- Esperan que la administración de Jiménez Esquivel acceda a la declaratoria de mil 500 hectáreas en la Cuenca de Cobos Pargas
- 56 mil viviendas están deshabitadas y el 30 por ciento de la mancha urbana son baldíos, no es necesario ampliar las zonas habitacionales hasta el Bosque de Cobos
El miércoles 6 de diciembre de 2017, el Comité de Vigilancia Ambiental de la Sub Cuenca Cobos, la asociación civil Movimiento Ambiental de Aguascalientes, Conciencia Ecológica de Aguascalientes y el Colegio de Biólogos de Aguascalientes entregaron a la administración de Teresa Jiménez Esquivel un documento para que mil 500 hectáreas del Bosque de Cobos sean declaradas como área natural protegida de carácter municipal.
Con base en la Ley General para el Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente en su artículo 20 y a la Ley de Protección Ambiental para el Estado de Aguascalientes en sus artículos 15, 20, 24 y 29, este miércoles varias asociaciones civiles solicitaron al municipio que declare como un área natural protegida a mil 500 hectáreas del Bosque de Cobos.
Cobos, según la solicitud, cumple con las características necesarias para ser un área protegida, toda vez que favorece la conservación de la biodiversidad, el paisaje, los servicios ambientales de recarga acuífera, riqueza arqueológica y paleontológica, entre otras características como el ser el hábitat de una importante diversidad de especies e incluso por contar con potencial turístico.
Con la declaración de área natural protegida los ambientalistas tendrían más herramientas para luchar contra los intereses que van en contra del resto de la ciudadanía según Agustín Bernal Inguanzo, miembro del Comité de Vigilancia ambiental de la Sub cuenca Cobos, siendo lo único que se necesita la voluntad política de las autoridades municipales toda vez que ya está delimitado el Bosque de Cobos, además, de que ya están definidas las actividades, las políticas y los criterios en el Programa de Ordenamiento Ecológico Local.
Según Bernal Inguanzo, las autoridades de esta administración municipal han mostrado mucha disposición para declarar esta área como un espacio de protección, por lo que confió en que declarará la zona como un área natural protegida. Hasta el momento el municipio no ha declarado ninguna zona como área natural protegida, por lo que se hacer la declaración, esta sería la primera en contar con esa denominación.
El ambientalista añadió que también se tiene confianza en la Secretaría de Medio Ambiente del Estado para que frene por la vía del dictamen del manifiesto de impacto ambiental, la construcción del fraccionamiento de 40 hectáreas que la Constructora GIG planea construir en Cobos y que por el momento, es la mayor preocupación de los ambientalistas.
La construcción de este fraccionamiento, insistió, no tiene sentido en una ciudad que tiene más de 56 mil viviendas deshabitadas, el 30 por ciento de su mancha urbana baldía y que posee problemas muy serios de seguridad pública debido a la falta de vigilancia de Seguridad Pública, además de la enorme inversión que representaría la dotación de servicios a sitios cada vez más alejados del centro de la ciudad.
Respecto a la modificación del proyecto habitacional de tal manera que sus características privilegien a la naturaleza del Bosque de Cobos como que no haya rejas que impidan el paso de los animales o que se proteja a las especies existentes el guardabosques independiente comentó que de manera prioritaria se espera que no se lleve a cabo la construcción de este fraccionamiento en Cobos, para lo que incluso se ha propuesto que se realice una permuta con el Gobierno del Estado de tal forma que las 40 hectáreas que se planean urbanizar en el bosque, se intercambien por 140 hectáreas en la zona de Peñuelas.
De cualquier forma, aclaró el ambientalista, las 40 hectáreas para el fraccionamiento y las mil 500 que se buscan declarar como área natural protegida son dos temas diferentes, por lo que lo primordial es lograr la declaratoria de esta última zona para que el municipio garantice su protección.
Sin embargo, apuntó que la construcción de este fraccionamiento ya ha traído afectaciones a la zona, pues este año tan sólo se denunció ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, así como al Instituto Nacional de Antropología e Historia, el hallazgo de varios pozos de sondeo en la zona y en las cercanías del Riachuelo de Cobos realizados por GIG aunque ellos lo negaron de manera directa al guardabosques.
La realización de estos pozos con los que se buscó conocer la calidad del suelo, explicó Bernal Inguanzo, implicó la entrada de maquinaria pesada al lugar como grúas de mano de chango, las cuales pudieron afectar los restos arqueológicos y paleontológicos que se presume que existen en el lugar con su simple paso. Hasta el momento los hoyos siguen abiertos, por lo que representan trampas para la fauna.