- Productores han debido adaptarse a las variantes en los procesos de la uva para sobrevivir
- El consumo de productos regionales deriva en beneficios para toda la comunidad, asegura gerente de Casa Leal
El auge de la vitivinicultura que proliferó en el Valle de Aguascalientes hacia la década de los cincuenta se extinguió con la crisis que derivó de la falta del precio de la uva, eso fue lo que detonó que los viñedos desaparecieran; sin embargo, fue concretamente la importación de aguardientes de mala calidad para elaborar brandy que condenó por completo a la industria local, que actualmente va despuntando, pero sólo representa el 10% de las hectáreas de la vid que existían en los tiempos de bonanza.
El gerente general de Casa Leal, Jorge Ríos Pérez, industria de la uva que ha permanecido en el mercado por más de 50 años, resaltó que gran parte de la producción local se utilizaba para hacer brandy; en algún momento el gobierno permitió el ingreso de aguardientes de segunda calidad de otros países y la consecuencia de ello fue que los industriales empezaron a tener poco interés por la uva. “Provocó la caída del precio, y el productor al no poder recuperar lo que gastaba anualmente en su cultivo, se dedicó a otra cosa.”
Señaló que para la vitivinícola este riesgo permanece latente, pues cada vez prolifera un mayor número de productos provenientes de distintos países que representan una fuerte competencia; tener la capacidad para adaptarse y los conocimientos de los procesos para trabajar la uva, es lo que les ha permitido seguir en pie.
“Nosotros vendemos nuestros productos a nivel nacional y son muy bien aceptados; nos hemos dedicado a la exportación de concentrado de jugo de uva por muchos años, principalmente a California; no hemos dejado de apostar a la uva, con diferentes productos, si uno no tiene alta demanda, se cambia por otro que tenga más demanda”, reconoció que han debido adaptarse a todos los cambios que ha habido en la demanda de la uva, han sido años complicados porque todas las vinícolas que existían en la entidad desaparecieron; actualmente Casa Leal trabaja cerca de mil toneladas de uva, con las cuales se elaboran diferentes productos, siendo uno de los tradicionales el brandy que se fabrica desde hace muchos años, así como un concentrado de uva que se distribuye en las farmacias y se exporta al extranjero, principalmente a California.
La empresa ha sido fuente de trabajo para al menos 35 familias, cantidad que incrementa en la época de la cosecha; además cuenta con profesionistas en el área de la química, ingenieros agroindustriales, entre otros.
Ríos Pérez destacó la importancia de que la sociedad consuma más productos de la región, para contribuir a la generación de empleos y la ocupación de las mismos profesionistas del estado: “Nuestra competencia no son los productos nacionales, son los productos importados; en México la producción no es muy grande, mucho menos en el caso del Brandy; lo que debemos hacer es trabajar con el consumidor para que adquiera más producto nacional, eso nos beneficia a todos”.