- Exhorta iglesia a que ofrezcan salarios justos y que no vean a los jornaleros de la entidad como mano de obra barata
- Impera en el país un débil Estado de Derecho, donde la aplicación de la ley es discrecional, resta seguridad y fomenta la economía informal
Los empresarios están obligados a construir una sociedad más humana, es justo que sobre todo aquellos inversionistas extranjeros reintegren a la entidad las diversas facilidades que se les han otorgado para su instalación, por lo que es justo que por lo menos remuneren bien a sus trabajadores, gente de este pueblo que les ha abierto sus puertas y lucha día con día por sacar adelante a sus familias, buscando el sustento en jornales dentro de estos clústeres, puntualizó el custodio de la Catedral, el presbítero Raúl Sosa Palos.
Enfatizó la importancia de que prevalezca la justicia y la ética laboral, no nada más del empresario a sus trabajadores, también de los trabajadores hacia la empresa; que exista una corresponsabilidad para el bien común. “Independientemente de credo religioso, de situaciones políticas, de acción económica; la empresa tiene que transparentar y procurar bienestar; esto es para Aguascalientes y para el mundo entero, en Aguascalientes en específico es el llamado a los empresarios”, resaltó.
Si bien el exvicario de la Diócesis de Aguascalientes señaló que hay integrantes del sector empresarial que han promovido prácticas que acerquen más a los trabajadores a una mejor calidad de vida no sólo en el aspecto económico, sino moral, en el sentido de que sean humanos y empáticos con sus semejantes, el llamado es a construir una sociedad fraterna que promueva el respeto a la legalidad; recalcó que la ciudadanía no puede esperar más y los empresarios no pueden hacer caso omiso ante la urgencia de contribuir en el desarrollo humano, frente a los hechos de violencia, marginación, pobreza y desigualdad que afectan al país.
Sosa Palos insistió en que se ofrezcan salarios justos y que no se vea a los jornaleros de la entidad como mano de obra perfecta por ser bien hechos, pero también por recibir sueldos de hambre y no exigir más; es bien sabido que el clima laboral que atrae a los inversionistas, es debido a que se han presentado escasas huelgas o manifestaciones para lograr mejores prestaciones, ambiente laboral y remuneración.
Recalcó que la autoridad también tiene que actuar y buscar esa justicia social, ya que cuando se recibe a una empresa se le está dando un apoyo, por ende ha de actuar en razón de los principios fundamentales y los valores que mantenemos en el estado; en una sociedad donde sus empresas sean honestas, responsables, respetuosas de las personas, es muy probable que la sociedad se conduzca de esa manera, en cambio, donde la mayoría son corruptas, engañan al fisco, a sus trabajadores y proveedores de ninguna forma podrá mejorar el entorno.
El integrante de la iglesia reiteró el llamado a empleados y empleadores a colaborar en la conformación de una sociedad sana y armónica; en donde prevalezcan los principios de respeto a la dignidad de la persona y el bien común, entre otros valores humanos fundamentales. Reconoció que la tarea no es fácil, lo que ocurre en el país complica esta situación, al imperar un débil estado de derecho, donde la aplicación de la ley es discrecional, resta seguridad y fomenta la economía informal; “este es un escenario complejo que exige una mayor participación social del empresario, urge formar líderes”.