- El suicidio es un “trauma por falta de amor”, señala el obispo de la Diócesis de Aguascalientes
- Zonas rurales de las orillas de los estados han sido marginadas, carecen de educación: Observatorio de la Diócesis de Aguascalientes
La falta de amor orilla a las personas a quitarse la vida, es un trauma que los obliga a tomar la puerta falsa, consideró el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, al indicar que es importante liberar de este sentimiento a las personas, que los lleva a tomar esta decisión.
“Es justo y necesario hacer oración siempre en este tenor; me llama la atención la falta de amor, yo señalaba el tema de la soledad y en realidad es sentir que no tengo cercanos a mí a las personas que yo quiero o yo quisiera que estuvieran”.
Indicó que quienes han tenido un pensamiento suicida, y aquellos que se han privado de la vida, afrontan una crisis en la soledad y la amargura, la tristeza y la falta de amor; insistió en que durante las celebraciones eucarísticas que se llevarán a cabo con motivo del quincenario de la Virgen de la Asunción, se predicará y orara por las personas que viven esta situación y sus familias.
“Recordemos que Dios nos ama incondicionalmente y nunca nos dejará de amar. Decía el papa Francisco en el año de la misericordia que Dios nunca se cansa de tener misericordia de nosotros; nos invitaba a que donde esté un creyente debe haber un oasis, un manantial de acogida y maternidad de solidaridad y de misericordia”.
El prelado recalcó que las autoridades tienen esa responsabilidad, sin embargo la sociedad en su conjunto, y la Iglesia debe coadyuvar a crear un ambiente de mayor esperanza; exhortó a la población a permanecer con los ojos y oídos atentos, para brindar apoyo al que está solo, al que sufre, el que está pasando por una situación delicada.
Se ha detectado dentro de la Diócesis que las zonas con mayor situación de pobreza son Ojuelos y Pinos en Zacatecas, Matancillas perteneciente a Jalisco y en esta capital son puntos rojos Pericos, Ejido de las Cumbres y Miradores.
El director del Observatorio Diocesano, Gerardo Martín Vera, apuntó que son principalmente zonas rurales que tienen diversas situaciones por la migración, dependen de las remesas, de la cosecha de frijol y la tuna; carecen de una educación de calidad, pues no cuentan con escuelas tradicionales, se les brinda el servicio a través de telesecundarias y telebachilleratos.
“Esa marginación se ha ido dando quizá por ser las orillas de los estados de Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas y eso ha marginado más a esas comunidades; en decir pobreza, dentro de la ciudad también hay sectores de la población que batallan por conseguir su alimento.”