Aguascalientes, la entidad con la mayor proporción de asesinatos ligados al crimen organizado

• De acuerdo al IDD-Mex 2017 la entidad descendió en cuanto a niveles generales de paz
• Las elecciones son la oportunidad para que se ponga en debate la agenda pendiente del desarrollo democrático

De acuerdo a los resultados del Índice de Desarrollo Democrático en México 2017, Aguascalientes ocupa el segundo lugar en el ránking nacional con lo cual se posiciona con 9 mil 201 puntos en los mejores escaños de esta métrica, tras dos años de haber ocupado el cuarto lugar; entre 2015 y 2017 su valor aumentó más de un 15 por ciento, lo que le permite mantenerse en la clasificación de entidad con alto desarrollo democrático.

Pero no en todos los aspectos considerados en el estudio obtuvo estos alcances, ya que en la dimensión Democracia de los Ciudadanos, el estado descendió con respecto al índice anterior. En Democracia de las Instituciones, la entidad mejora con una calificación de 5 mil 980 debido a mejores resultados en los indicadores de Percepción de la Corrupción y Accountability. En la Democracia Social mejora respecto de 2015, con un crecimiento de más del 21 por ciento, aunque no mejorar su lugar en el ránking. En Democracia Económica, Aguascalientes mejora su puntuación en más del 27 por ciento con respecto al 2015, lo que le permite mantener su condición de entidad con alto desarrollo democrático, pero el consultor de PoliLat, Jorge Arias, reconoce que estas cifras no son satisfactorias para las expectativas que se tienen en materia de transparencia, democracia y combate a la corrupción en el país.

El estudio detalla que en la dimensión Democracia de los Ciudadanos, el valor es de 5,166, del cual las categorías que ameritaron su baja valoración fueron derechos políticos y el resultado de género en el gobierno; con este resultado desciende al vigésimo lugar de la tabla, perdiendo ocho posiciones con respecto al 2015.

Según el índice de Paz México, en 2016, Aguascalientes ocupó el lugar 11 entre los estados de la República en cuanto a niveles generales de paz, descendiendo cuatro lugares desde el 2015, cuando se ubicaba en séptimo lugar. A pesar de este descenso, Aguascalientes ha mantenido una calificación estable en el índice IDD-México 2017 desde el año 2011 y en general mantiene un nivel bajo de violencia en relación al promedio nacional.

La entidad mantuvo su tasa de homicidios entre 2012 y 2016 entre 3 y 3.5 homicidios por cada cien mil habitantes, cifra muy inferior al promedio nacional que, en 2016, fue de 16.81 homicidios por cada cien mil habitantes; así se colocó como el segundo estado con la menor tasa de homicidios del país; sin embargo, el dato que preocupa es que ha sido la entidad con la mayor proporción de asesinatos ligados al crimen organizado.

Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública 2016, Aguascalientes registró una tasa de víctimas de delitos de 30 mil 721 víctimas por cada 100 mil habitantes. El número de víctimas aumentó significativamente en el año 2014 cuando pasó de 26 mil 784 a 33 mil 376 por cada cien mil habitantes, así que ha descendido desde ese entonces, aunque sin alcanzar los niveles que existían antes de 2014.

Sobre la Democracia de las Instituciones, la entidad recibió una calificación de cinco mil 980 debido a mejores resultados en los indicadores de Percepción de la Corrupción y Accountability, aunque su carencia de avances en el resto de las variables, hace que Aguascalientes aún obtenga una calificación de desarrollo democrático medio, a pesar de mostrar un crecimiento de más del 15 por ciento.

El consultor enfatizó que al ser 2018 un año de elecciones en el país, se desplegarán innumerables propuestas desde todos los sectores políticos, con la intención de captar la voluntad ciudadana., por lo cual es una excelente oportunidad para que en cada entidad se ponga en debate la agenda pendiente del desarrollo democrático y para que las fuerzas cívicas y sociales demanden soluciones a los problemas pendientes. “Esperamos que este trabajo resulte un aporte a la discusión política sobre bases objetivas y un esquema apropiado para medir el desarrollo de las políticas y el cumplimiento de las plataformas electorales”.