- El director de Reglamentos aceptó que pudo ser un error clausurar el bar gay por “faltas a la moral y las buenas costumbres”
El director de Reglamentos de Aguascalientes, José de Jesús Aranda Ramírez, explicó que la clausura del bar Casa Danzante no debió proceder por “faltas a la moral y las buenas costumbres” como sucedió, sino que se tuvo que sancionar al lugar por no tramitar un “permiso para eventos especiales”; lo cual podría derivar en que se resarza el castigo para los propietarios.
Las primeras horas del domingo 11 de febrero de 2018 fue clausurado por la Dirección de Reglamentos del municipio de Aguascalientes el bar destinado al público gay, Casa Danzante, ubicado en calle Hospitalidad en el Centro de la Ciudad debido a que en el interior se realizaba una fiesta en la que los presentes estaban en ropa interior.
Según la invitación que existió en redes sociales, la cual fue replicada por medios de comunicación, para entrar al llamado Carnaval de Noche de Calzones, además de pagar cover, los hombres debían quitarse los pantalones y andar en ropa interior en la parte inferior de sus cuerpos, mientras que podrían conservar su ropa normal en la parte superior si así lo quisiesen.
Con cerca de 90 asistentes, la fiesta fue clausurada cerca de las 2:40 horas, cuando el lugar fue desalojado y posteriormente clausurado por “faltas a la moral y las buenas costumbres” según el acta número 115-B levantada por la Dirección de Reglamentos, documento que no fue firmado por los dueños del lugar.
La clausura del bar tuvo tal repercusión que el caso no sólo se dio a conocer en Aguascalientes, sino que se supo de él en el país a través de medios nacionales e incluso en otras naciones en publicaciones internacionales.
Sin embargo, el 14 de febrero de 2018 el director de Reglamentos, Aranda Ramírez, explicó que dicha sanción está en investigación e incluso podría ser revocada toda vez que el móvil “faltas a la moral y las buenas costumbres” no debió ser el motivo de la clausura del lugar sino que esto debió proceder dado que los dueños no tenían un “permiso especial para la realización del evento” que permitiera espectáculos de este tipo el cual cuesta entre 600 u 800 pesos.
Es decir, no debió aplicar la “falta a la moral y las buenas costumbres” lo cual tendría un costo de 20 mil pesos para que los propietarios del bar puedan volver a abrir sus puertas pero esto podría reconsiderarse toda vez que esta no debió ser la sanción aplicable, “Estamos en pláticas con los mismos empresarios y de ser el caso, incluso se puede reconsiderar la multa por una falta de fundamentación correcta por parte del inspector que se encargó del caso, tenemos que ser garantes y respetar los derechos humanos”.
Esa misma tarde del 14 de febrero, el bar Casa Danzante, a través de un comunicado publicado en sus redes sociales, dieron aviso de que su establecimiento seguiría operando de manera normal.
En noviembre de 2017 un caso similar procedió cuando el bar Tropical Bongo fue clausurado luego de exhibir un desnudo masculino en vivo para el público femenino, lo cual no quedó claro al principio, pero según Aranda Ramírez se debió también a la falta del “permiso para eventos especiales”, cuyas facultades no son claras.
PUES a lo mejor en su forma estuvo mal, faltas a la moral y las buenas costumbres.
Pero de que está bien que les pongan un orden a estos burdeles, por supuesto.
Cada vez ganan más espacio y no para el sano esparcimiento.
Como en jesus Maria que todos hacen de la vista gorda con la prostitucion de los homosexuales travestis en el principal acceso frente a la farmacia Guadalajara.
Y las autoridades bien Gracias. Plenas 10 pm
Sigue ganando terreno el desorden.
A lo mejor esto también lo verán bien los derechos humanos.