- El Plan Estatal de Desarrollo prevé tres centros de sacrificio de reses, cerdos y conejos
- Rastro porcícola debe empezarse de cero, debido a las complicaciones del existente: Sedrae
La Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial (Sedrae) gestiona 45 millones de pesos para concretar tres rastros Tipo Inspección Federal (TIF) el próximo año, informó su titular, Manuel Alejandro González Martínez.
El Plan Estatal de Desarrollo 2016-2022 prevé la construcción de tres centros de sacrificio -de reses, cerdos y conejos-, mismos que requieren 15 millones cada uno para cumplir con las normas de calidad e higiene necesarias para recibir la certificación.
Se buscará que el Gobierno Federal aporte dicha cantidad en coinversión con el gobierno estatal, los gobiernos municipales -de Aguascalientes y Jesús María- así como con las propias organizaciones ganaderas: “Realmente buscamos que sean rastros privados de los ganaderos, pero que le otorguen al servicio al municipio de suerte que desahogue su obligación constitucional en materia de matanza”.
Por lo pronto, el recién reactivado rastro bovino TIF prevé entrar en funciones a más tardar en diciembre de 2018, con la promesa de aligerar la carga de trabajo a los ayuntamientos para que estos a su vez estén en posibilidades de rehabilitar las instalaciones municipales: “Se necesita mucha inversión de parte de los municipios para mantener los rastros en buenas condiciones pero como están de saturados de trabajo realmente no les da oportunidad de mantenerlos como debe de ser (…). Cuando lo arranquemos nos va a desahogar mucho los problemas que tienen los rastros municipales de Aguascalientes, Rincón de romos y Calvillo”.
Precisó que el rastro cunícola está prácticamente listo para comenzar con los trámites para su certificación.
En tanto, se prevé comenzar de cero un centro de sacrificio para porcinos en Jesús María, debido a que el existente presenta complejidades no sanitarias, ambientales y urbanas por su ubicación, al encontrarse en medio del municipio: “Será un poco complicado que podamos cambiar el reglamento dado que ese reglamento se creó desde que se hizo el parque y los vecinos que construyeron lo conocían desde ese entonces. No es la intención generar malestar a los condóminos. Quiero pensar que en su momento la intención era modificar el reglamento dado que se les permitió el establecimiento del rastro. Ahí hay otro tema importante, que ese rastro se construyó en la parte final del parque pegado a la planta de tratamiento, precisamente para evitar algunos malestares. En su momento no se hicieron los cambios correspondientes al reglamento y diez años después nos está generando problema”.