Durante los últimos días se hizo público el informe resultados financieros del tercer trimestre de la compañía de Elon Musk, Tesla, la famosa compañía armadora de automóviles eléctricos y autónomos que ha sido los últimos años señalada como la compañía del futuro en el gremio automotriz. El resultado reflejó que Tesla perdió 671 millones de dólares en tres meses. En tres meses.
Para los legos, Tesla es una compañía fundada en el año 2003, con sede en California Estados Unidos y que se dedica fundamentalmente al diseño, fabricación y venta de vehículos eléctricos, baterías eléctricas y propulsores eléctricos. En muy poco tiempo Tesla se convirtió en el rockstar de las armadoras de vehículos por una sencilla razón: la industria automotriz ha sufrido un estancamiento de innovación que lleva ya 20 años.
Es cierto, los vehículos de hoy son mejores que los de hace 20 años, tienen mejor rendimiento, diseños más modernos, vidrios eléctricos y manos libres, pero no hay algo en términos de movilidad que hagamos hoy con un vehículo modelo 2017 que no pudiéramos hacer con un modelo de 1990. Al día de hoy, no ha existido un salto cuántico en l diseño y funcionamiento de vehículos. Entonces llegó Tesla.
Vehículos autónomos, tecnología del siguiente milenio, impulso con energía eléctrica… Tesla trajo consigo todas estas novedades que resultaron descabelladas en un inicio pero que luego comenzaron a dar señales de realidad: el futuro en la industria automotriz había llegado.
Así, la “Apple” de los automóviles se convirtió rápidamente en la marca de moda de las revistas favoritas de los emprendedores. En poco más de 6 años de su creación comenzó a cotizar en la bolsa de valores y su valor de marca al día de hoy sigue siendo uno de los más altos según todas las mediciones.
Pero a la sombra del brillo de la marca Tesla, existen muchas sombras que amenazan con eclipsar la compañía. Hay una en particular que sorprenderá al lector: Tesla no gana dinero.
Desde su fundación Tesla no ha tenido un solo ejercicio en el cual haya obtenido utilidades, todo lo contrario, Tesla es una máquina de triturar dinero. Son millones y millones de dólares los que invierte en investigación que han resultado en no muchos proyectos rentables. La noticia con la que esta columna inicia no es escandalosa por el hecho de que Tesla perdiera dinero, es escandalosa por la cantidad de dinero que perdió esta vez.
Y si bien alguno que otro lector podrá estar pensando que ninguna empresa empieza ganando y que es natural que Tesla, por ser una empresa innovadora, no obtenga utilidades en el corto plazo, lo cierto es que estamos hablando de una empresa que diseña y fabrica automóviles que no está vendiendo y que lleva 18 años viviendo de sus inversionistas y de subsidios gubernamentales.
Aun así, es una marca valiosa porque los visionarios sostienen que cuando nos alcance el futuro, Tesla será la empresa número uno en ventas en el mundo. Pero ¿y si se equivocan? ¿y si Tesla no es más que una burbuja más?
En la economía vulgar se utiliza el término burbuja cuando hablamos de algo cuyo valor específico real dista mucho de su precio público. La crisis de 2008 por ejemplo fue resultado del hecho de que las casas estaban aumentando de precio sin sentido alguno y no nos estábamos dando cuenta. Al día de hoy Tesla vale aproximadamente 75 mil millones de dólares, más que BMW y con muchas menos ventas. Su valor es prácticamente el mismo que el de General Motors y con 22 veces menos ventas. ¿Le estamos dando más valor del que tiene a Tesla solo por la expectación? ¿La empresa que parece ser nuestro pase al futuro en la industria automotriz se está convirtiendo en realidad en el primer obstáculo para alcanzarlo? ¿Pagaremos por el futuro mucho más de lo que cuesta solo por nuestra adoración millenial a lo cool e innovador? Lo veremos y viviremos pronto.