Dialogábamos la semana pasada sobre la excelente serie The Crown, cuya protagonista, Claire Foy, realiza una interpretación magistral de Isabel II, tan brillante, que le ha valido el Globo de Oro, su apego histórico nos permite, además, conocer los intrincados recovecos de una democracia con un gran peso parlamentario. Viene a colación lo anterior, porque justo la última sesión ordinaria del Colegio de Abogados se abordó el tema del control parlamentario de los organismos autónomos, además del suscrito como moderador, participó el secretario del Colegio, Dr. Lorenzo Rodríguez, así como la actual presidente del Congreso del Estado, diputada Citlalli Rodríguez, por la importancia de las ideas ahí comentadas, me parece oportuno hacer una reseña, centrándome principalmente en los puntos que nos mostró la diputada, pues constituyen impactos de derecho positivo ya reglamentados en el marco jurídico hidrocálido que pueden marcar una tendencia en el ámbito nacional.
En principio de cuentas, es necesario citar las ideas de Diego Valadés, en una excelente entrevista en Canal Once (https://goo.gl/c4r5NA) señala que es fundamental imponer regulaciones por los parlamentarios sobre los organismos autónomos, pues la ausencia actual es un disparate, en todo sistema democrático, los representantes del pueblo son los últimos controles del poder. En Aguascalientes, los organismos autónomos son: Fiscalía, Universidad Autónoma de Aguascalientes, el Tribunal Electoral, Comisión Estatal de Derechos Humanos, el Instituto de Transparencia del Estado de Aguascalientes, el Instituto Estatal Electoral y Órgano Superior de Fiscalización; con estructura similar está el Comité de Participación Ciudadana.
En su intervención, la diputada Citlalli Rodríguez informó que hasta el momento habría interpuesto dos iniciativas de reforma de ley con el objetivo de, sin menoscabar la autonomía, se puedan ejercer algunos controles políticos sobre dichos entes: limitación salarial e informes de gestión al congreso. La primera propuesta, que ya fue aprobada por todas las fuerzas políticas representadas en el pleno, es ley vigente, nació por la inquietud de que en Aguascalientes no existía una normatividad que regulara la forma en que se fijaban los salarios de los titulares y personal de organismos autónomos, de esta manera, se crearon diques para que los salarios no fueran desproporcionados y sobre todo discrecionales.
La segunda propuesta, que está en discusión en las comisiones del Congreso, aborda el problema de que actualmente la ley establece ciertos informes que se deben rendir por los entes autónomos, pero no se es homogénea en cuanto a los requisitos, la temporalidad y las consecuencias de ellos. Es importante recordar que el legislativo es la última representación del pueblo, por ende los informes además de ser públicos, necesitan estar presentados ante los diputados para que exista un contrapeso legal de los ciudadanos. Al no existir homogeneidad en cuanto a la forma de presentación ni de las consecuencias, la propuesta de Citlalli Rodríguez estudia un mecanismo que permita al Congreso ejercer una revisión con base en ciertas reglas: a. Que no se interponga con los informes financieros que deben rendir todos los sujetos públicos; b. Que permita al legislativo conocer el funcionamiento y el desempeño de los entes autónomos, con el fin de verificar que se cumpla el fin constitucional para el que fueron creados; c. Que se pueda ejercer una réplica o calificación para que no se genere un monólogo, sino que se entable un diálogo democrático.
Informó de igual forma, Citlalli Rodríguez, que actualmente trabaja en una ley de entrega-recepción, puesto que los entes autónomos no tienen reglas claras cuando existen cambios de titulares o de personal en su autogobierno. Esta ley, además de aplicar a los autónomos, permitiría abarcar igualmente a los municipios, pues no todos fijan claramente cómo llevar a cabo las entregas recepciones, principalmente cuando se trata de un cambio de administración constitucional.
Si bien es cierto, existen algunas voces que no coinciden con la idea de los controles parlamentarios sobre estas agencias externas a los poderes tradicionales, lo cierto es que el ejercicio que ha emprendido la diputada Citlalli Rodríguez, se inscribe en una corriente de democracia parlamentaria que puede ayudarnos a superar el presidencialismo, son propuestas serias, alejadas del populismo o la simple iniciativa por sumar números (llamada diarrea legislativa) es esta clase de legisladores los que necesitamos para mejorar nuestro sistema jurídico.