- Como historiador y como filólogo, León-Portilla dio voz a los vencidos y creó a través de los estudios de la lengua y de la historia indígena una nueva literatura que reconstruyó la historia de México
En un acto sin precedentes, la Universidad de Sevilla atravesó el Atlántico para investir como doctor Honoris Causa al historiador y antropólogo mexicano Miguel León-Portilla, acto celebrado hoy en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Miguel León-Portilla es filólogo y filósofo. A lo largo de su carrera, ha cuestionado la visión del mundo y de la historia misma, lo que lo llevó a investigar la otra cara de la Conquista y le dio la voz a los indígenas, su cosmovisión y filosofía gracias a su amplio conocimiento del náhuatl.
El reconocido historiador ha encabezado un movimiento para entender y revaluar la literatura náhuatl, no sólo de la época precolombina, sino de la actualidad, lengua materna de 1.5 millones de personas. También ha trabajado y escrito en defensa de los derechos de los pueblos indígenas de México.
“Como historiador y como filólogo, Don León-Portilla dio voz a los vencidos y creó a través de los estudios de la lengua y de la historia indígena, una nueva literatura que reconstruyó la historia de México, abriendo nuevas perspectivas a nuestro pasado y dándole orgullo a nuestro presente. El Honoris Causa por parte de la Universidad está cargada de símbolos y para la UNAM es un honor recibir en su casa a la Universidad de Sevilla, la cual desde finales del siglo XV, ha sido uno de los centros de educación superior más importantes del mundo hispano hablante”, dijo Enrique Graue Wiechers, rector de la Máxima Casa de Estudios.
Durante la ceremonia tradicional de investidura, el rector de la universidad española, Miguel Ángel Castro procedió a la entrega de las insignias que componen este ritual: el libro de la ciencia, la medalla símbolo del corazón, el birrete laureado distintivo del magisterio, el anillo como emblema del privilegio que significaba firmar y sellar; y finalmente, los guantes símbolo de la pureza.
Uno de los más grandes historiadores del siglo XX mencionó en su discurso de bienvenida que Sevilla tiene un papel decisivo en la historia, ya que ha sido la puerta al Nuevo Mundo y alberga el repositorio de la memoria de la relación entre Iberoamérica y España.
“España en el siglo XVI no fue una nación oscurantista, sino que en ella florecieron muchas ciencias con consecuencias universales y existieron varios sevillanos que establecieron una relación profunda con Iberoamérica para incrementar el conocimiento de la medicina y de las plantas curativas, fue un conocimiento que se construyó conjuntamente y como ejemplo de ello están Nicolás Monardes, médico farmacólogo, Fray Bartolomé de las Casas y Fray Bernardino de Sahagún. Como hispanoamericano, diré que esos tres hombres extraordinarios han tendido un puente de acercamiento entre Iberoamérica y España”, relató el también investigador emérito de la UNAM, institución que forma parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
El rector de la Universidad de Sevilla se comprometió a desarrollar actividades compartidas entre su universidad y la UNAM. “Estamos frente a un punto de inflexión entre nuestras universidades, nos unen no solo responsabilidades históricas, de ahora en adelante académicas también. México y Sevilla deben ser puntos cardinales de nuestra ubicación”, señaló Castro.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico