Después de que América fue encontrada, la necesidad de describirla y de narrar los hechos inenarrables que acontecían lejos de los ojos occidentales originó que los conquistadores escribieran sobre ella, en ella.
La primera manifestación literaria que surgió en la utopía europea fue la crónica; extensas y atiborrantes narraciones donde se describía la lucha continúa mantenida con los salvajes y la innombrable belleza del Nuevo Mundo. En esta literatura las letras son aún extraídas de los corazones españoles, el teatro, la lírica y la prosa eran escritas al color de la tinta de los ojos occidentales. Ninguno veía América como la Amerricua que había sido encontrada; hasta la aparición de Ercilla.
La Araucana es la primer obra poética escrita en América, y a la tinta de los ojos americanos. Ercilla fue el primer escritor que se sintió hijo de la Nueva Patria al llegar a ella. El acto segundo de la obra lo actuaron los otros españoles avecindados en América quienes comenzaron a escribir con la tinta americana. sobresalen la tierra de Ercilla, Santo Domingo, Perú y principalmente México.
La primer obra escrita que recuerdo en México es la de Hernán Cortés, después a la Historia verdadera de la conquista, pasando por otros títulos menos mentables, pero la crónica toda se escribe igual, la primera poesía española escrita en México no, pues se diferencia bastante de la poesía mexicana escrita por españoles americanizados.
La primera manifestación de la lírica en México fue renacentista, parte de ella es ya considerada mexicana, sin embargo es, a mi parecer, la primera influencia para la literatura mexicana.
La lírica México-española renacentista abarca obra escrita traída desde la península y producida en México. La lírica renacentista de la conquista tiene una especial perspectiva, la de seguir las formas clásicas, crear un ambiente armónico, ejemplificar la correcta forma de vida, además de volver la mirada a los ideales heroicos medievales. Debido a estas raíces renacentistas sus principales temas eran religiosos y épicos, sobre saturados de estos tópicos fueron abriendo paso a otros como el amoroso, el mitológico y el juego ingenioso. En la métrica sobresalen los sonetos, las liras, los tercetos y las octavas reales. La lírica renacentista tuvo una abundante producción aunque de una calidad no tan considerables, probablemente las exóticas cualidades de México hicieron que muchos sintieran vocación poética.
La lírica renacentista no fue la única que sobresalió en el siglo XVI, la manierista también se hizo presente en la lírica mexicana. El manierismo podemos ubicarlo entre el Renacimiento y el Barroco, digamos que es la última parte del Renacimiento y la primera del inicio Barroco, su forma refleja el antimanierismo, el intelectualismo que mata al humanismo, el refinamiento, el ornamento y el dinamismo para llenar al hombre vacío, abandonado en el renacimiento.
Aunque el manierismo se olvida de la didáctica, el equilibrio y el clasicismo continúa predominando este arte; sin embargo logra separar a los españoles europeos de los americanos. La sátira es el medio que utilizan los escritores nacionalizados en el corazón como mexicanos para diferenciarse del arte renacentista. Como el llamado poético era muy amplio los certámenes literarios y las tertulias se hicieron comunes en México, surgieron academias y algunos poetas lograron publicar sus poemas en los libros de las poesías ganadoras de los certámenes literarios. Es estos eventos era donde se disputaban el nivel intelectual, la sabiduría y la destreza métrica, aunque algunos no con mucha suerte.
La mayoría de estos autores escribían a la moda española, tenían como referentes a Lope de Vega, Góngora, Terrazas, Gutiérrez de Cetina y Salazar. Pero en este periodo de la lírica mexicana donde se debate entre el Manierismo y el Barroco los versos son pulidos tan relucientes que hicieron brillar a poetas como Sor Juana Inés De La Cruz y entre otros a Bernardo de Balbuena.
Balbuena fue un poeta libre, recorrió todas las casas literarias que abrieron, vivió en la misma época de Góngora, pero en continentes diferentes. Para él la lengua es como un cuerpo que puede tomar diferentes formas y disfrutar diferentes sabores. Su forma imperfecta le permitió llenar sus vacíos de forma barroca, y sí el cuerpo es libre de moverse y de moldear a su forma, entonces es capaz de desligarse de su ataduras espirituales y adoptar la religión con una cruz labrada por él mismo.
Sin ser porque del ser estando ausente
No hay cosa que del ser no me despido
Sin Dios que mi alma a Dios no olvida,
Por contemplar en voz continuamente.
La próxima semana continuaremos con esta tertulia, hasta entonces.
Laus Deo
@paulanajber