El próximo año se abre en Aguascalientes una nueva oportunidad para promover una agenda urbana sofisticada e integral, y una institucionalidad sólida y coordinada, para incidir positivamente en cómo se desarrolla nuestra ciudad. Esperemos que los asuntos urbanos sean cada vez más relevantes en la agenda pública y el debate cotidiano, y que los sectores público, privado y social nos esforcemos más en promover el análisis constante de temas como los siguientes:
Movilidad. Exploremos maneras más creativas de mejorar la movilidad, desde infraestructura y financiamiento hasta regulación y rediseño institucional. Analicemos mecanismos de financiamiento que permitan movilizar los recursos necesarios para implementar proyectos y políticas de movilidad innovadoras, especialmente en materia de transporte público, ciclismo urbano y peatonalización.
Accesibilidad. No olvidemos que la movilidad urbana no es un fin sino un medio para acceder a oportunidades laborales, educativas, comerciales, recreativas, entre otras. El acceso a estas oportunidades no sólo depende de la oferta y la calidad de los sistemas de transporte y la infraestructura a través de los cuales nos movemos, sino también de la ubicación de estas oportunidades. Por ello, deberíamos pensar más en la accesibilidad urbana, es decir, la proximidad de una persona a distintos destinos y oportunidades, y la facilidad de acceder a ellas. El próximo año será una nueva oportunidad para impulsar una visión integral que permita ver más allá de aspectos técnicos de la movilidad como la velocidad y la eficiencia de los sistemas de transporte, e incorporar aspectos fundamentales de accesibilidad urbana como la reducción de la demanda de traslados y de las distancias a nuestros destinos; para ello, la planificación urbana es fundamental.
Suelo y vivienda. Busquemos maneras de revertir el modelo de vivienda ineficiente e insostenible mediante el cual se ha incentivado la expansión urbana y relegado a la población de menores ingresos a la periferia de la ciudad, aumentando así la segregación espacial y socioeconómica entre la población. Estudiemos mecanismos que permitan aumentar la oferta de suelo intraurbano para el desarrollo vivienda; valdría la pena analizar la pertinencia de flexibilizar regulaciones que suelen desalentar el desarrollo inmobiliario como pueden ser las restricciones excesivas de altura y densidad. Igualmente, podríamos explorar incentivos o desincentivos que faciliten el desarrollo urbano en suelo subutilizado con una alta accesibilidad urbana.
Espacio público. El espacio público es un elemento fundamental para el éxito de las ciudades. A lo largo de la historia, las ciudades lo han utilizado para crear sentido de comunidad e identidad; para facilitar el capital social; para mejorar la movilidad; para estimular la actividad económica; para preservar el valor histórico y cultural; para facilitar la inclusión; para mejorar la seguridad; y para promover la regeneración urbana. El próximo año podríamos esforzarnos en crear una noción más sólida de lo público que reconozca al espacio público no sólo por su estética sino también como una herramienta sólida que puede promover el desarrollo social, económico, cívico y cultural.
Gestión metropolitana. Muchos de los desafíos a los que se enfrenta las ciudades suelen trascender límites municipales. Por lo tanto, las soluciones requieren una visión metropolitana que permita capturar los beneficios de la urbanización. Exploremos arreglos institucionales de planificación y gestión metropolitana que permitan atender eficazmente distintos desafíos de la ciudad, como la planificación del transporte, la gestión de los servicios básicos y la implementación de políticas ambientales. Una visión metropolitana podría aumentar la productividad y la competitividad de la ciudad, y con ello mejorar la calidad de vida de la población.
Diversidad. En las ciudades existe una amplia heterogeneidad de grupos socioeconómicos, sociodemográficos, religiosos, étnicos y culturales, y una gran variedad de creencias, preferencias, actitudes, estilos de vida y actividades. Las ciudades exitosas sólo existen en la medida en que logran convertirse en escenarios para la integración y la sinergia de la diversidad, es decir, en la medida en que son capaces de alcanzar un cierto grado de cohesión con base en sus propias diferencias. Sobre la base de la heterogeneidad es que las ciudades nacen, crecen y con frecuencia prosperan como centros de interacción e intercambio, innovación y desarrollo. Aceptar la diversidad urbana es un asunto pendiente en Aguascalientes, y es, quizá, el primer paso para avanzar hacia una ciudad justa que no sólo asegure el pleno desarrollo humano de todos, sino también su propio éxito.
Que el 2018 sea un año próspero y productivo para los asuntos urbanos.
Esta columna se reanudará el jueves 11 de enero de 2018. ¡Felices fiestas!
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