Desaparecer el Inagua fue una decisión equivocada: Alex Caldera
El agua es un tema de fácil politización en todo el país
El tema del agua en Aguascalientes es más allá de si está o no concesionada, ya que tiene que ver con una crisis efectiva de escasez, con un acuífero abatido desde hace muchos años y que plantea la necesidad de soluciones inmediatas y que rebasa la visión del municipio, y por ello debe coordinarse con otras autoridades.
Alex Ricardo Caldera Ortega, director de la división de Ciencias Sociales y Humanidades del Campus León, de la Universidad de Guanajuato, y experto en la investigación sobre temas del agua, consideró lamentable que el gobierno estatal haya desaparecido el Instituto del Agua (Inagua), al considerarlo una decisión equivocada, ya que es necesario tener una visión más integral de la problemática del agua en Aguascalientes: “Integral en cuanto a involucrar varias aristas del problema, no sólo de cómo se extrae el agua para que llegue a los grifos, sino que es necesaria la gestión del recurso para otros usos también sean corresponsables con la situación, al hablar del uso agrícola, el industrial, el cual hace no sólo que crezca la crisis de la escasez, sino también la contaminación”, expuso el académico.
Detalló que la forma en la que estaba planteado el Instituto del Agua como ente descentralizado, y que ahora se fusionó con la Secretaría de Medio Ambiente del Estado, tenía la oportunidad de tener una base participación ciudadana, a través de un consejo directivo, así como la participación de otras instancias federales que la propia ley consideraba como los consejos de cuenca, de Aguas Subterráneas, además de los organismos operadores de agua, los industriales y campesinos que cuentan con una concesión; pero ahora con la fusión se elimina la posibilidad de una mesa de diálogo y por ende de una solución negociada.
A escasos cuatro años en los que se habrá de negociar si continúa o no Caasa con el servicio del agua en la ciudad capital, se debe estar preparando el terreno para un diagnóstico efectivo de estos casi 30 años con la concesión, pero sobre todo poner sobre la mesa las posibilidades y alternativas que existen para el 2023; al señalar que ha sido más el discurso de la actual administración en este tema que el interés de presentar una solución acompañada de expertos y ciudadanos, y subrayó que aún se está a tiempo de hacer las cosas de manera distinta.
“Los tiempos políticos y administrativos a veces son más cortos que las soluciones que demanda la ciudadanía”, manifestó el investigador social.
Expuso que este recurso se ha convertido en fácil de politizar, no sólo en Aguascalientes sino en todo el país, aunque las soluciones y los abordajes de los funcionarios y candidatos no cuentan con la suficiente profundidad que abone a presentar soluciones viables.
El agua en la entidad ya va para tres décadas que durante las elecciones es “moneda corriente” y en el año de 1995 fue central y de alguna una y otra manera no ha dejado de serlo, aunque además se trata de un tema del que los candidatos de manera ineludible deberán plantear.
“Lamentablemente en México en general, y en Aguascalientes, no ha sido la excepción, los candidatos hablan del agua porque les reditúa ciertas posiciones, pero nada solucionan en realidad a la hora que son gobernantes; inclusive aquellos que llegan sus representantes a los congresos, aunque no hayan ganado las elecciones, tampoco presentan procedimientos loables”, apuntó el politólogo.