- En criminalística hay insectos, como las moscas, que pueden ayudar a determinar dónde falleció una persona y en qué fecha -más o menos- conforme a las larvas y pupas que van dejando en el cuerpo
Desde hace más de 45 años, Jesús Puente Casillas ha dedicado su vida a la recolección y estudio de los insectos. Su interés comenzó cuando estudiaba la secundaria. Al principio, hacía pequeñas vitrinas donde colocaba abejas (Apis mellifera), hormigas (Formicidae), moscas (Muscidae) y cucarachas (Blattodea), las especies más comunes en el hogar. La gente se interesaba por esa colección aunque era muy pequeña. En la preparatoria presentó otra con 35 especies.
Estudió la carrera de taxidermia. En su tesis, llevó una pequeña colección de insectos de la Ciudad de México, entre grillos (Gryllidae), cucarachas y moscas, que generó mucho más interés que otros trabajos realizados en mamíferos, aves y reptiles de sus compañeros, lo que le motivó a documentarse más, estudiar, comprar libros y, finalmente, estudiar la carrera de entomología en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Puente Casillas destacó el cómo, con el apoyo de su familia y otros entomólogos nacionales y extranjeros, ha integrado una colección de más de dos mil 600 ejemplares, la cual exhibe en su Museo Bichos e Insectos Querétaro, y de forma itinerante, donde gente de todas las edades tiene la oportunidad de conocer más acerca de estos seres y su papel en los ecosistemas, a través de charlas explicativas y el contacto directo.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo se realiza este trabajo de recolección y conservación de insectos?
Jesús Puente Casillas (JPC): El manejo del insecto no nada más es tomarlo y ponerlo en una vitrina, lleva varias técnicas de proceso para su conservación. Las más difíciles de manejar son las mariposas e insectos pequeños, como moscos (Culicidae) y moscas, principalmente por las alas y antenas que son muy delicadas. En ese sentido, todos los insectos son importantes respecto a su manejo, todos tienen detalles que deben ser manejados por personas tranquilas, con mucha destreza. Es una labor que requiere mucha paciencia.
AIC: ¿Por qué concientizar a las personas sobre la existencia de los insectos?
JPC: Tienen una gran importancia a nivel mundial, muchos de ellos son polinizadores o controladores biológicos. En el caso de México, contamos con 504 especies comestibles. Lamentablemente existen mitos sobre algunos de ellos, porque se piensa que son malos. Hay gente que cuando ve una abeja la mata, sin estar consciente de que ese pequeño ser vivo, a través de la polinización, aporta a la reproducción de plantas que generan el oxígeno.
Por ejemplo, en criminalística hay insectos, como las moscas, que pueden ayudar a determinar dónde falleció una persona y en qué fecha -más o menos- conforme a las larvas y pupas que van dejando en el cuerpo. También tenemos moscas cuyas larvas pueden sacar la sangre de una persona en descomposición. En algunas partes de Asia, se manejan hormigas soldado para cauterizar heridas de tres o cuatro centímetros; por medio de las mandíbulas se puede hacer la cicatrización sin utilizar hilo de costura.
AIC: ¿De qué especies se compone su colección de insectos?
JPC: Contamos con una colección de dos mil 600 especies, entre ortópteros, dípteros, dictiópteros y lepidópteros, que van desde mariposas -diurnas y nocturnas-, grillos, saltamontes (Caelifera), libélulas (Anisoptera), cucarachas, chinches de campo (Spilostethus pandurus), chinches acuáticas (Belostoma elongatum), una gran colección de arácnidos, escorpiones y alacranes. Esta colección la hemos ido enriqueciendo con el apoyo de otros entomólogos, tanto de México como de otras partes del mundo, con quienes hemos establecido redes de cooperación.
En la exposición, que coordina mi hija Paola Puente, contamos también con algunas especies vivas de tarántulas (Lycosa tarantula) y de cucarachas de Madagascar (Gromphadorhina portentosa) para que los visitantes puedan tocarlas e ir venciendo los miedos que tienen de ellas. Uno de los problemas que existen en la actualidad es que, por el Internet, todos nos volvemos ‘entomólogos’ y pensamos que cualquier araña es peligrosa cuando, en realidad, de las 43 mil especies que existen a nivel mundial, menos de uno por ciento es de consideración médica.
AIC: Además de su museo, ¿han presentado esta exposición en otras partes?
JPC: Sí, hemos hecho exposiciones en lugares importantes como el Centro de Ciencias Explora, de León, Guanajuato; el museo Descubre, en Aguascalientes; el Museo de Ciencia Arte y Tecnología El Rehilete de Pachuca, Hidalgo, y el Museo del Péndulo, del Centro Educativo y Cultural del Estado Manuel Gómez Morín, con el apoyo del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (Concyteq).
AIC: Es común que en ocasiones las personas se encuentran insectos en sus casas o jardines y que, en una primera instancia, pudieran resultarles peligrosos o inquietantes, ¿qué recomienda que deben hacer en esos casos?
JPC: Nosotros pedimos a la gente que si llega a encontrar un insecto extraño en su casa o jardín, le tome una fotografía y la envíe a nuestra página de Facebook, Museo Bichos Querétaro, donde contamos con entomólogos que pueden identificar la especie y su posible peligrosidad. También recomendamos que, de ser posible, atrapen al insecto en un bote, poniendo un cartón por debajo, para devolverlo a su medio ambiente.
Los insectos no son malos en sí, solo que en ocasiones buscan defenderse de nosotros. Hay que entender que no somos su comida; muchas de estas especies aportan un control biológico en nuestras casas y jardines, pues se comen a otros insectos más pequeños.
AIC: ¿Qué recomendaciones podemos dar a las personas para promover una mejor interacción con los insectos que existen en su entorno?
JPC: Si queremos evitar la presencia de estos insectos en el hogar, es importante no generar las condiciones para su establecimiento. Las cucarachas, que provienen de alcantarillas y que son tan repulsivas para nosotros, encuentran en nuestras casas y patios condiciones adecuadas de alimentación y humedad, por lo que es importante no tener llantas con agua acumulada, materiales de construcción o alimentos a la intemperie, que pueden resultar atractivos no solo a cucarachas, sino a otras especies.
Con información de Israel Pérez Valencia y Agencia Informativa Conacyt