De Afganistán a Arizona / Taktika - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Colegio de Estudios Estratégicos y Geopolíticos de Aguascalientes, A.C.

 

Arlington, Virginia. 21 de agosto de 2017. Rodeado por toda la parafernalia de las Fuerzas Armadas estadounidenses, el presidente Donald Trump trata de enmendarse la plana, por lo ocurrido en Charlottesville, cuando dice: “Una herida infringida sobre un solo miembro de nuestra comunidad, es una herida infringida sobre todo nosotros”. Inmediatamente, el neoyorquino recupera su estilo bravucón para anunciar una nueva estrategia en Afganistán: “No vamos a construir nación de nuevo. Estamos matando terroristas”.

Ese mismo día, el alcalde demócrata de Phoenix, Arizona, Greg Stanton, escribe en el Washington Post: “Trump ha empapado las tensiones raciales con gasolina. Con su visita planeada a Phoenix el martes, me temo que el presidente está buscando encender un fósforo”.

Las escenas arriba descritas sirven como prólogo al siguiente artículo, el cual tiene por objetivo explicar por qué Trump ha decidido lanzar un nuevo plan respecto a Afganistán y qué podemos esperar de su discurso sobre migración.

Con el pretexto de encontrar a los autores intelectuales del 11/9, la administración Bush invadió Afganistán. Al principio, las cosas salieron bien para los estadounidenses: el régimen del Talibán, aliado de Osama bin Laden, fue derrocado y se instauró un gobierno dócil a los intereses imperiales de la Unión Americana.

Sin embargo, los estadounidenses cometieron un error estratégico: desviaron dinero y tropas para la invasión de Irak. El resto de la presidencia de Bush, los norteamericanos se enfrentaron a un renovado Talibán, el “resultado del nacionalismo pastún, el fervor islámico, el dinero de las drogas, señores de la guerra corruptos y el odio a la ocupación estadounidense”1.

El problema fue heredado por Barack Obama, quien respondió, en diciembre de 2009, con un plan de batalla que se basaba en dos vertientes: el envío de 30 mil soldados de refuerzo, por un período de 18 meses, y el apoyo a los gobernantes afganos y líderes locales que combatían la corrupción y apoyaban a su pueblo.

Eso era el objetivo exotérico, pero el esotérico era, en palabras del analista brasileño Pepe Escobar, el siguiente: “Espiar mejor tanto a China como a Rusia con puestos de avanzada”, pues “Afganistán, como un amortiguador estratégico entre la planicie iraní, las estepas de Asia Central, y el subcontinente indio, es impresionantemente estratégico”2.


Trump, quien como candidato había criticado ad nauseam a Barack Obama por la situación en Afganistán, se ha tenido que tragar sus palabras, pues el mandatario “ha llenado su burbuja con oficiales convencionales del ejército”3 como su secretario de Defensa, James Mattis, su asesor de Seguridad Nacional, H.R. McMaster, o su jefe de Gabinete, John Kelly, quienes tienen una creciente influencia sobre el millonario neoyorquino.

Dentro de este tenor, Rusia, quien no se chupa el dedo, denunció el pasado jueves 17 que “podemos ver intentos de incitar al conflicto étnico en el país. Caso de vuelos de helicópteros no identificados al territorio controlado por los extremistas”4.

A los problemas de Charlottesville y Afganistán, Trump ha tenido que enfrentar otro: el despido de su estratega en jefe, Steve Bannon, enemigo acérrimo de los musulmanes y los inmigrantes ilegales.

Bannon fuera de la Casa Blanca es más peligroso que dentro de ella, pues ha vuelto a su guarida electrónica: el sitio web Breitbart News, desde donde empujará la agenda de nacionalismo económico y de supremacía blanca que tanto ayudó a la victoria electoral de Donald Trump.

Trump, cada vez más aislado y “deslactosado” (Alfredo Jalife-Rahme dixit) posiblemente intente coquetear con el grupo nacionalista económico/supremacista blanco hoy por la noche en Phoenix, Arizona, a riesgo de que su retórica inflame las tensiones raciales en la Unión Americana. Por ello, qué podemos esperar del discurso de Trump. El siguiente cuadro lo explica:

 

Tabla de expectativas del discurso de Donald Trump en Arizona

Medio Predicción
McClatchy -Los globalistas (Ivanka Trump, John Kelly Jared Kushner y HR McMaster) desean alcanzar un trato con el Congreso: protección a los dreamers a cambio de aprobar una legislación que sufrague el pago del muro y más instalaciones de detención, frenar la inmigración legal, e implementar E-verify, un sistema en línea que permite cotejar el estatus migratorio.
El Diario NY -Perdonar a Joe Arpaio, el sheriff “más duro en los Estados Unidos” con la inmigración ilegal

-Presentar un plan migratorio

-Reafirmar su compromiso con la construcción del muro

Fuente: Elaborada por el autor con datos obtenidos de: Breitbart News y El Diario NY.

 

Lo anterior nos lleva a formular una serie de preguntas: ¿Cuánto tiempo podrá Trump sortear las presiones de los globalistas y de los nacionalistas económicos? ¿Será Trump sometido a juicio político? ¿Cómo influirá la lucha entre globalistas y nacionalistas económicos/supremacistas blancos en la elección presidencial de México en el 2018?

Aide-Mémoire. – Por los trágicos acontecimientos ocurridos en Barcelona, España, envío un fraternal abrazo a la colonia ibérica asentada en nuestra entidad.

 

  1. – Kaplan, Robert D. The revenge of geography: What the map tell us about coming conflicts and the battle against fate. New York, Random House, 2012, p. 246
  2. Ibidem, p. 247
  3. – Erik Prince: McMaster wanted 70,000-80,000 Troops in Afghanistan https://goo.gl/eYBdc9

4. – Russia warns the US over Afghanistan https://goo.gl/qURkRj

 

 

 

 

 


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