- Se pierde una o dos generaciones de calidad en el audio cada vez que se hace un doblaje
- En México la adaptación es bien conocida por todos y el éxito recae en la actuación de los dobladores, y de los talentos de voz
El mercado cinematográfico se encuentra saturado de películas dobladas al español, cada día es más difícil encontrar en las salas de cine la proyección de las cintas en su idioma original, con subtítulos; es un problemática generalizada en el país, que genera el descontento de los espectadores que han tenido que conformarse con esta situación ante la nula respuesta de las principales cadenas de distribución comercial de dicho material.
El audio se distorsiona con el doblaje y las promesas de los grandes complejos cinematográficos por ofrecer una calidad superior a los 5.1 canales de audio, tan sólo en las pantallas “normales”, en eso queda. Carlos Estrada Luévano, dedicado hace más de 25 años al doblaje y actuación de la voz consideró que se debe retomar la idea esencial del doblaje, anteriormente era sólo para niños, es más fácil que por la cuestión del idioma capten la imagen y hay cabida de algunos proyectos que pueden ser mejor en español, no así las películas comerciales.
Detalló que la traducción inició en formato televisivo, el problema surgió entre 1987 y 1988 porque los actores de doblaje eran mal pagados, las compañías productoras norteamericanas como 20th Century Fox, ABC, Fox y Networks, empezaron a mandar series de televisión, documentales y alguna que otra película a México, dobladas directamente de Estados Unidos, pero no con el trabajo que hacían latinos o mexicanos en Los Ángeles, sino que la compañía contrataba o subcontrataba actores para que el material ya estuviera directamente grabado en el idioma español; “se grababa por chilenos, guatemaltecos, uruguayos, panameños, argentinos, era una mezcla de acentos que al norteamericano no le importaba porque todo le sonaba a español”.
Programas como Rescate 911 presentaban un tono de voz muy diferente al nuestro, doblajes exagerados, mal intencionados, mal actuados; caricaturas como los Tiny Toon, que fue de esa época, se generaban con este tipo de doblaje y no tenían que recurrir a las casas productoras con actores mexicanos que en ese tiempo había de mucho renombre, “se les fue acabando el trabajo, hubo muchas huelgas, la Asociación Nacional de Intérpretes y la Asociación Nacional de Actores se metieron a pelear un poco ese asunto porque ya no había material que doblar”.
Actualmente los mejores doblajes se realizan en Chile, lo que aquejó a la industria mexicana; mientras que Dan Castellaneta, voz original de Homero Simpson, gana 600 mil dólares por episodio; Humberto Vélez, que lo dobla al español, percibe 600 pesos por loop.
Estrada Luévano, quien dio voz a Bugs Bunny para Tycoon Ent. (filial de Warner Bros en México) recalcó que la estrategia es llevar el doblaje en México a una reestructuración; ciertos grupos o personas han intentado darle un nuevo renacer al doblaje en español entrando por el lado de los cines. “Les deja un poco más de dinero, lo hacen con la justificación de que es mejor escuchar porque no se leen bien los subtítulos o para que haya una opción para la gente que no lee, cuando en México el alfabetismo es muy alto, la gente que es analfabeta por lo general no puede pagar el cine por el oneroso costo”.
Las salas de cine aprovechan que tienen una opción para proyectar películas dobladas al español en todas sus salas; genera trabajo al actor, pero le infiere problemas con el auditorio que estaba acostumbrado a escucharlas en el idioma original con subtítulos. Este hecho no es privativo de nuestro país, en España, entre los años setentas y ochentas el Ministerio de Cultura de Español hizo un mandato gubernamental de que las películas fueran totalmente dobladas al castellano; el problema que generó fue que la gente pensaba que realmente los actores hablaban también el castellano, “eran muy malos doblajes con muy malos actores”.
Al ser una industria tan lucrativa la historia se vuelve a repetir en México; el problema radica en la traducción, no puede ser tan literal, hay chistes en el idioma original que son entendibles y que se pueden captar, pero cuando se trasladan al español pierden la esencia de lo que se trataba de decir; “para que exista un buen doblaje necesita haber un excelente traducción y a veces es muy difícil lograrlo”.
Hay mucho material para doblar en México, sobre todo para televisión, Netflix y cualquiera de las cadenas tiene la opción de ofrecer las películas dobladas o subtituladas, una vez que ya hayan salido del cine, pero cuando llegan de entrada a las salas de cine, tiene que ser tal cual viene el material original, en el idioma original con la ayuda de los subtítulos, reiteró el actor de doblaje. “Se puede hacer el doblaje y verlas después en calidad digital en televisión, pero yo creo que en el cine no, no me agrada y no voy a entender por qué lo están haciendo”.
En México, los beneficiados son los estudios de grabación que consiguen este material; hay una confabulación con las cadenas de distribución que reciben ingresos por eso, se llevan una buena tajada y los actores también. “Están, entre comillas, conformando una nueva generación de actores de voz, pero en realidad el mercado no lo acepta con gusto porque una cosa es la televisión, pero es muy distinto al séptimo arte”.
Son en su mayoría estudios nuevos que no tienen nada que ver con Audio Master o Estudios Estrellita, reconocidos por este trabajo en México; en esto se involucran actores desempleados que lo hacen para poder volver a trabajar, aquellos a los que ya no se les llamaba y de esta forma quieren seguir en el mundo del espectáculo. “A veces hay mafias en México y ésta se está viendo que va floreciendo, para mi criterio está muy mal que lo hagan en ese rubro, no le dan opción a la gente”.
No todo es malo en el doblaje
Carlos Estrada destacó que se puede lograr un buen trabajo de doblaje cuando se realiza una adaptación un poco más libre, el éxito radica en llevarla a cabo en perfecta sincronía con el proyecto. Es el caso de la película La Bella Durmiente que Disney grabó en los años 50; “el doblaje de 1959 es una joya, inclusive el doblaje mexicano es superior al que se escucha en inglés, en cuanto a intenciones es muy dramático, el recurso de la traducción es muy bueno y las canciones están muy bien adaptadas”.
Señaló que Disney extravió los audios originales en el idioma español que tenían en Burbank, Estados Unidos; para la presentación de la película en blu-ray recurrieron de emergencia a un doblaje también en México, pero en esta ocasión mal realizado, “es pésimo, la traducción es prácticamente literal del inglés, las intenciones son malas, le quitaron muchas de las palabras fuertes de Maléfica para poner cosas más suaves para los niños; la actriz es de telenovelas y nunca había hecho doblaje, se perdió totalmente con canciones mal cantadas”.
Aún cuando México se ha distinguido por ser una de las cunas de los actores de doblaje mejor intencionados y elogiados en todo el mundo, no siempre es bueno hacer doblajes; el problema son las traducciones, además de que el audio pierde calidad, “por más que digan que no, se pierde una o dos generaciones de calidad cada que se hace un doblaje”.
Se han visto casos de éxito aquí en México, sobre todo en ese doblaje libre, con traducciones no literales de lo que se dice, sino retomando la idea y adaptándola un poco; el mejor ejemplo es Eugenio Derbez en Shrek, pues adaptaron el personaje del burro, “es simpatiquísimo y la gente lo aceptó, ese cambio con humor lo agradeces”.
Otro caso es el Conde Pátula, con un doblaje también muy libre; mención especial merece Don Gato y su Pandilla, que en su caso el doblaje fue lo interesante, no tanto la traducción, “tiene un éxito por las voces originales que se crearon en México y son totalmente opuestas a las voces italoamericanas o del Bronx que se usan en inglés”.
En primer lugar una película con doblaje pierde alrededor del 40%, pero subtitulada pierde el 60% porque invade la imagen y quita atención al espectador.
Otra, éste señor llamado Carlos Luévano, no sé porqué querría quitarse trabajo a él y a sus compañeros diciendo que los doblajes deben ser sólo para caricaturas, ¿en serio dijo eso?.
Por último, éste reportaje es el único que dice que Chile es el país con mejor doblaje y eso no es cierto, sigue siendo México, sudamérica hace doblajes baratísimo, pero no tienen tanta calidad.
¨subtitulada pierde el 60% porque invade la imagen y quita atención al espectador¨
Pero que??
No puedes comparar letras sobre la parte inferior de la pantalla a la mutilación completa DEL AUDIO de una película, sobreponiendo voces en off sobre los actores que aparecen en pantalla