- Es importante para México diseñar un marco jurídico adecuado para los productos con denominación de origen que le permitan competir en el ámbito internacional
- Los productos con denominación de origen son el futuro para el reconocimiento de los pequeños productores, abre el mercado para un consumidor sofisticado
Actualmente, México cuenta con 15 productos reconocidos con denominación de origen, es decir, mercancías cuyas propiedades se deben únicamente al medio en que se desarrollan y a la forma de producción.
Son productos que fomentan el desarrollo local, generan fuentes de empleo, ayudan a las comunidades y pueden competir en el ámbito internacional, detalló Alfredo Rendón Algara, director general adjunto de propiedad industrial del Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) durante las conclusiones del Coloquio Italia y México sobre La contribución de las indicaciones geográficas a la promoción de las economías locales y del comercio, organizado por la Embajada de Italia en México y el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
La denominación de origen y ubicación geográfica son una combinación de tradición y comercialización que puede potencializarse, por lo que es importante diseñar un marco jurídico adecuado para poder competir a nivel internacional y ayudar a los productores a comercializar sus productos. “Actualmente nos encontramos en las negociaciones de un nuevo tratado con la Unión Europea en donde esperamos tener vínculos más fuertes de comercialización”, indicó Rendón.
El Coloquio organizado en el Instituto de Cultura Italiana planteó los desafíos en materia de los productos con denominación de origen así como los nuevos escenarios.
Massimo Barzizza, director de Puntodincontro de Italia resaltó que los productos con denominación de origen son un modelo democrático porque nacen de abajo, son los pequeños productores unidos quienes deciden crear el producto y darle el significado de único.
“Los productos con denominación de origen son el futuro para el reconocimiento de los pequeños productores, eso no significa que se termine con la producción industrial de alimentos, sino que abre el mercado para un consumidor sofisticado”, señaló Barzizza.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico