- Ave Fénix es un visor térmico que mide con precisión el factor emocional y su relación con las enfermedades
- Hasta ahora ha sido utilizado en pacientes con dolor crónico, cáncer de mama, pie diabético, depresión, ansiedad y estrés postraumático
Con una inversión de 15 mil pesos y casi dos años de trabajo, científicos mexicanos diseñaron el prototipo Ave Fénix, un visor termográfico que mide en escasos dos minutos, la temperatura del rostro del paciente para detectar de forma rápida algunas condiciones como el estrés y el dolor. Las emociones pueden influir en el proceso de recuperación de algunos pacientes, explicó el doctor Benjamín Domínguez Trejo, responsable del proyecto durante una conferencia de prensa realizada el viernes pasado en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Es importante evaluar cada vez con mayor precisión el factor emocional y su relación con las enfermedades y esto es lo que permite Ave Fénix: conocer el estado emocional de la persona. Los factores emocionales determinan qué tanto dolor podemos tener después de una cirugía, también cuántos días nos tomará recuperarnos ya que entre más relajación se requieren menos días en el hospital”, explicó el investigador.
El prototipo Ave Fénix cuenta con una cámara térmica infrarroja portátil que registra la radiación de un cuerpo. De modo que se pueden observar los cambios de temperatura. “El organismo no tiene una temperatura uniforme, sin embargo, algunos estados emocionales modifican los patrones de temperatura del rostro”, comentó David Rodríguez, otro integrante del equipo.
La disminución de temperatura sucede porque el cuerpo realiza un proceso de vasoconstricción, es decir, los vasos sanguíneos se contraen y reducen la circulación de la sangre. “De este modo corroboramos que los problemas de regulación del sistema nervioso autónomo están ligados tanto al organismo como a su estado emocional”, puntualizó.
Hasta ahora, las termografías han sido realizadas a pacientes con cáncer de mamá y a víctimas del sismo del pasado 19 de septiembre para analizar su “plasticidad térmica”, es decir, la capacidad para relajarse y modular la temperatura por medio de terapia sicológica. “Esto determina el tipo de tratamiento, hay algunos pacientes que pueden relajarse por sí mismos, otros que necesitan terapia sicológica y otros que necesitan medicamentos” intervino el doctor Benjamín Domínguez.
Este prototipo también es utilizado en pacientes con problemas de dolor crónico, cáncer de mama, pie diabético, depresión, ansiedad y estrés postraumático. “Por ahora, los análisis clínicos los hemos realizado con pacientes del Hospital 20 de Noviembre y del Hospital Regional Ignacio Zaragoza, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste)”, complementó David Rodríguez.
Ave Fénix
“Antes de entrar al consultorio se le pide al paciente un ayuno de dos horas mínimo, sin haber tomado café ese día. Después esperamos que el paciente se aclimate a la temperatura del consultorio y en relación a esta fijamos una temperatura base. Después le pedimos que hable del episodio traumático o incluso de la enfermedad, cómo se siente, etcétera, tomamos registro de su temperatura en ese momento, posteriormente le pedimos que se relaje como él sepa hacerlo. Si no observamos un aumento en la temperatura le damos asistencia sicológica para que el paciente lo logre, si esto no ocurre, planteamos una forma de intervención diferente”, explicó Rodríguez.
Las ventajas de este prototipo frente a otros termógrafos es que es un equipo portátil que pesa 300 gramos, tiene una resolución de 80 x 160 píxeles, lo que lo hace un equipo de termografía económico pero útil clínicamente. Se puede instalar frente a los pacientes a medio metro de distancia, con lo que evita el contacto con la piel y eso les permite a los sicólogos monitorear la actividad del sistema nervioso autónomo que subyace a los procesos emocionales tales como estrés o relajación.
“Otra de las ventajas es que al ser un producto 100 por ciento mexicano no dependemos de los equipos de importación que son muy costosos pues van desde 60 mil hasta 1 millón de pesos”, comentó David Rodríguez.
Ave Fénix es el resultado de un trabajo entre las Facultades de Psicología de la UNAM y de Ingeniería Electromecánica de la Universidad Autónoma de Querétaro y es el primero de una serie de aparatos para realizar investigación sicofísica, la cual consiste en el estudio de la relación entre las modificaciones biológicas y las manifestaciones sicológicas.
Con información del Foro Consultivo, Científico y Tecnológico