- Si no se logra que haya más inversión privada en ciencia y tecnología, no se va a llegar muy lejos
La ciencia es un convertidor del recurso humano y financiero en conocimiento y la innovación es un convertidor del conocimiento en riqueza para la sociedad, por lo que “la innovación no son ocurrencias”, aclaró el director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Enrique Cabrero Mendoza.
“La innovación realmente viene de una cadena de conocimiento que empieza en los laboratorios, que empieza en la investigación básica, que empieza en la investigación fundamental, luego pasa por el desarrollo tecnológico, por la investigación aplicada y finalmente tiene una estructura donde hay científicos, tecnólogos, donde hay empresarios, profesionistas que le dan el último giro a ese conocimiento a través de un proceso innovador para solucionar, facilitar y generar mayor riqueza para la sociedad”, explicó el doctor Cabrero durante la conferencia magistral La innovación y la competitividad en las organizaciones que dictó ayer en el Centro Cultural Bicentenario de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, en el marco de la XXIV Semana Nacional de Ciencia y Tecnología que se lleva a cabo en la capital de ese estado.
A través de una diapositiva que presentó ante un concurrido auditorio -predominantemente de jóvenes-, detalló que la innovación puede ser de productos (un bien o servicio nuevo o mejorado), de procesos (nuevos o mejorados procesos de producción o distribución), organizacional (elemento detonador de un conjunto de procesos de reconfiguración y cambio de una organización), y de mercadotecnia (nuevos métodos de comercialización).
“La innovación es un eje de transformación de las organizaciones que empieza en la parte funcional pero que debemos de ir facilitando, que vaya penetrando todos estos niveles de complejidad, que van de lo funcional, lo estructural, lo comportamental hasta la propia forma de relacionarse de las mismas organizaciones”.
Agregó que de acuerdo con el Índice Global de Competitividad 2016-2017, México ocupa el lugar número 51, de 138 países evaluados; mientras que en el Índice Mundial de Innovación, está en el lugar 58, donde nuestro país subió 21 posiciones desde el 2012. “No estamos en el lugar que queremos todavía ni en términos de competitividad ni en términos de innovación”.
Mayor inversión privada
El líder de la política de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) en México dijo que las experiencias más exitosas del mundo está en las empresas que aprenden y se atreven a innovar con instrumentos de apoyo, “porque este es un tema de apostar, de atreverse, de invertir, por eso es importante que el Estado apoye a las empresas que tienen el interés”.
Entre los sectores más innovadores en nuestro país destacan las tecnologías de la información, alimentación, agroindustria, automotriz, química, maquinaria industrial, biotecnología y salud, según los proyectos aprobados en el Programa de Estímulos a la Innovación del Conacyt.
“Si no logramos que haya más inversión privada en ciencia y tecnología, no vamos a llegar muy lejos y eso solo se logra echando a andar el sector productivo, empresarial, privado, ayudándolos con esa visión y actitud para enfrentar el tema de competitividad a nivel mundial”, enfatizó el doctor Cabrero.
Detalló que la inversión privada en CTI en Corea del Sur alcanza el 75 por ciento, Japón el 70 por ciento, Estados Unidos llega al 68 por ciento, mientras que en Europa es del 65 por ciento.
Con información del Foro Consultivo Científico Tecnológico