Espejito, espejito, dime por favor, ¿Quién es la mujer más bella de estas tierras? Sin duda usted, su alteza, no existe fémina más hermosa en todo el universo…
La reina tenía comprado, amenazado, asustado al pobre espejo que siempre respondía con la misma afirmación, es usted, su alteza, hasta que, por fin no tuvo más que aceptar que Blanca Nieves era más hermosa que la villana del cuento; la historia ya la conoce, y queda de manifiesto que cuando los antagónicos se enojan, la ira puede desencadenar una catástrofe sobrenatural.
Acá en Latinoamérica, donde pareciera que las dictaduras de antaño nunca se fueron, al rey Nico le funciona bien su espejito y sigue siendo el más bonitos de todos los villanos dictadores aun y cuando los pobladores no lo aprueben. A redactar nuevo documento constituyente, don Nico convocó a cambiar la estructura institucional del país, aquella carta magna que data de 1999 en la cual Hugo Chávez puso todo su empeño, ya no funcionará más.
La crisis política y económica por la que atraviesa Venezuela orillo a don Nico a que el pasado primero de mayo convocara a la Asamblea Constituyente, con el fin de tener una verdadera soberanía y sentar las bases de “la regeneración de la paz de la república”; en realidad el rumor de un golpe de Estado por parte de la oposición y apoyado por potencias extranjeras fue lo que detonó la convocatoria…
La cuestión es que la OEA (Organización de Estados Americanos), el Parlamento Europeo, Colombia, Panamá, Perú, Argentina, Brasil, México, Costa Rica, Suiza, Chile, España y los Estados Unidos de Norteamérica desconocen los resultados de dichas elecciones.
Los aliados; Bolivia, Cuba, El Salvador, Nicaragua; los futuros socios, China, Rusia e India. Y nosotros que pensábamos que un conflicto bélico internacional se gestaría en Medio Oriente, no subestime la América Central y sus yacimientos de petróleo. La temperatura subió, en bandos opuestos los protagonistas de la guerra fría, cualquier pretexto es bueno para hacer de un conflicto continental una contienda mundial. Me dirá amarillista o desinformado, querido lector, pero si lo analiza y observa los movimientos internacionales se dará cuenta que no es cualquier cosa.
Y mientras eso pasa con los venezolanos, nuestro querido Andrés Manuel pierde el piso con singular habilidad, ¿ya escuchó su último anuncio propagandístico? Le pide a la sociedad que no se confunda, que ahora lo están comparando con Maduro o con Trump pero que no es verdad, no hay nada que temer, él no está loco ni es populista…
Explicación no pedida, culpabilidad manifiesta, nadie puede negar que por lo menos una vez ha escuchado a nuestro líder natural de la izquierda mexicana decir que simpatiza con el esquema de gobierno de Venezuela, o tal vez que es amigo de don Nico, quizá sentirse identificado con su política. Pide que tampoco lo comparemos con el loco de Trump, claro, sería ingenuo pensar hacerlo, para empezar nuestro Andrés Manuel no es empresario, será corrupto y los escándalos le brotan a flor de piel, pero no sabemos de su cadena de hoteles ni de los negocios que tenga por todo el mundo, al contrario, pareciera que demostrar que vive en un departamento en una unidad habitacional en Copilco en la delegación Coyoacán de la contaminada Ciudad de México es su bandera más populista de todas; será intransigente como el presidente de los gringos, será inmaduro, como el presidente de los vecinos del norte, será visceral como el presidente del país más poderoso del mundo pero hasta ahí, desde mi óptica, que pudiera estar miope, no encuentro otra similitud, pero en fin, tal vez Andrés Manuel quisiera ser como Donald Trump.
Aquel otro spot de la Rebelión en la Granja, ayúdeme a buscar quién tiene los derechos de la obra de George Orwell para correr el pitazo y lo demanden por derechos de autor.
No, estimado lector, no es la opción que necesita México para el próximo año, tampoco necesita a Margarita, quien, por cierto, al parecer se le vio involucrada en un escándalo por alterar el orden público junto con su hijo mayor en un hotel de Cancún, Quintana Roo. Qué necesita México, a Miguel Ángel Mancera, cuando Tláhuac se le desmorona entre los dedos con la pequeña ayuda de Morena, claro está. Y los del partido en el poder, con qué gallo saldrán para el 18, está más que visto, con quien vayan a salir, aun siendo uno medio flaco, las elecciones las ganan, para muestra un botón, y qué botón, estimado lector, la joya de la corona, la cereza del pastel, aún y cuando la sociedad está en desacuerdo con el jefe supremo, obvio emanado de las filas del tricolor, y con la desaprobación generalizada, el Estado de México fue para ellos, qué tal, eso es músculo.
Otra vez se está perfilando una caballada flaca, unos contendientes que no convencen por ningún lado que se les vea, será tiempo de los independientes, no se vaya con la finta, por ahí anda don Jaime que nos hace dudar sobre la figura del ciudadano sin partido que llega a gobernar una entidad federativa.
Con todo respeto, no vayamos a caer en la incongruencia de la saturación mediática y nuevamente carguemos con seis años para el olvido, ya no estamos para eso.
Que los venezolanos pronto encuentren la solución a sus problemas, que las profecías se cumplan para Donald, que los mexicanos despertemos, que los jóvenes maduren antes de egresar de las escuelas de educación superior, que se nos caiga la venda de la soberbia para poder avanzar, que coincidan los caminos de los viajeros y los lleven a buen puerto, México no merece más sexenios perdidos, rompamos el espejito de la mentira.
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