- Pesos decisivos en el tema del agua no cuentan con conocimiento de políticas públicas y se ocupan de las campañas
- La alternativa en la problemática del agua es que la ciudadanía se involucre
Cada seis años se reinventa las actualizaciones de programas sectoriales correspondientes al tema del agua, sin embargo, siempre en ese rompecabezas y por eso siguen faltando piezas, expuso Saúl Flores, maestro Saúl Flores, candidato a doctor por la Universidad Complutense de Madrid, y especialista en políticas hídricas.
Señaló que ha hecho falta el compromiso de continuidad por el sector gubernamental, ya que lamentablemente quienes están en los puestos decisivos, inclusive en mandos medios, son quienes se ocupan de las campañas políticas, y la mayoría de las ocasiones no se tratan de personas que no cuentan con una trayectoria o conocimiento de la política pública.
“Podría decir que si al menos se siguiera un 90 por ciento de todos los planes y programas sectoriales que se han elaborado, estaríamos del otro lado, si no de la mejor manera, sí existirían avances considerables”, expuso el también catedrático.
Una de las manera de dar solución a los múltiples problemas del agua, que en el caso de Aguascalientes se trata de la escasez efectiva del recurso y de la gobernanza, la alternativa ante estos escenarios es que la ciudadanía se involucre, y en el caso del vital líquido se habla de usuarios, ya sean domésticos, agrícolas o industriales; pero igual es necesaria la participación en la solución del problema de manera corresponsable.
“Los usuarios aún se encuentran de una manera aletargada, pero hay quienes, en otros estados de la República, que ya se han decidido por una mejor organización, en especial en el sector agrícola porque ahí es donde más pesa. Sin embargo, en el sector doméstico también hay casos en los que ya no consiguen agua y no hay de otra”, explicó Saúl Flores.
Recordó que cuando en 1992, con la publicación de la Ley de Aguas Nacionales, se habló de descentralizar y crear comisiones en los estados, no en forma de secretaría, sino de organismos públicos descentralizados, con autonomía, sin necesidad de seguir toda una pirámide jerárquica con el presidente el gobernador. Además, como todo organismo descentralizado debe estar presidido por una junta de gobierno como órgano máximo, y cuando hay sensibilidad se convoca a personas de la sociedad civil, sin embargo, muchos organismos no lo hacen por temor, y prefieren conservar ese coto de poder y se excluye a los representantes ciudadanos.
Un ejemplo de ello en esta entidad es la desaparición del Instituto del Agua de Aguascalientes (Inagua), que era un organismo público descentralizado, y al fusionarlo con la Secretaría del Medio Ambiente es colocarlo en un esquema centralizador y perder la oportunidad para que una junta de gobierno, con representantes industriales, académicos y de la sociedad civil apoyen en la toma de decisiones y bajo criterios de políticas públicas.
Mucho bla bla. Nada de acuerdos y soluciones.