- Es posible abatir la pobreza extrema brindando mejores oportunidades para todas las personas
- Cifras del Coneval dejó muy mal al sexenio “del progreso”: Iván Sánchez Nájera
- La entrega de paquetes alimenticios que se entregan con criterios personales, al final se prestan para intereses políticos y no rinden resultados
Las últimas cifras que presentó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dejaron muy mal al sexenio “del progreso”, ahora habrá que ver este de “creciendo juntos” siembra lo necesario para que así sea, manifestó el diputado local Iván Sánchez Nájera.
El legislador hizo referencia a los resultados de la Medición de la Pobreza 2016 de Coneval para Aguascalientes, que indican una disminución en los niveles de pobreza en la entidad, aunque del 2014 al 2016 por primera vez se dio un incremento en la pobreza extrema, al pasar de 26.7 a 30.2 miles de personas en el último año de la pasada administración gubernamental.
Consideró que dichos resultados son una clara muestra de las fallas las políticas de desarrollo social, porque cuando se mejoran las cifras es porque se atienden únicamente los indicadores de pobreza extrema, y finalmente no cambia la realidad de las familias, pues persisten otro tipo de carencias, y su realidad sigue siendo de pobreza extrema.
Atribuyó a lo anterior que finalmente las políticas de desarrollo social no funcionen, pues si bien hay un fuerte recurso destinado a programas alimenticios, que conocemos como entrega de despensas, generalmente se hace con intereses políticos.
“Lo mismo sucedió en el sexenio anterior y es lo que estamos percibiendo en este. Mientras no cambie esa dinámica y haya un combate real a la pobreza, pero no a través de los indicadores, sino de mejorar realmente las condiciones de vida, la pobreza va a seguir”.
Consideró que en cualquier país no puede haber mejor proyecto de gobierno que abatir la pobreza, de tal manera que “no se vale” que en un Aguascalientes, donde se presume un desarrollo económico tan importante, se siga padeciendo.
Destacó que existen programas asistencialistas que combaten la pobreza y hay otros que no. La entrega de paquetes alimenticios que se entregan con criterios personales, al final se prestan para intereses políticos y no rinden resultados; es diferente si se reparten de manera universal según las condiciones de las familias, eso sí puede apoyar a disminuir la pobreza, dijo, aunque deberá de ir de la mano con la creación de más y mejores oportunidades: “La gente, si vive en pobreza extrema no es por gusto, ni por deseo, sino por falta de oportunidades. Entonces hay que mover el sistema educativo y atender ese rubro, el salto de secundaria a preparatoria es muy complicado para quienes viven en estas condiciones”.
Otros programas, como los que otorgan microcréditos, aunque pueden resultar muy valiosos, son los que en mayor medida se prestan a la prebenda política que al desarrollo social, conveniente especialmente para los partidos en el poder más que para un político en particular, pues así se distribuyen con buenos resultados electorales y pésimos resultados en el combate a la pobreza.
Insistió en que la única manera probada de combatir que los apoyos sociales se conviertan en beneficios electorales es la universalidad del apoyo, pues de este modo ya no hay forma de condicionarle con una afiliación partidista, además que combate a la pobreza deberá ser una lucha frontal de todas las instituciones, no sólo de las dependencias de desarrollo social.