- Vivir en asentamientos irregulares no deber ser limitante para acceder a apoyo gubernamental
- En estos tiempos, hay familias que aún se alumbran con velas y veladoras por la falta de servicios básicos
El hacinamiento y vivir en asentamientos irregulares no debe ser impedimento para que familias en extrema pobreza accedan a apoyos que les permitan mejorar su calidad de vida, deben prevalecer sus derechos humanos por encima de oficializar su vivienda, ya que son personas que carecen de agua potable, luz y otros servicios básicos de primera necesidad.
En la desesperación por sus limitantes, estos grupos vulnerables toman el vital líquido de donde pueden, en las zonas en donde habitan las familias con más alta marginación no cuentan con ello o abundan las tomas clandestinas porque no tiene para pagar el servicio, ni contrato; en el caso del servicio de energía eléctrica no tienen ni medidor, “todavía a estas alturas hay familias que se alumbran con velas y veladoras, en estos tiempos no se vale”, lamentó el dirigente local de Cimientos del Magisterio, Francisco Flores Flores.
Si bien reconoció la importancia de que se regularice la tenencia de la tierra donde habitan, incluso para que estas personas tengan certeza jurídica del pequeño patrimonio que con muchos esfuerzos han logrado, no puede ser la justificación para que los gobiernos no los volteen a ver, y no se les incluya en los programas sociales, “se tendría que hacer un gran esfuerzo y si se tiene que cambiar algo de la política actual, que se haga”.
Enfatizó la necesidad de las familias tengan sus documentos en orden, que estén en una vivienda regular, pero sin dejar de lado que es mucho más importante la persona, pues hay gente que se está muriendo de hambre, de frío, situación que no distingue en nada de políticas, “es un ser humano y en cuestión de derechos humanos se debe de atender”.
El profesor precisó que quienes habitan en estas zonas irregulares lo han hecho por necesidad, ya que el terreno se los dieron por tres mil o cinco mil pesos; no tienen servicios, pero tienen un espacio donde vivir, por lo cual insistió en que el gobierno tome esto en consideración eso y se apliquen las reformas necesarias a los programas para que accedan a los apoyos. “Que se cambie lo que se tenga que cambiar, pero hacerle justicia a estas personas, ellos no tienen la culpa”, enfatizó el promovente perredista.
Exhortó a la autoridad municipal a no cegarse a las necesidades de la población, sobre todo de las zonas irregulares y comunidades rurales que viven en mayor marginación, ya que aseguró que apoyos como el de cuartos adicionales, se les ofrecen a personas que no tienen necesidad, que disponen de un vehículo en la puerta de su casa, con lo que podrían costear la infraestructura, siendo que hay familias con verdaderas limitaciones y en vulnerabilidad ante las inclemencias del clima.
Recalcó que hay familias donde en un solo cuarto habitan la pareja, los abuelos, hijos y nietos, por lo que no sólo es el hacinamiento, sino otros problemas de índole social y de salud, al carecer de un espacio propio en el cual se desarrolle plenamente cada uno de los integrantes de la familia, “hemos detectados casos de niñas que nos dicen que ven todo lo que hacen sus papás, todo se hace dentro de esas cuatro paredes; se tienen que buscar estrategias para sacar adelante a estas familias, coadyuvar con ellas, sobre todo los gobiernos”, subrayó Flores Flores.