Las asociaciones civiles, como su nombre lo indica, asocian a las personas. Pero lo que el término no sugiere es que, de manera más importante, esta figura legal tiende a asociar sueños y esperanzas. Movimiento Ambiental de Aguascalientes, A. C. surgió como una colección compartida de sueños, iniciativas y esperanzas para contribuir con la cultura del cuidado del medio ambiente y el respeto de la comunidad de la vida con la que lo compartimos; como una manera de, en conjunto, hacer algo ante diversas problemáticas ambientales que a todas y a todos nos afectan, lo veamos o no.
La teoría clásica reconoce tres sectores en la sociedad: el primero es el gobierno, quien rige e implementa las políticas y recursos públicos; el segundo es el empresariado, que busca satisfacer necesidades a través de bienes y servicios, por medio de transacciones lucrativas; el tercero es la sociedad civil: las ciudadanas y ciudadanos que, cuando las otras dos esferas presentan algún fallo o limitación, se organizan para subsanarlos sin con ello buscar algún lucro. Movimiento Ambiental de Aguascalientes nace y persiste en este último conjunto.
Los grupos más vulnerables son, históricamente, los que más escapan de las acciones gubernamentales y empresariales. Como generalmente carecen de fuerza política organizada y al usualmente adolecer de recursos que les confieran importancia económica, es la sociedad civil organizada la que desde hace siglos, motivada por la empatía e impulsada por la convicción, atiende y busca que esos sectores sean entendidos y atendidos. Por desgracia, las especies no humanas y su entorno natural, en una cultura en la que el ser humano es el centro y la medida de casi toda actividad, tienden a ser vulneradas por la acción y omisión tanto gubernamental como empresarial.
La situación ambiental en Aguascalientes ha sido suficientemente diagnosticada y excede los límites de este espacio. Todas y todos reconocemos que, en diversos rubros, las acciones gubernamentales no alcanzan y los incentivos económicos no son suficientes para que efectivamente gocemos del derecho humano al medio ambiente sano que establece nuestra Constitución Política. Las ideas y las intenciones no faltan: lo que falta son manos comprometidas y convencidas de que tenemos que hacer algo. Y la maestra Guadalupe Castorena ha sido y es, en este y otros ámbitos, fuente de inspiración y acción.
En 2010, y ante la amenaza de urbanizar el Bosque de Cobos, la maestra Guadalupe Castorena decidió actuar y compartió su interés de auxiliar a quienes trabajaban ya en la defensa del bosque y todos los servicios ambientales que nos provee, pero que requerían asistencia en términos de comunicación social e incidencia en la agenda pública. En esa primera instancia, se sumaron Claudia Correa y Sergio Reyes, así como Maricruz Sanzón, Oswaldo Adrián y Carlos Martín; posteriormente se integrarían Bety Osorio, Erwin Montes, Ernestina Loera y Víctor Salazar. Si bien la membresía, como en la mayoría de las asociaciones civiles, ha sido flotante, Movimiento Ambiental de Aguascalientes ha servido para que, en su momento, las personas que lo han integrado contribuyan con sus sueños y virtudes.
Paso a paso, como se anda en las largas caminatas, esos sueños compartidos se fueron cristalizando en tres líneas de acción: consumo sustentable (en la que destaca uno de los proyectos de trueque más longevos y continuos del país), bienestar animal (con actividades anuales como el Día del Animal de Laboratorio, la Semana del Bienestar Animal, la Feria Animalista) y conservación del medio ambiente (celebrando cada año el CobosFest, el Festival de Aves de Aguascalientes, e impulsando el decrecimiento sereno). En este andar, hemos tenido la fortuna de caminar de la mano sumando sueños y esfuerzos con otras asociaciones civiles como Conciencia Ecológica de Aguascalientes, A. C., Amigos Pro Animal, A. C., Fundación Ahora, A. C., el Grupo de Observación de Aves de Aguascalientes AvesEcoAgs, guardabosques de Cobos, entre otras.
Fue así como emergió Movimiento Ambiental de Aguascalientes: como una iniciativa de conjuntar sueños, esfuerzos y esperanzas para hacer algo, “aunque sea poquito”, por difundir, comunicar y educar hacia una cultura del cuidado del medio ambiente y el respeto de la comunidad de la vida con la que lo compartimos.
En cada una de las actividades que realizamos buscamos incluir la fuerza de la ciudadanía, ya que trabajamos para ella, no hacemos nuestras actividades buscando beneficios personales sino sociales y a favor del medio ambiente, lo que incluye flora y fauna, muchas veces olvidada y descuidada, siendo presa de ideas de desarrollo retrógradas que siguen creyendo que los seres humanos debemos expandirnos y dominar todos los espacios naturales a nuestro alcance sin importar las consecuencia que esto tenga para la naturaleza y las especies que los habitan, mismas que, siendo honestos, son las verdaderas dueñas de sus nichos y hábitats ecológicos, ya estaban allí mucho antes que nosotros y por tal razón no deberíamos arrancárselos y con ello la vida. Sirva de ejemplo el caso de la rana de madriguera al sur de la ciudad, se optó por construir una pista de autos de carrera que preservar el reducido nicho ecológico de esta especie endémica; o en Asientos y Tepezalá, se reactivó la minería a pesar de que se hicieron enérgicos reclamos porque se ponía en riesgo el hábitat del águila real, además la contaminación de aguas y tierras aledañas que acabarían con la flora y fauna nativa de la zona. Recientemente esta amenaza se vuelve contra el Bosque de Cobos al sur oriente, queriendo convertir éste en un fraccionamiento de más de vil viviendas, o parque industrial o parque voltaico.
Nuestra defensa de la naturaleza debe continuar como asociación civil, y hacemos una invitación a la sociedad a que se una a compartir este esfuerzo, no debemos permitir que se acabé con nuestros recursos naturales, son nuestro baluarte y tienen que seguirlo siendo para las generaciones futuras.