Quisiera compartir con ustedes una historia que refleja cómo la corrupción es una conducta humana que no está determinada ni por creencias religiosas, políticas o ideológicas.
Es la historia de una mujer que vive y padece el régimen militar argentino. Un ama de casa que en 1977 pierde a sus dos hijos; Jorge y Omar que, como otros jóvenes, se opusieron al régimen militar, lo que causó su desaparición. En 1978 le pasa lo mismo a su nuera María Elena Bugnone.
En el México de hoy también hay madres que buscan a sus hijos desaparecidos, aquí por razones de inseguridad y narcotráfico, en la Argentina de finales de los setentas las razones eran eminentemente políticas.
Hebe Pastor de Bonafini, en un acto desesperado tomó la iniciativa de buscar a sus hijos por cuenta propia. En esa búsqueda se fue encontrando a mujeres como ella que buscaban a sus hijos desaparecidos. Decidieron unirse y buscar juntas las respuestas.
Así nace la organización de las Madres de la Plaza de Mayo, donde además de denunciantes morales contra los excesos del régimen militar, se convirtieron en activistas sociales con una marcada ideología de izquierda.
A pesar de ser amas de casa sin experiencia en la lucha política y casi sin escolaridad, formaron una escuela de cuadros políticos. En la medida que descubrían las atrocidades del régimen militar, el movimiento se fue radicalizando, establecieron contacto con las FARC de Colombia, el grupo zapatista en México, el comandante Fidel Castro y Hugo Chávez.
Hebe de Bonafini era la figura central de este movimiento. Con la apertura democrática, la organización dejó de ser antisistema, aunque mantuvo siempre un planteamiento crítico y opositor.
En sus andares de ayuda a necesitados y en visitas a la cárcel, entra en contacto con Sergio Schoklender, un personaje famoso por el asesinato de su madre y padre. Sergio, junto con su hermano, asesinaron a sus padres según dicen, porque la madre abusaba sexualmente de su hermano menor, después y en la misma noche mataron a su padre que era un prominente empresario
Sergio Schoklender todo un personaje de inteligencia extraordinaria, estudió derecho, psicología y sociología. Cuando se conocen lleva catorce años en la cárcel y su condena es de cadena perpetua por parricidio.
Con ayuda de Hebe de Bonafini sale en libertad condicional y se va a vivir a su casa. Después se incorpora a la organización y en poco tiempo se convierte en un personaje que decide y determina qué hacer en la organización.
Hebe de Bonafini, que en la actualidad tiene 88 años, lo acoge como un hijo, pero la relación se vuelve más estrecha operando como pareja sentimental. En 2003 inicia su cercanía con los Kirchner y su influencia con el gobierno le permite ir extendiendo sus actividades políticas, ahora como una ONG que construiría casas para los sectores más desprotegidos.
Su trayectoria política y su alianza con Cristina Fernández de Kirchner le otorgó un financiamiento multimillonario tanto del gobierno de la presidente, como de organismos internacionales ya que el proyecto social, tutorado por Sergio Schoklender y su hermano, estaba tan bien planteado que resolvería de manera adecuada la necesidad de vivienda barata y funcional, de los sectores más pobres de Argentina.
En cinco años la fundación Sueños Compartidos recibió casi 300 millones de euros del Estado. De las 4 mil 700 casas que se tenían que construir, solo se habían entregado 822. Empezaron a surgir rumores de los excesos y el nivel de gasto de Schoklender y de la misma Hebe de Bonafini.
El escándalo se detona en 2011 cuando al exsecretario de Obras Públicas lo agarran infraganti con bolsas que contenían millones de dólares que los tenía guardados en un convento.
Hebe de Bonafini jura que ella no sabía nada de los malos manejos de Schoklender y que traicionó su confianza.
La realidad es que el desfalco hasta ahora asciende a 45.5 millones de dólares. Es muy posible que los hermanos Schoklender regresen a la cárcel condenados con mayor severidad.
En el caso de ella es muy difícil que la metan en la cárcel por su edad y por ser todo un personaje político, pero toda una vida dedicada a la lucha de causas nobles se viene abajo al final de su trayectoria por un vulgar proceso de corrupción. Mi correo: [email protected]/@normaglezz