- Es imperante crear un mercado interno sólido y sano, donde el consumo y la inversión aumenten día a día la calidad de vida de las personas
- En el último trimestre la inversión pública creció solo 0.1 por ciento, con algunos trimestres de 2017 incluso en dígitos negativos, condenó Coparmex
Ha sido 2017 uno de los peores años en crecimiento económico y generación de empleo, a lo que en nada ha abonado el nivel de inflación alcanzado, al que se le atribuye el ínfimo aumento salarial; el dirigente estatal de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Francisco Ruiz López, calificó de presunción del Gobierno Federal la supuesta generación de empleo, que no ha sido más que una simulación, ya que es evidente el rezago constante en el número de empleos necesarios para que México pueda dar empleo a los jóvenes que se incorporan a la vida económicamente activa: “En general, el balance de 2017 nos muestra un año caracterizado por un crecimiento magro, una generación de empleo insuficiente, y grandes oportunidades en materia inflacionaria”.
El empresario apuntó que de acuerdo a cifras del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) se estima que el presente año cerrará con una tasa de crecimiento del 2.1 por ciento, ligeramente superior al 1.6 por ciento que se previa al inicio del año, dada la ligera aceleración económica ocurrida en el último trimestre; recalcó que este crecimiento representa menos de la mitad de lo que un país como México debiera crecer para generar suficientes oportunidades de ingreso para la cantidad de jóvenes que se están integrando a la economía.
Precisó que el crecimiento alcanzado es mucho menor de lo que esperado al inicio del sexenio; en 2013 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público estimaba que la aprobación de once reformas estructurales haría crecer al país a tasas de entre cinco y seis por ciento; sin embargo, con la implementación de las reformas estructurales, México no ha crecido más que a un promedio anual del 2.2 por ciento.
“Es ante este crecimiento magro e insuficiente que Coparmex ha insistido constantemente en la necesidad de aumentar la inversión pública como uno de los motores del crecimiento económico; en el último trimestre la inversión pública creció solo 0.1 por ciento, con algunos trimestres de 2017 incluso en dígitos negativos”, enfatizó el líder empresarial.
Recalcó que es fundamental la inversión en infraestructura y obra pública para reducir los costos de transporte, producción y logística, con el objetivo de aumentar la competitividad y que México crezca, sin embargo se requiere generar más y mejores empleos para abonar a una mejor calidad de vida para las familias mexicanas; es así que la sumisión económica en que se encuentra el país es debido a la falta de suficientes empleos formales en el presente año.
Ruiz López dijo que si bien las autoridades federales insisten en seguir presumiendo que por primera vez en la historia del país, durante un sexenio, se ha superado la cifra de tres millones de empleos formales creados, sería necesario crear cien mil empleos al mes para atender a la demanda de quienes se encuentra en edad económicamente activa; por ello, los 3.4 millones de empleos formales creados en lo que va del sexenio son apenas en 56 por ciento de los estrictamente necesarios.
A esto se suma la baja percepción económica que reciben los trabajadores por jornada; según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), México y Perú fueron los únicos dos países latinoamericanos, de una muestra de ocho, en donde los salarios reales de los trabajadores bajaron en el último año. El empresario destacó que los salarios reales en las empresas formales en México bajaron 0.9 por ciento, en comparación con un aumento de 1.4 por ciento en el resto de Latinoamérica.
“Coparmex ha sido enfática en demandar como única solución para crear más y mejores empleos en la formalidad es reducir la carga tributaria. Lograr el cien por ciento de deducibilidad en las prestaciones laborales sería un paso sólido en esa dirección, así como lo sería la implementación de reducciones graduales en el IVA hasta llegar a los niveles promedio de la OCDE”, destacó.
Ruiz López indicó que otra de las constantes preocupaciones del año que cierra ha sido la inflación; se estima que terminará el año al 6.3 por ciento, el nivel más alto desde los años noventa; si bien, se ha querido adjudicar este aumento al incremento en los salarios mínimos, estudios de la Confederación explican que no ha sido la principal causa, se explica por una pérdida de competitividad del peso ante el dólar, ocasionada por la llegada del presidente Donald Trump al poder en Estados Unidos de América, y la consecuente renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como por los incrementos en el precio de los energéticos que se dieron al inicio del año. “La visión equivocada, que debemos mantener los salarios bajos para reducir la inflación, es cortoplacista y socialmente tóxica. Esta visión supone aceptar que México continúe con niveles de pobreza inaceptables, y con un mercado interno carente de efervescencia y capacidad de consumo”, condenó.
El empresario insistió en que la mejor forma de controlar la inflación no es empobrecer a los mexicanos sino fomentar la competencia; pugnó por la suma de voluntades desde las diferentes esferas políticas y sociales, así como de la población en general, para crear un mercado interno sólido y sano, donde el consumo y la inversión aumenten día a día la calidad de vida de las personas, de los trabajadores y sus familias, “Aumentar la inversión pública, reducir el costo de la formalidad y apostar por el crecimiento de la clase media, son los grandes pendientes que nos ha dejado el 2017”, afirmó.