- El diseño del sistema de salud integrado por el IMSS, el Issste, Salubridad, Seguro Popular, Pemex, Fuerzas Armadas y el sector privado impide que se homologuen la prevención, el diagnóstico y el tratamiento
Un Registro Nacional de Cáncer con base poblacional y no segmentado entre instituciones de salud es necesario para tener “la realidad” de la enfermedad en el país, lo que a su vez, permitiría crear un programa integral de atención, indicó Abelardo Meneses, director del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
“México es un país con una alta densidad de población -alrededor de 125 millones de habitantes- y consideramos que este tipo de registros (no segmentados) deben de situarse estratégicamente en diferentes puntos del país (…) en donde se pueda dar seguimiento a todos aquellos que sean diagnosticados con cáncer y que pertenezcan a cualquier institución”, explicó el especialista en entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
A la fecha, se realizan esfuerzos en estados como Yucatán, Jalisco y Baja California Sur, sin embargo, es importante que esto se haga en el ámbito nacional para tener un mejor conocimiento de la patología y poder homologar los tratamientos.
“Al conocer cuál es la carga de la enfermedad, podremos dar paso a lo que hemos venido luchando durante años y que con la Cumbre Mundial de Líderes en Cáncer enfatizamos, el Programa Integral de Prevención y de Control de Cáncer, que nos va a llevar a homologar lo que queremos en prevención, en diagnóstico, en tratamiento, en cuidados paliativos, en rehabilitación, en investigación y en financiamiento”, reiteró el doctor Meneses.
Pero un tratamiento igualitario no es el único beneficio que este registro puede tener, sino también explotar la tecnología e infraestructura con la que cuentan los centros especializados de atención para fomentar más investigación: “El cáncer, al ser una enfermedad compleja en donde los pacientes llegan en etapas avanzadas, el tratamiento es muy costoso. La innovación que existe en cáncer ha avanzado mucho en el mundo, entonces queremos tener acceso a ese tipo de tecnología y que nuestros pacientes gocen de ese beneficio, tenemos que buscar mayores presupuestos, mayor incorporación de la enfermedad a gastos catastróficos, gestionar programas especiales en la Cámara de Diputados, hacer promoción de la enfermedad para jalar recursos y ayudar al paciente y a su entorno, a la familia”.
Lo más importante son los pacientes, noción que en muchas ocasiones se pierde entre los trámites, presupuestos y burocracia.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico