- Presentación del libro El Conflicto del Agua, Política, Resistencia y Demanda Social
- Una de las razones por el que la gente lucha tiene que ver con este doble desequilibrio: la producción de pobreza y la destrucción ambiental: Karina Kloster
–¿Entonces se va a acabar el agua? Preguntó la alumna de un grupo de preparatoria asistente a la presentación del libro El Conflicto del Agua, Política, Resistencia y Demanda Social.
–Yo preguntaría: ¿queremos que se acabe el agua?, si la respuesta es no, ¿qué vamos a hacer?- Respondió la doctora Karina Kloster, coautora de la publicación El Conflicto del Agua, Política, Gestión, resistencia y demanda social, durante en la sesión de preguntas y respuestas.
Raúl Pacheco-Vega, quien fungió como moderador de la mesa, dio inicio a la presentación de este trabajo multidisciplinario, cediendo la palabra a miembros de su equipo de Gobernanza Colaborativa de Recursos del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), quienes uno a uno fue compartiendo una síntesis de cada capítulo, acompañado de su análisis personal.
A través de este ejercicio los asistentes pudieron saber que en nuestro país los problemas en relación al agua son por dos aspectos: por escasez del líquido o por inundaciones. Que la sociedad civil ha emprendido diversas formas de enfrentar la problemática del agua, dada la concentración de la gestión en manos del gobierno y generando como resultado múltiples políticas y soluciones diferenciadas.
Es un hecho que en México el problema del agua es un tema que ha despertado la lucha de poderes, cuyas situaciones de lucha son resultado de un desequilibrio naturales y sociales, de tal manera que no representa únicamente una problemática hídrica, sino también política, social y ambiental.
Se habla de las luchas por el agua, con las cuales finalmente es posible entender cómo se gobierna la escasez, determinada por una forma de gestionar el recurso y provocadas por la conciencia de la injusticia en la distribución del recurso.
Fue posible también tener un acercamiento a la comparación de cuatro casos de análisis en la Ciudad de México y zona metropolitana por escasez de agua o por inundaciones a través de una recopilación hemerográfica, en donde se evidencia la participación política de los pobladores y que el sistema de gobierno en estos lugares permiten las protestas, de tal manera que es posible apreciar cómo evoluciona por otro lado el sistema democrático y cómo la sociedad civil responde a estas situaciones.
Otro caso expuesto como parte del contenido de la publicación fue el saneamiento del agua en la ciudad de León, Guanajuato, en el que de manera general se habla del saneamiento de aguas residuales y la postergación de acciones de las autoridades, orientadas a posibilitar esta acción, al tener el municipio de León una larga historia de fuentes contaminantes por la industria curtidora que ahí predomina y el sus del agua para la fabricación de calzado.
Se destaca que el manejo de las aguas residuales va emparejada al manejo de residuos sólidos, con varias consecuencias medioambientales.
De igual forma, se aborda en otro capítulo los mecanismos de construcción de ciudadanía y los conflictos del agua. En él habla de que no todos los conflictos por el recurso son iguales ni se desarrollan de la misma manera, así como las diferentes maneras en las que participan los ciudadanos y las maneras en las que el gobierno facilita o no los mecanismos de participación.
En otro apartado se habla del caso de una hidroeléctrica en Veracruz, y los conflictos sociales que provocaron, en él además de un seguimiento cronológico y un análisis de las ideologías y agendas políticas nacionales, estatales y regionales que confluyen en este proyecto, y que terminan sin ser compatibles con un modelo económico que obedece a grandes capitales a que poco le interesa los grupos sociales marginales.
Luego de una breve semblanza del libro, tomó la palabra al maestro Saúl Flores, candidato a doctor por la Universidad Complutense de Madrid, y especialista en políticas hídricas. Se refirió a la publicación como una obra que plasma la realidad del agua en México, a la vez que evidencia la desatención y anarquía de las autoridades, ya sea por ignorancia o por intereses, a los más de tipo político.
Habló de los vacíos legales que persisten en este tema, cuyos recovecos son aprovechados por las grandes industrias, dentro de las relaciones de poder, en especial embotelladoras y cerveceras.
Además de exponer que hablar del agua es referirse también al aspecto medio ambiental, de la calidad del agua y de aquella que no vemos, es decir del acuífero, por ello es necesario el generar mayor conciencia en estos aspectos y tener una verdadera gestión del agua, en especial en entidades como Aguascalientes, “tenemos que aprender a administrar esa escasez, al reconocer que la autoridad se ha mostrado poco sensible al ser más importantes las campañas políticas. Por eso si la ciudadanía debe buscar manera de involucrarse, de otra manera serán las grandes corporaciones quienes tomen ventaja”.
Como parte de las reacciones por parte de los autores, habló la doctora María Luisa Torregrosa, quien se dirigió a los estudiantes de bachillerato presentes, quienes se especializan en técnicas de manejo hídrico, y les señaló que hablar del agua no son solo las cuestiones técnicas, sino también se habla de soluciones sociales y políticas, de tal manera que el libro es la síntesis de un esfuerzo de años de trabajo de diferentes generaciones, por ello es importante se sensibilicen a través de él de los aspectos humanos del recurso. “Diseñar políticas públicas sin entender los problemas multidimensionales del agua suele ser políticas que no tiene ningún curso, ningún sentido”, señaló la académica.
Tocó el turno a otra de las autoras de la obra, Karina Kloster, quien explicó que llegó a México desde Argentina con el interés de estudiar las luchas sociales en general y se decidió con aterrizarlos en su relación con el agua, ya que toda la vida en el planeta está relacionado con ella.
Desde ahí comenzó sus análisis en las luchas sociales en relación al agua, la producción de la vida y también de la riqueza, lo que provoca naturalmente desequilibrios entre las personas, al ser imposible producir riqueza sin que traiga como consecuencia gente excluida de este sistema, además de los desequilibrios ambientales.
“Si seguimos en este caminito, no sólo vamos a tener más gente pobre, sino que nos vamos a acabar el planeta. Una de las razones por el que la gente lucha tiene que ver con este doble desequilibrio: la producción de pobreza y destrucción ambiental”, señaló la doctora, al apuntar que “el agua es parte de nuestra vida y la estamos poniendo en peligro, por tanto la paradoja de nuestra evolución es que estamos poniendo en peligro la capacidad misma de reproducirnos como seres humanos”.
Otro de los autores, Alex Ricardo Caldera, catedrático e investigador de la Universidad de Guanajuato, explicó que en el caso de la problemática del agua es también un asunto ciudadano, por ello la urgencia de transitar hacia una ciudadanía más responsable, consciente y autónoma, que genere nuevas formas de organización y por consecuencia de gestión del recurso.
El evento de presentación del libro se desarrolló en el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) en su sede Región Centro, a través del Proyecto de Gobernanza Colaborativa de Recursos, con la presencia de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) México, la Universidad de Guanajuato (UGTO) y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas).