- Entrevista a Juan José Millás, acerca de Desde la sombra
Me interesa hurgar en lo misterioso de lo cotidiano, lo que intento es desfamiliarizar al lector de aquello que le es familiar, porque cuando una cosa que consideramos familiar nos resulta extraña ahí es donde ocupa un significado
Damián, el protagonista de la más reciente novela del escritor español Juan José Millas Desde la sombra (Seix Barral) ha perdido su trabajo como parte del equipo de la capital española. Su situación personal es inestable, no tiene a nadie a quien recurrir y la crisis económica del 2009 campea en todos lados. Confundido, un día comete un pequeño robo en un mercadillo de la ciudad y para escapar decide esconderse en un enorme armario de tres cuerpos que está en exhibición en el mismo mercado. Pero el armario es vendido ese mismo día y transportado a una enorme residencia a las afueras de Madrid. Con todo y Damián adentro. Pero este traslado le permitirá a Damián encontrar, por primera vez en la vida, con un lugar en el mundo. Damián se convertirá en una parte más de la familia. Un elemento fantasmal, que ayudará en el cuidado de la casa, en las labores domésticas, quitándole un poco de este peso a Lucía, la esposa, ferviente creyente de los fantasmas.
Damián, tras años de soledad y exilio de la realidad, ha creado para sí un espacio dentro de su imaginación en el que convive con el mundo exterior a través de un “reality show” que lo sigue a todas partes, que le cuestiona todo, y que lo observa con aires morbosos, tras las preguntas insaciables de un conductor, Sergio Kane, que con aires de vampiro desea sacarle todo lo que Damián guarda en su interior.
Una trama fantástica, kafkiana, que sin embargo esconde una profunda crítica al sistema económico global, que ha obligado a cientos de persona, a vivir en una situación de fantasmas que viven en los márgenes de la sociedad. Juan José Millás lleva al extremo una trama en donde la disección de una sociedad capitalista cada vez más desigual, cada vez más violenta, que está empujando a cientos de personas a sobrevivir en la soledad, el abandono, la marginación.
Juan José Millás (Valencia, 1946) es uno de los críticos más conspicuos de la sociedad española contemporánea, a quien observa con mirada crítica desde la columna que publica en el diario El País desde 1990. Ha sido galardonado con los premios Nadal de Novela por su novela La soledad era esto, el Premio Seix Barral en 2006 por Laura y Julio, el Premio Planeta de Novela por El Mundo, con la que también se hizo acreedor al Premio Nacional de Narrativa de España en 2008.
Desde la sombra es una novela que tiene un origen que se puede rastrear hasta la infancia del escritor, tal como él mismo nos contó en entrevista: “Esta es una novela que se remonta a mi propia infancia, ya que en el dormitorio de mis padres había un armario como el que se describe en la novela, que era muy inquietante, ya por la misma carga biológica que tiene el mismo nombre que se les da a este tipo de armario, que era llamado de “tres cuerpos”, y luego porque tenía una profundidad inigualable, enorme, sobre todo para cuando uno era un niño, era un punto de misterio, de atracción y miedo. Así que cuando empecé a escribir tenía varios cuentos que hablaban de armarios y en algún momento tuve la idea de escribir un libro de cuentos cuyos protagonistas fueran los armarios, algo de lo que desistí, pero hace como tres o cuatro años, por alguna razón, algo debió motivar el recuerdo de aquel armario de mi infancia y empecé a imaginarme a mí mismo dentro de ese armario, en la casa de una familia que yo no conociera, para observar a esa familia desde ahí.”
Javier Moro Hernández (JMH): Ahí algo de voyeurismo dentro de esta novela, pero que va todavía más allá, pues Damián no sólo observa, sino que vive dentro de la casa.
Juan José Millás (JJM): Hay un aspecto de voyeurismo clásico, que es ver a alguien sin que ese alguien te vea, pero yo creo que el voyeur lo que hace cuando mira, lo que realmente hace es tratar de buscarse a sí mismo, es decir, miramos a los demás para entendernos a nosotros mismos, porque es muy difícil observarnos a nosotros mismos desde el ojo de la cerradura, entonces hay que mirar a los otros, pero cuando miramos a los demás nos buscamos a nosotros mismos, pero, claro, va más allá, porque una vez pasada esa etapa del voyeurismo lo que ocurre es que este hombre se encuentra muy a gusto allí dentro de un armario que está en la casa de otras personas, podríamos decir que ha encontrado su lugar en el mundo, un hombre que había tenido muchas dificultades para integrarse en la vida familiar, en la vida laboral, en el mundo, y de repente encuentra su sitio, y encuentra su sitio formando parte de esa familia, pero a modo de un fantasma, y es esto lo que me gusta de él, que ya forma parte de una familia, pertenece a una familia, pero en esa familia su presencia es fantasmal. No pertenecía a nadie, pero era un fantasma que carecía de sentido, la diferencia es que ahora su vida fantasmagórica tiene un sentido, está al servicio de algo. Pero el armario metaforiza, porque ese lugar puede ser una metáfora del útero materno o el propio inconsciente, o puede ser que el armario sea un lugar de pensamiento sobre su propia vida, hay lugares que están hechos para la meditación, para el encuentro con uno mismo, y en este caso el armario con sus sombras, sus olores, es un lugar para eso, de hecho la transformación que sufre ahí adentro es la transformación es la de aquella persona que no pudiendo modificar su pasado, porque nadie lo puede hacer, sí modifica la relación con su pasado y esto es muy importante, yo creo que cuando uno tiene conflictos relacionados con su pasado y los analiza, no cambias los conflictos pero cambia la relación que ha tenido con ellos y eso significa también un giro de 180 grados en la vida personal.
JMH: La novela tiene otra línea narrativa que tiene que ver con el mundo interior que el personaje se crea, en donde vive en una especie de reality show personal, sobre su vida.
JJM: Hacer ese reality show imaginario, que tiene audiencia, lo compensa por la falta de reconocimiento que él tiene, que él vive, pues es un hombre que vive en una soledad absoluta, que no tiene reconocimiento ninguno, y sin embargo en ese show pasa todo lo contrario, ahí, en su imaginación tiene todo el reconocimiento del mundo, es decir compensa en su imaginación la realidad en la que vive, pero también la aparición de este personaje, el conductor Sergio Kane, fue el resultado de darle vueltas a que dadas las características del personaje principal tenía que tener mucho monólogo interior, pero yo no quería mantenerme en el monólogo interior tradicional, que tanto se ha utilizado en la literatura, no siempre con acierto, porque además considero que el monólogo interior es una fórmula desgastada, entonces preguntándome qué fórmula elegiría este hombre para hablar consigo mismo se me ocurrió que la forma que elegiría sería la de una entrevista permanente, eso me permite dialogar mucho, darle mucha agilidad y al mismo tiempo me permite acceder a la intimidad del personaje.
JMH: La relación que se crea entre el protagonista de la novela y Sergio Kane, el conductor del reality show imaginario es muy interesante, porque es una relación imaginaria creada por el protagonista, pero de alguna manera Sergio adquiere autonomía.
JJM: Se va independizando, es una relación que se va modificando en la medida en que el personaje imaginario va adquiriendo esa autonomía, va teniendo sus propias ideas y hace preguntas que no estaban en la cabeza del protagonista, el modo en que avanza ese desdoblamiento me gustaba mucho.
JMH: Quería abordar el tema de la familia con la que llega a “vivir” el protagonista de la novela, porque lo que vemos es una familia que vive con normalidad, pero que tiene sus capas oscuras, sus capas de secretos.
JJM: A mí justo me interesaba mucho el asunto de la “normalidad”, y justo él entra a una familia que es absolutamente normal, pero la gente normal es muy rara, y entonces él va imaginando cómo hubiera sido su vida de tener una familia, pero precisamente a mí lo que me interesaba de esa normalidad, era hurgar en lo misterioso de lo cotidiano, lo que intento es desfamiliarizar al lector de aquello que le es familiar, porque cuando una cosa que consideramos familiar nos resulta extraña ahí es donde ocupa un significado, cuando vemos raro algo que nos es familiar empezamos a tener otra relación con eso, entonces el escritor tiene la oportunidad de primero desfamiliarizarse él y ayudar a que el lector lo haga, porque esa es una de las partes más sanas que nos puede dar la lectura, siempre digo que si un día ver doscientos semáforos, por decir algo, pero si al final del día llegas a tu casa y te encuentras de frente en tu sala con un semáforo es como si lo vieras por primera vez, porque al sacarlo de su contexto te parecería un objeto misterioso y te parecería un objeto fantástico, pero en su contexto pasa inadvertido, yo creo que el escritor, o por lo menos el escritor que yo soy, debe hurgar en aquello que es familiar para convertirlo en extraño.
JMH: Otro de los elementos interesantes de la novela es la normalidad con la que él va aceptando su cambio personal hacia lo fantasmal, la naturalidad con la que va aceptando su nueva condición.
JJM: Eso está descrito de un modo completamente naturalista, pero que puede metaforizar como la sociedad está convirtiendo en fantasmas a mucha gente, que son incapaces de integrarse, porque vivimos en un mundo que está más preparado para la desintegración que para la integración, y son expulsados hacia los márgenes y la vida está llena de fantasmas, uno va a cualquier lado y miras a la gente y te das cuenta de que muchos de ellos ya son fantasmas y también uno adquiere esa misma condición. Él no formaba parte de la vida y de repente esto es muy chocante, ver que alguien que no ha encontrado su sitio de repente lo encuentra en un armario, pero no sólo dentro de un armario sino también formando parte de una geometría familiar, si bien es cierto que como fantasma, pero ya pertenece a una geografía que conoce, ya pertenece a alguien, y el sentimiento de pertenencia es muy importante para el ser humano, no hay mayor soledad que la que implica que no perteneces a nadie, que nada de lo que pasa te concierne.
JMH: La otra parte es la “naturalidad” también, con la que el esposo y la hija que conforman esta familia, aceptan que alguien hace las labores del hogar, aunque jamás vean de quien se trata, quien les lave la ropa. Aceptan esto como parte de la idea de vivir en familia, asumiendo que es la mamá, lo cual nos habla también de lo fantasmales que podemos ser en nuestro propio entorno.
JJM: Efectivamente, tanto para la hija adolescente como para el padre dan por hecho que las cosas estén hechas, o sea, cuántos adolescentes se preguntan cómo se lava su ropa, muchos de ellos se despreocupan cuando echan una playera a un bote de ropa sucia y tres días después aparece limpia, cuántos de ellos se preguntan qué tuvo que pasar para que eso sucediera, es como magia para ellos, pero esta es una actitud muy machista, porque se supone que forma parte del trabajo de la mujer y que todavía la mujer sigue soportando una carga de trabajo doméstica enorme, aparte de trabajar fuera de casa, el 80% de la carga del trabajo doméstico recae sobre ella, por lo tanto la hija adolescente da por hecho que es la madre la que le lava la ropa, le arregla el cuarto, hace todos los quehaceres domésticos, y desde luego el marido que resulta un tanto misógino, pues tampoco se cuestiona esto, por lo tanto la única que se da cuenta de que hay una presencia fantasmal en la casa es ella, la esposa, que tiene una sensibilidad muy especial y que además cree en fantasmas. Como decía, los márgenes de la sociedad están llenas de fantasmas, pero además de fantasmas que no lo son en el sentido metafórico, porque estamos viendo a muchos fantasmas reales, yo pienso en por ejemplo a las personas que llegan a Europa huyendo de las guerras civiles de Siria, Libia, de África, y estas personas destruyen sus pasaportes para que no se sepa de dónde vienen y por lo tanto no puedan ser regresados, entonces esta gente, que hay miles, cientos de personas que recorren Europa de norte a sur y que son esencias fantasmales, sin identidad, o sea que no sólo funciona como metáfora, sino que funciona como retrato de la realidad que estamos viviendo, porque nosotros somos incapaces de vivir, de imaginar un mundo sin documentación, pues imagínate un periplo desde el sur de África, expuestos a miles de peligros, para alcanzar con miles de sacrificios para alcanzar a Europa, que es la tierra prometida y que llega a Suecia, por poner un lugar, pasando por España, Alemania, Bélgica, pero han pasado como un fantasma, y esto es, si lo pensamos un poco, es realmente terrorífico.
JMH: Hay otro elemento que aparece en la novela que es la crisis económica que se vivió en España recientemente, el protagonista perdió su trabajo, en el cual además ganaba poco, pero que era el único lugar en donde él se sentía cómodo, pero es una persona que sabe hacer muchísimas cosas, es una persona productiva, pero esta sociedad ha decidido que ese tipo de personas ya no sirve.
JJM: Cada vez son más el número de personas que son expulsadas hacia los márgenes, y de aquí a veinte años se va a multiplicar ese número por veinte o por treinta, porque la robótica, los avances tecnológicos, van a ocupar esos espacios, la gente que no va a tener ninguna posibilidad por el avance de la robótica es inmensa, los números te ponen los pelos de punta, y por eso es que la política tiene que cambiar, porque una sociedad así es inviable y el único modo de cambiar eso es el reparto de la riqueza, es decir, tenemos que partir de un presupuesto de que por el mero hecho de nacer uno ya tiene el derecho a un salario, con el que puedes vivir dignamente, luego si uno es ambicioso o listo, puede aumentar su nivel de vida, pero el mero hecho de nacer ya te tiene que asegurar esos mínimos, y creo que llegaremos a eso más pronto que tarde, pero es muy significativo que en un país como Suiza ya se haya hecho un referéndum, que salió que no, pero el hecho de que se haya realizado indica de que hay un cambio de mentalidad, el mundo tal como está organizado es inviable, y a los que menos les debería interesar que siga así es a los ricos, por lo tanto habrá que llegar a un acuerdo.