TLC, esperar lo mejor, pero prepararse para lo peor - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Estamos en pleno proceso de negociar la actualización del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. Hace tiempo que no se observa un escenario tan complicado.

Habrá ocho o nueve rondas de negociación para revisar los planteamientos de los distintos sectores económicos de ambos lados, además de incorporar temas nuevos que no eran materia de negociación en los ochentas. Los temas que se incorporan están ligados fundamentalmente a la tecnología y comunicaciones.

En un proceso de negociación siempre es importante observar el contexto. Depende de las necesidades y de la situación que afrontan los tomadores de decisiones para asumir el tono y el material de negociación. ¿Qué elementos van a determinar el rumbo de la negociación?

En primer lugar, la urgente necesidad que tiene Donald Trump de legitimarse como mandatario de la primera potencia del mundo. A pesar de haber tenido dos millones de votos menos, su estrategia de apostarle a los estados con mayor número de votos electorales endureciendo su discurso, le permitió llegar al gobierno de los Estados Unidos.

Uno de los planteamientos fundamentales en la campaña es recuperar el liderazgo de los Estados Unidos frente a otras economías mundiales, fortalecer y proteger la inversión norteamericana dentro y fuera del territorio y con ello también recuperar empleos.

Son prácticamente nulas las promesas de campaña que Donald Trump ha hecho realidad, sabe que su credibilidad y liderazgo empiezan a debilitarse, y una estrategia para recuperar terreno perdido va a ser el tratado de libre comercio, especialmente en la relación comercial con México.

Endurecer su postura frente a México para reivindicarse con el electorado que votó por él, es algo que se espera que suceda.

Si por el lado de Estados Unidos la negociación del tratado se va a convertir en moneda de cambio para legitimar el liderazgo de Trump, en el caso de México no es una situación distinta.

Los exabruptos del presidente norteamericano han puesto entre la espada y la pared al gobierno mexicano. Peña Nieto enfrenta elecciones presidenciales en 2018 y pretende dejar como candidato a la Presidencia a Luis Videgaray, él también está presionado por fortalecer su liderazgo.


Si las exigencias y excesos de Trump se mantienen como hasta ahora, no sería extraño observar al gobierno mexicano asumir una posición independiente si las negociaciones son muy adversas para México. Retirarse de la mesa de negociación y con ello romper con el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, es un escenario totalmente posible.

Así como fue la negociación del azúcar en donde salimos perdiendo porque vamos a dejar de exportar, de acuerdo a cifras del periódico El Economista, 135 mil 897 toneladas, comparado con el monto exportado en 2014. En contraparte seguimos importando la misma cantidad de fructuosa de los Estados Unidos. En el caso del azúcar refinada solo vamos a poder exportar a los Estados Unidos cuando ellos no la produzcan en cantidades suficientes.

Los EU son autosuficientes en azúcar refinada, actualmente tienen déficit en azúcar cruda que la convierten en melaza para la industria de los helados, refrescos, pastelería, etc.

Si este esquema se repite en el resto de los sectores, lo que es absolutamente posible, el sector empresarial mexicano va a rebelarse contra las negociaciones y a exigir al gobierno mexicano que tome una posición de defensa a los empresarios mexicanos.

Por lo tanto, Peña Nieto al final de su sexenio va a tener que tomar una determinación que no solo exprese una clara posición hacia su país, también va a requerir de mecanismos de legitimación para terminar en los mejores términos posibles su administración y recuperar para el PRI el mayor número de posiciones.

Estos son los elementos de carácter exógeno que van a intervenir de manera muy importante en el proceso de negociación. No sería descabellado pensar que si se endurecen las medidas contra México, el gobierno mexicano a pesar de las graves consecuencias, cancele el tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Esto le daría al PRI y a Peña Nieto respaldo y legitimidad nacional al final de su administración. Esperemos que no suceda por el bien de 8 millones de mexicanos que dependen del comercio con los Estados Unidos.

 

[email protected]/ | @normaglzz.

 


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