Entramos al segundo semestre de 2017 y sin duda alguna el tema económico ha estado en el apartado de las preocupaciones de la mayoría de los mexicanos, derivado de los anuncios que desde la federación se hicieran a propósito de las medidas para fortalecer la recaudación de impuestos durante este sexenio.
Como ya lo hemos comentado, el impacto ha sido más duro tras la liberación del precio de los combustibles que ha traído como consecuencia un repunte en la inflación, reflejo al mismo tiempo de los aumentos en los productos de la canasta básica que las cifras lo corroboran.
Sin duda alcanza para menos, y esto está afectando a millones de mexicanos que han visto mermada su economía y por consiguiente, -me incluyo- hemos empezado a tomar medidas de austeridad para poder cubrir las necesidades más imperantes de los integrantes de nuestro núcleo familiar.
La remuneración adecuada de los trabajadores es un tema pendiente en nuestro país. A propósito de ello, esta misma semana se dio a conocer el resultado de un estudio que en definitiva concluye que el dinero da la felicidad.
Esta investigación se llevó a cabo por un equipo internacional de científicos que se dieron a la tarea de realizar el experimento con un grupo de personas en Estados Unidos, Canadá, Dinamarca y Países Bajos para corroborar si efectivamente el uso del dinero está relacionado con el aumento del bienestar de la gente.
Al parecer, las personas que gastan dinero para comprar más tiempo libre son más felices, ya que el estrés por jornadas saturadas de actividades y tareas provoca ansiedad e insomnio, según lo sugiere esta investigación.
Justamente retomando la conclusión del estudio, vale la pena hacer la reflexión sobre el escenario en el que estamos parados, que por supuesto dista mucho de ser el ideal.
Hoy, muchos hemos buscado otras alternativas de ingreso, unos más han tenido que incrementar las jornadas de trabajo que de por sí ya eran extenuantes para recibir más recursos.
A aquella lista de preocupaciones de la que hablamos en un principio habrá que sumarle otro factor que en esta época del año también pone en jaque a los padres de familia y que tiene que ver con el gasto que deberán realizar para el arranque del ciclo escolar en el próximo mes de agosto.
El pago de cuotas o inscripciones, uniformes, mochilas y por supuesto los productos escolares que cada niño o joven utilizará desde el inicio del ciclo propician que los mentores gasten entre 3 mil y 17 mil pesos en de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Se trata, en muchos casos, de un gasto que las familias mexicanas no pueden afrontar, algo que puede apreciarse claramente al recordar que el salario mínimo mensual en México es irrisorio.
Así que para hacer frente a estos gastos, el 21% de las madres y padres de familia utilizará sus ahorros, el 28% lo solventará vendiendo algo o pedirá dinero prestado; un 15% lo hará a través de su tarjeta de crédito, el 10% reciclará útiles y materiales, el 9% utilizará vales, otro 9% recurrirá a apoyos de familiares y un 8% empeñará algún objeto.