Primero identifiqué a Maggy, luego a Marichuy, pero ahora veo un delfín; sí, estimado lector, leyó bien, un delfín se hace presente en esta contienda electoral, esto se está convirtiendo en un circo de fenómenos donde los espectadores estamos más que anonadados por el espectáculo que estamos presenciando, y lo peor de todo, que nos cobran por ver y no nos atrevemos a exigir calidad en el montaje.
Pero antes de platicarle del cetáceo que apareció en una de las pistas de la carpa que le comento, es más que obvio que lo gris a las campañas no se les va a quitar y menos con declaraciones como las de Maggy cuando le preguntaron sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Nuestras actrices y actores políticos parece que están empecinados en donar notas para la farándula baja, lavando ajeno, ventaneando y todos esos programas que seguramente usted nunca los ha visto ni escuchado, pero sabe que existen y conoce el contenido. Cantinflas versión femenina “Yo realmente, lo que pasa es que, el Tratado de Libre Comercio requiere de, quizá, muchos temas nuevos, entre ellos podría ser todo lo que tiene que ver con la economía naranja, con las nuevas tecnologías y con…y sin duda alguna con la cinematografía. Pero lo que… digamos… lo del Tratado, el problema, está haciendo nada que nos perjudique, realmente, y tendremos como país una enorme capacidad de enfrentar cualquier reto a Estados Unidos y frente a cualquier país”.
Me hizo recordar en su momento a la candidata azul por la alcaldía al municipio capital de esta entidad cuando comenzó a hablar sobre los elotes, lo recordarán bien los habitantes de esta ciudad, pero mire, estimado lector, aun y con la pifia de las hortalizas la mujer ganó y está al frente del gobierno municipal, buen augurio para la Maggy al cantinflear tan intenso ante un tema de actualidad, de paso le hubieran preguntado por sus tres libros favoritos, digo por aquellos de medir intelecto con el Quique.
En fin, la historia de delfín verdad, en el argot político se le denomina así al funcionario público, al político que es señalado por el presidente en turno para que sea el candidato oficial por el partido en el poder e inminente sucesor de la silla presidencial. A lo largo de los años esta figura del ideario colectivo de la política nacional ha disminuido su peso e importancia dentro del escenario electoral, sobre todo si toma en cuenta que esta es una costumbre completamente arraigada en los tricolores.
Así por ejemplo para no irnos tan lejos, cuando Miguel de la Madrid Hurtado estaba por concluir su mandato y con toda la autoridad y poder que le confería ser el presidente de la República y el primer priista del México, decidió que su delfín debía ser señalado por el dedo de dios para continuar con su obra que nos llevaría a aquel neoliberalismo que nos hundió en la miseria. Así que su secretario de Programación y Presupuesto, se convirtió en esa figura, el delfín del presidente y no hubo poder alguno que lograra hacer cambiar de parecer a don Miguelón. Así llegó Carlitos al poder, como el elegido por el alto mando y listo para seguir con la obra de su jefe.
Seguramente Carlitos tenía un delfín, tal vez al inicio, antes de que este abriera la boca de más, pudo ser Colosio, el mártir que todo México necesitó en su momento, el malogrado candidato con ideas frescas que no encajaban en la ideología partidista ¿Sería de verdad el delfín de Carlitos? Tal vez Pedro Aspe o hasta el mismo Manuel Camacho pudieron estar en la terna; y luego al delfín de Ernesto Zedillo se lo comió el de las botas carismáticas y de ahí la tradición se rompió, 12 años de ausencia cetácea, claro no había presidente tricolor que hiciera por preservar tan lindas tradiciones. Pero los tiempos cambian querido lector, nuestra sociedad también, la información nos hace más analíticos, nos empodera, nos permite criticar si las decisiones no son las correctas, y en el caso de los delfines y dedazos no es la excepción y como lo retro está de moda es así como nuestro querido y amado Quique quiere retomar las viejas costumbres que le dieron patria a esta México querido.
La pregunta que me da vuelta en la cabeza es ¿realmente Quique estará facultado para elegir un delfín? Vamos y no es hacerlo menos, pero, de verdad yo dudo que las decisiones en la residencia de Chapultepec las tome él. En fin, el término existe y nuestro querido sucesor de las glorias del Tata Cárdenas quiere dejar a alguien, quiere aplicar el dedazo y está en su derecho, querido lector, por qué no, qué se lo impide si es el primer priista de la nación.
Se hizo correr por radio pasillo que el candidato del preciso para las elecciones de este próximo 2018 es nada más y nada menos que Pepe Toño Meade actual secretario de Hacienda; el bueno para darle seguimiento al proyecto Peña ¿hay proyecto?, al que todos los prisitas quieren saludar en los actos públicos y privados, los empresarios lo ven con buenos ojos, el rumor está cada vez más cerca de confirmarse, pero y qué beneficios tendría México si José Antonio Meade asume las riendas, en verdad saldríamos del hoyo en el que nos metió el mismo Quique…
Yo pensé que se había erradicado esto de los delfines, pero ya veo que no, el problema es que ni a usted ni a mí nos permiten cuestionar, debatir con ellos la situación del país, son entes inalcanzables que lo único que quieren es el poder por sí mismo.
Le prometo investigar qué es lo que hace bien el Pepe Toño que llama tanto la atención del primer priista de la nación, no nos vayan a salir que es su compadre, que viajan juntos, que saben cómo sacar provecho de las cosas y embarcar gente.
Mientras más pasa el tiempo más gris se pone el camino de ladrillos amarillos, iniciaré caso Pepe Toño, pues.
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