- Con sus hechos, el Gobierno desmiente que educación y salud sean prioridad
- La salida de la SEP, el mismo día que debía empezar la reconstrucción: Fernando Herrera Ávila
Aunque dijeron que educación y salud eran prioridades, en los hechos Aurelio Nuño y Mikel Arriola dejan tiradas sus áreas, con grandes pendientes, como la reconstrucción de escuelas y la reforma educativa, afirmó el senador aguascalentense Fernando Herrera Ávila.
Subrayó que los rezagos en materia de cobertura, calidad e infraestructura en todos los niveles de enseñanza, desarrollo del conocimiento y salud, siguen siendo asignaturas pendientes.
Herrera Ávila manifestó que, si bien el nombramiento y remoción de funcionarios del gabinete es una facultad exclusiva del Ejecutivo, el caso específico de Aurelio Nuño es un reacomodo que desmiente que el gobierno otorgue carácter prioritario de la educación.
De ese tamaño, dijo, es la importancia que el Ejecutivo le concede a la educación de miles de niños y los jóvenes que aún permanecen sin clases desde los temblores de septiembre, toda vez que el reemplazo en la SEP se dio el mismo día previsto para iniciar la reconstrucción en los planteles afectados.
Observó que el cambio en la SEP deja al descubierto la preocupación del gobierno del PRI porque José Antonio Meade no ha logrado cambiar las intenciones del voto aún después de su destape, que lo mantienen en el tercer lugar en todas las encuestas.
Consideró que, afortunadamente el sucesor de Nuño, Otto Granados, es un aguascalentense comprometido y tiene una gran tarea, que es retomar la reforma e impulsar una educación de calidad en todos los rincones del país.
Como encargado de la estrategia de campaña de Meade y en caso de que éste no repunte, Nuño se convertirá en el plan B del presidente, apuntó.
Del enroque en el IMSS, Herrera Ávila destacó que la atención médica en clínicas y hospitales y la supuesta generación de millones de empleos que presume el gobierno federal, están totalmente alejados de la realidad.
Señaló que el superávit en las finanzas del Seguro Social sólo existe en el discurso oficial, pues son constantes las quejas y denuncias de derechohabientes y población afectada que padecen a diario serias deficiencias en atención, abasto de medicamentos, equipo e infraestructura hospitalaria.