Con beneplácito para la sociedad mexicana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró la constitucionalidad de lo que se le conoce como la Ley Kumamoto, o más conocida aún, “Sin voto no hay dinero” impulsada por el legislador local independiente de Jalisco, Pedro Kumamoto Aguilar, para reducir sustancialmente el dinero que se le da a los partidos políticos.
Y es que, este joven político, que ya constituye un ícono del modelo de ciudadano metido en asuntos políticos, planteó desde su campaña, proponer un mecanismo para reducción de gastos que realizan los partidos políticos, a los que se les canalizan cantidades exorbitantes, haya o no haya elecciones.
La fórmula es muy sencilla. Mediante la sustitución de uno de los factores en la fórmula para la asignación presupuestal, será posible, al menos en el estado de Jalisco, en donde ya fue aprobada, la reducción de hasta el 50% de los recursos públicos que anualmente son destinados a los institutos políticos.
A diferencia del intento que se hizo para modificar la fórmula en el ámbito federal, y que los legisladores de los partidos políticos PRI, PES, Panal y PVEM, no acudieron a sesionar, reventando así la sesión, en esta ocasión, el modelo fue aplicado sólo para el estado de Jalisco, de esta forma, con la mayoría de diputados y el apoyo del mandatario estatal, fue posible cambiar la fórmula para modificar un criterio sustantivo en la asignación de recursos.
¿Qué fue lo que cambió, que ahora es posible reducir a la mitad el dinero de los partidos políticos en el estado de Jalisco?
Tradicionalmente, la estimación para la asignación de la bolsa general de recursos que se reparten entre los partidos, surge de multiplicar el 0.65% de un salario mínimo, ahora Unidad de Medida y Actualización (UMA) por la cantidad de ciudadanos que integran el padrón nominal de electores.
Ahora, con esta propuesta, ya aprobada por el congreso local y avalada como constitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el mismo factor del 0.65% se multiplica por la cantidad de votos obtenidos en la elección inmediata anterior.
No es lo mismo hacer el cálculo de asignación del factor 0.65% sobre el listado de empadronados, que sobre los que acudieron a votar.
Este fue el pequeño gran detalle por el cual ahora los partidos políticos en Jalisco recibirán menos financiamiento.
Urge entonces, que este modelo se replique en otras entidades del país, y desde luego, que suba al Congreso de la Unión para que disminuyan verdaderamente los recursos que son entregados a los partidos, motiven o no al electorado a acudir a votar.
A partir de esta ley, se espera que los próximos procesos electorales, los propios partidos y sus candidatos, alentarán a la participación en las urnas, porque de eso dependerá que dicho financiamiento aumente o disminuya.
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