Hace algunos años, muchos, de hecho, allá por los lejanos años 80, mi buen amigo Lalo Valtierra, un apasionado del rock e ilustre conocedor del rock mexicano, además colega de los medios de comunicación, hacía un programa de radio, que si mal no recuerdo, pasaba por tres estaciones de radio, por XENM Radio Instituto Cultural de Aguascalientes, hoy 98.1 Tu Estación del organismo público de Radio y Televisión de Aguascalientes; pasaba también por la frecuencia de Radio Universidad que por aquellos años transmitía en la ya desaparecida AM en los 1370 khz, hoy 94.5 de FM, y también por Estéreo Mendel, es decir, por las tres frecuencias culturales o concesionadas que en ese momento había en Aguascalientes, no sé si ha habido un programa de radio en nuestra ciudad que pueda presumir semejante palmarés.
El programa en cuestión se llamaba En busca del rock nacional y Lalo lo hizo por muchos años, después, cuando él se fue a Los Angeles nos lo encargó a mi buena amiga Alicia Medel, en ese entonces productora y conductora de Radio Universidad y a un servidor, espero haber hecho un decoroso relevo, aún cuando no me considero un experto en estas cuestiones del rock producido en México. Recuerdo que después de grabarlo en los estudios de Radio Instituto Cultura, sacábamos dos copias en cassette y en ese formato lo llevábamos a Radio UAA y a Estéreo Mendel para su transmisión.
Bien, todo esto lo menciono porque en esta ocasión pretendo escribir algunas cosas acerca del rock hecho en México, ya sabes, con el pretexto de las fiestas patrias y que esto me dé la pauta para ocuparme de temas de tintes nacionalistas, y el rock hecho en estas latitudes es mucho más de lo que los medios, digamos comerciales, nos pueden enseñar, con esto me refiero al llamado, o mal llamado rock en tu idioma que durante la década de los 80 dominaron la escena, no sólo de México, sino de toda América Latina. Evidentemente hubo muy buenas producciones musicales y grandes grupos haciendo buen rock, ahí están Los Caifanes en México, Soda Stereo y Charly García en Argentina, aunque evidentemente Charly García es un viejo lobo de mar y su legado de mayor valor se remonta hasta los años 70 con Sui Generis o Serú Giran, en fin, una generosa cantidad de bandas de rock, aunque como sucedió con Charly García en Argentina, también en México algunos dinosaurios resucitaron y siguieron roqueando con fuerza y convicción, ahí está Alex Lora del Three Souls in my Mind o simplemente el Tri, Ricardo Ochoa de Peace and Love y más tarde, justamente en los 80 con Kenny and the Electrics, más tarde Los Eléctricos, entre otros más.
No sé, me da la impresión de que durante esos años que algunos consideran de esplendor en el rock en español se trató en realidad de un movimiento de mercadotecnia que hizo que mucha de esa producción que hoy se suele escuchar con cierta nostalgia y hasta devoción, perdiera su verdadero valor artístico, bueno, esa es mi opinión, tanto que hasta músicos con posturas muy radicales en cuanto dar valor de la música por sí misma, le hicieron guiños a este movimiento, ya ves a Alex Lora en México o Charly García en Argentina, por citar sólo un par de ejemplos.
Pues el asunto es que al margen de todos estos nombres que todos conocemos y que definitivamente tuvieron y conservan su lugar en la siempre inconclusa historia del rock, en esta caso nacional, hay una cantidad muy importante de grupos que han sido ignorados por los medios masivos de comunicación, pero que a pesar de ello, su legado al rock de México es incuestionable, al mismo tiempo encontramos grandes agrupaciones o solistas que a pesar de haber estado marginados casi por completo, o incluso le quitamos el casi, son reconocidos por propios y extraños, seguramente porque su música tiene un valor y una fuerza incontenible, estoy pensando en este momento en Real de Catorce o Rockdrigo González, por ejemplo, propuestas musicales que se han movido incluso en la clandestinidad, por cierto que Rockdrigo, quien falleció en el terremoto de la Ciudad de México en septiembre del ’85 grabó en Aguascalientes un disco en vivo en el Café de los Artesanos, ¿te acuerdas de ese café?, estaba en José María Chávez y era un punto de reunión obligado en esos años 80, cuando yo era universitario y ahí nos reuníamos a escuchar música, leer poesía y tomarnos un par de cervezas con la siempre amena charla del Carepa, aquel chileno que huyó de su país cuando Pinochet derrocó a Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973, fue la época de aquellas terribles dictaduras militares en América del Sur.
En fin, pero ve nada más cuánta divagación, a lo que quiero llegar es a que siempre me he cuestionado si es correcto llamarle rock nacional a la música producida dentro de este lenguaje musical en los límites territoriales de nuestro país, creo que una cosa es el rock nacional, esto me hace pensar en una propuesta musical con identidad mexicana, y otra es el rock simplemente hecho en México. Sin duda grupos como Chac Mool, la propuesta solista de Jorge Reyes, integrante de Chac Mool, con discos como A la izquierda del colibrí, Rockdrigo González o Roberto González en sus Sesiones con Emilia, la mancuerna de Cecilia Toussaint y Jaime López, cantante y compositor respectivamente, Betsy Pecanins, Real de Catorce… y otros más, han encontrado la fórmula para que su música tenga esa identidad mexicana, sin duda, mi buen amigo Lalo Valtierra sí encontró el rock nacional.
No cuestiono tu artículo, pero me atrevo a preguntar ¿el rock nacional es diferente al rock hecho en México? Entiendo que haya diferencias entre el rock mexicano y el argentino o el chileno, peruano, venezolano… por cuestiones de idiosincrasia diferencias que podemos encontrar incluso en el español que se habla en cada uno de los países hispanoparlantes y por ello no puedo entender qué hace diferente al rock nacional del rock hecho en México, sobre todo porque en ambos casos estás hablando de rock mexicano. Me gustaría que nos ilustraras al respecto.
Saludos.