen su pasaje, nosotros no lo podemos hacer, transitamos con el mayor de los cuidados y en los puntos está detectado y muy arraigado el pandillerismo”.
Refirió que si bien se les ha dado la orden de Atusa de evitar aquellas colonias donde son víctimas de agresión, robo o daños de los camiones, es imperante que se pongan cartas en el asunto, ya que, de continuar esta situación, cada vez serán más limitadas las rutas en las que se sientan seguros.
Enfatizó que estos casos se dan dos o hasta tres veces por semana; en lo que compete específicamente al municipio de Jesús María, les cobran derecho de paso, es decir que hay pandillas que se dedican a monitorear las rutas y cada vez que pasan por la calle en la que se encuentran, les cobran de cinco a diez pesos por permitirles el paso; han sido víctimas de robo y asaltos.
Refirió que, si bien la “cuota” puede parecer mínima, esto se cobra por cada unidad, en cada recorrido que hacen y de forma diaria, por lo que implica un importante desfalco para los choferes, así como por el riesgo que corren; “es un robo; los compañeros ya no quieren entrar a Jesús María, por el problema de inseguridad, han golpeado choferes, los han agredido con arma blanca, les bajan todo su dinero”.
El líder sindical urgió a las autoridades competentes a que se redoble la vigilancia y que se garantice mayor seguridad a los choferes, ya que, de dejar de brindar el servicio, los más perjudicados son quienes requieren del transporte diario para llegar a sus lugares de trabajo y estudio.