Hace unos días, en conferencia de prensa, comentaba yo que en los últimos años, particularmente en los últimos 24 meses, que los trabajadores cobren su sueldo en los cajeros automáticos se vuelve todo un reto, no solo por el tiempo que se llega a perder a la hora de hacer largas filas, sino porque a los bancos, no les importa tener a sus clientes formados bajo el sol, la lluvia o arriesgarlos por las noches sin medidas de seguridad.
Para que los trabajadores puedan cobrar su sueldo se ha vuelto todo un viacrucis el que tienen que pasar, dado que los cajeros que hay actualmente son insuficientes, pues se cuentan con 568 máquinas en todo el estado, cuando se necesitan al menos mil.
De acuerdo a una consulta que hice con un alto funcionario de la Asociación Mexicana de Bancos, me explicaba que en realidad los cajeros no han tenido el crecimiento que han tenido, por ejemplo, el número de sucursales de las diversas instituciones financieras, debido principalmente a dos factores, por un lado, a un mayor uso del dinero electrónico, es decir, el uso más frecuente de las tarjetas de forma directa en establecimientos, y a que los costos de operación de los cajeros, van en aumento.
Sin embargo, a pesar de esta explicación que dan la asociación de banqueros del país, no deja de resultar denigrante, que los trabajadores, encima de que salen de laborar tarde los sábados, tienen que hacer largas filas en los cajeros para poder cobrar su sueldo, con todo lo que significa acudir hoy día a un cajero automático.
Para nadie es un secreto que hoy día los cajeros automáticos son inseguros, a veces están ubicados en auténticos despoblados, no cuentan con billete fraccionado, lo que obliga a los trabajadores a retirar incompleto su sueldo, cuando a veces, 20 pesos pueden significar mucho para un trabajador que gana 900 pesos o menos cada ocho días.
La mayoría de los cajeros, los día del pago salarial se saturan con facilidad, y curiosamente, solo en los bancos chicos, son los que menor demanda de uso de cajero tienen, porque las empresas llevan el manejo de sus nóminas a bancos grandes.
Ante esta realidad, sería muy conveniente que la Asociación Mexicana de Bancos explorara la posibilidad de universalizar el uso de cajeros en el caso de tarjetas de nómina, esto es, que cualquier trabajador pueda cobrar su sueldo en cualquier cajero, lo que reduciría las filas y el tiempo que invierten en cobrar su sueldo.
Muchos bancos no ven a los trabajadores como sus clientes, sino solo a las empresas que contratan los servicios de nómina, por eso, a los usuarios de cajeros son los menos atendidos, son los olvidados del sistema financiero porque los dejan a su suerte, a pesar de que los propios bancos saben de la poca vigilancia, después de determinadas horas de la tarde o noche, esos sitios se vuelven bastante inseguros.
Esta condicionante que imponen las empresas a sus trabajadores para que cobren por tarjeta electrónica, en realidad no cumple a cabalidad con lo dispuesto en la Ley Federal del Trabajo que habla del puntual pago del salario específicamente con el artículo 84, que manda: “El salario se integra con los pagos hechos en efectivo por cuota diaria, gratificaciones, percepciones, habitación, primas, comisiones, prestaciones en especie y cualquiera otra cantidad o prestación que se entregue al trabajador por su trabajo”.
En realidad a los trabajadores les conviene más el pago por tarjeta bancaria, solo que al no haber suficientes cajeros o que no dispongan de recurso suficiente y fraccionado, se vuelve necesario exigir a los bancos a dar una mejor atención a los trabajadores que usan esta forma de pago.