Guillermo del Toro es la luz que ilumina el camino de los cineastas mexicanos este año, acaba de recibir varios galardones y es muy prometedora para él la próxima entrega del Oscar.
Lo que en particular me agrada más de Del Toro es su sencillez. En los noventa vivía en Guadalajara, por Chapalita, cerca de donde se realiza la gran Feria del Libro tapatía y era un vecino muy sencillo, cualquiera podía tocar a su puerta, pedir autógrafo, encontrarlo en la tienda, en los tacos de Av. De las Rosas y él siempre de buen humor, sin postura de divo, pues, en aquellos años como ahora, Cuarón, Alejandro y él, siguen siendo realizadores mexicanos respetables (contemporáneos en edad y generación) y lo digo sin el afán de molestar al gran número de asistentes a las salas de cine quienes adoran, lamentablemente, a Derbez.
Es un hombre muy sencillo, y no ha tomado la postura de Gael García Bernal o Cuarón quienes en algún momento se han sentido salvadores de México y sus posturas no han sido las más adecuadas ante el antipresidente Peña Nieto vía Twitter. Guillermo no reniega de ser mexicano, no tiene ínfulas de grandeza, no se cree superior a sus compañeros ni el resto de los mortales y con su trabajo demuestra que con mucha dedicación y talento los mexicanos pueden sobresalir y ser simplemente excepcionales.
“Soy Mexicano”, asegura en sus entrevista dejando ver que se siente orgulloso de serlo y sobre todo de la gran herencia que la tradición trae a nuestra cotidianidad como lo es, la cosmovisión a la muerte y el recibir a todo el mundo como si fuera parte de nuestra familia.
Debemos reconocer que no todos los “sobresalientes mexicanos” tienen ese grado de humildad que hace a Del Toro una persona amable y agradable. El que la entrevistadora de los premios BAFTA le preguntará el porqué de su postura adorable ante la prensa, fans y demás considero que es resultado de el cómo se presentan los otros mexicanos que anteriormente han pisado el mismo escenario, es decir, Guillermo es muy diferente a ellos por lo que causó curiosidad el cómo se desenvolvió en un ambiente donde ser Divo es lo “más natural” en las situaciones de éxito.
A los jóvenes cineastas debemos recomendarles el ver las primeras películas de Don Guillermo y, por qué no, el visitar las locaciones de la película Cronos en San Ángel, el pueblo mágico al sur de la Ciudad de México.
A la fecha ha participado en más de 30 largometrajes, sin contar las series de televisión no sólo es guionista o director sino también productor, productor ejecutivo y consultor más como buen realizador y amante de la producción cinematográfica, naturalmente no vive en México.
Su instinto es el seguir la imaginación de lo irreal y místico, eso lo hace muy especial pues en cada película le da un tratamiento diferente a eso que lo diferencia del resto de los realizadores mexicanos. Él es la prueba de que un mismo tema puede tener una y mil formas de narrarse sin que llegue a caer en lugares comunes, por el contrario, una y otra vez se transforma y renueva, como sólo los grandes saben hacerlo. Del Toro comenta, en una entrevista reciente, que tiene, como todos los realizadores, la oportunidad de presentar a sus monstruos como los malos de las películas, sin embargo, decide darle un giro y otorgarles un fin, sensibilidad y un poco de dulzura, pues en la vida real la historia de la bella y la bestia no está establecida por los cánones precisos de la belleza sino de lo que es y nada más.
Por otro lado, más de 30 películas requiere de un gran esfuerzo, talento y eso forma una trayectoria que bien lo tiene ya proyectado como un triunfador en los festivales internacionales de cine.
Cuando escuchamos sus entrevistas tiene un lenguaje cinematográfico y literario simple donde emplea términos comprensibles para su oyente y para quienes después tendremos oportunidad de escuchar su mensaje. Por su manera de articular me parece que quizá sea un buen maestro, pues con claridad y sencillez se da a entender.
Me queda claro que “muchos son los llamados y pocos los elegidos” por lo que la industria, la verdadera industria no está aquí sino en la Ciudad de México y el extranjero, por lo que espero que los jóvenes estudiantes de cine de la Autónoma lo tomen como ejemplo y sigan su camino pues, la verdad, en Aguascalientes no hay dónde trabajar o cómo obtener recursos para hacer largometrajes o cortometrajes decentes, en esta Tierra de la Gente Buena esa área sigue en pañales y más con el bum que existe donde los egresados de otras licenciaturas por el simple hecho de haber estudiado un poco de fotografía y de producción creen que ya son cineastas sin antes haberse interesado por hacer una especialidad o maestría en ello aunque del post-grado depende también si es en crítica o realización.
Vayamos todos a apoyar el talento del Maestro Del Toro a las salas de cine, agradezcamos que hay genios cinematográficos como él, leamos crítica, informémonos para poder contar a quien no se ha enterado aún que México tiene un talento este año multipremiado y en espera del Oscar.
Y usted ¿ya vio La Forma del Agua? Del director y guionista Guillermo del Toro….
Laus Deo
@paulanajber