- En el ámbito mundial, el país tiene el mayor proceso de mercantilización de la educación superior
- En Latinoamérica es uno de los países con menos creación de instituciones de educación públicas
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Axel Didriksson Takayanagui, indicó que el panorama para las universidades públicas en México es desalentador, siendo al país que ha registrado el mayor aumento en instituciones privadas y menor creación de instituciones públicas en Latinoamérica, así como un cuerpo de profesores de tiempo completo envejecido.
El martes 21 de noviembre, Didriksson Takayanagui estuvo de visita en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) para ofrecer la conferencia cien años de Autonomía Universitaria 1918-2018. Diferentes tiempos de un concepto, en la que presentó un estudio en el que se hace una reflexión en vista al futuro sobre el tema de la autonomía universitaria y su definición de acuerdo a los diferentes contextos, políticas de estado, epistemología institucional e identidades institucionales desde el nacimiento del concepto en Córdoba, Argentina.
México destaca como un caso especial en el que desafortunadamente se puede medir hasta dónde puede llegar la crisis de la universidad tradicional, pues actualmente hay 25 universidades públicas que se encuentran prácticamente en condición de quiebra financiera y no hay una política de estado hacia la educación superior, la ciencia y la tecnología.
En el presente Gobierno de Enrique Peña Nieto, y en los dos anteriores de Felipe Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quezada, la educación superior pública se ha caracterizado por ser víctima de recortes drásticos en los presupuestos universitarios por no haber una definición de política de estado en materia de sistemas nacional de innovación.
Además, agregó Didriksson Takayanagui, la descomposición del sector académico es muy fuerte, pues mientras que hay más personal académico por horas y asignaturas, se ha reducido en los últimos 20 años el número de profesores que son titulares o de tiempo completo lo cual ha significado que estos últimos se encuentren en un notable proceso de envejecimiento ya que la partida presupuestal para estos profesores es indigna.
México por otro lado, tiene la tasa mundial más alta de privatización y mercantilización de la educación superior, con un 46 por ciento de crecimiento de las empresas privadas de educación superior en los últimos 20 años.
Didriksson Takayanagui comentó: “Ni siquiera son universidades, son universidades patito, no cumplen con todos los requisitos de calidad, son una competencia desleal con la universidad pública y refuerzan lo más tradicional de la educación como las facultados de derechos, administración que es donde pueden competir”.
Este proceso de mercantilización, explicó el investigador, ocurre al mismo tiempo en el que México no se crean más instituciones públicas federales de educación superior, lo que lo coloca en el puesto más bajo en Latinoamérica en esta materia. Desde el año 200 en Brasil se han creado 20 nuevas universidades, en Argentina nueve, en Uruguay tres, en Paraguay siete, en Colombia se ha creado todo un sistema de centros de educación pública y gratuita localizadas y en Ecuador se han creado cuatro universidades emblemáticas.
En México, añadió Didriksson Takayanagui, aparentemente se sigue impulsando el modelo de matriz productivo enfocado a la manufactura el cual considera que el crecimiento es la producción industrial sin valor agregado, tal y como ocurre con la instalación de las plantas armadoras de autos en Aguascalientes, las cuales según el investigador, se instalaron aquí para poder otorgar bajos salarios.
En el mundo contemporáneo, a decir del catedrático, se ha pasado de la agregación de valor manufacturera, a la agregación de valor de valor cognitiva, pues el conocimiento se ha convertido en el valor esencial del mundo productivo, por lo que si en México no se piensa en los próximos años en cómo transformar la matriz productiva hacia un modelo de matriz cognitiva, está fuera de los grandes desarrollos de la ciencia y la tecnología.
México, reiteró Didriksson Takayanagui, está en una situación muy crítica y el cambio de Gobierno dificultará más las cosas, sin embargo, puede representar una oportunidad para que el nuevo gobierno piense en cómo construir las bases para que en el país se instale una matriz cognitiva que acerque a México hacia este nuevo modelo universitario.